Solamente en un estado mental inconveniente un político podría hablar de la manera en que describió lo que tuvo que suiceder para ganar la Gubernatura de Puebla, Miguel Barbosa, quien acusó a su antecesora, Martha Érika Alonso y a su marido Javier Moreno Valle de haberle robado la elección y “por eso Dios los castigó”.
No se trata de una declaración pública al aire, pues se trata del trágico accidente aéreo, en que la víspera de la Navidad de 2018, la gobernadora en funciones y su marido, el coordinador de los senadores panistas perdieron la vida.
Hay declaraciones que podrían ser políticamente incorrectas, sin embargo un juicio de esa naturaleza, cargado de odio y resentimiento, no se le puede tolerar a una persona con principios.
Qué puede esperarse de un gobernante que tiene la mentalidad más perversa y retorcida que el peor de los sicarios del crimen organizado, no es de dudarse que en las mentes de aqullos existan ideas de esta naturaleza, sin embargo en la mente de un gobernante, quien tiene todo el poder del Estado es inaceptable, reprobable y condenable.
Y es que si se compara la forma de pensar se uno y de otro, quizás el sicario piensa y actúa, se wsconde tras el anonimato y trata de huir, muchas veces lo logra, pues las instituciones de procuración de justicia y de investigación no han funcionado desde hace muchos años.
Sin embargo, esas palabras, esas ideas, no sólo en la mente de un gobernador, sino en su boca y frente a los reflectores de los medios de comunicación, es muestra de un descaro, de una mente enferma que, con el poder que ostenta, indiscutiblemente es un peligro para Puebla y para México.
Es ahí en donde los partidos políticos y sus dirigentes deben actuar con responsabilidad, porque si Miguel Barbosa tiene problemas, eso ha sido evidente desde que era senador y si existen dudas, solamente hay que recordar la forma tan poco decente en que luchó por el control del Instituto Belisario Domínguez de esa instancia legislativa.
Sin duda la pérdida de un miembro del cuerpo es una desgracia personal, el ser alcanzado por la discapacidad y una enfermedad degenerativa como la diabetes, son factores que a cualquier eer humano afectan; sin embargo, existen tratamientos psicológicos que pueden ayudar a sanar la mente.
Y no es que un discapacitado no pueda gobernar, tampoco estamos diciendo que u gobernador no pueda ejercer su cargo cuando está afectado por la diabetes, esos no son impedimentos, los problemas de distorciones mentales sí son motivo de alerta y de riesgo para la población.
Y en ellos tendremos que hacer referencia a la solicitud, que a través de la Unidad de Transparencia se hizo a la Presidencia de la República, en donde se pide que se hagan públicos exámenes de salud, así como psicológicos del también morenista Andrés Manuel López Obrador.
