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Capital Político

Morena, los gatos del sistema

Quienes huyeron del recinto fueron los del PRI

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En el barrio dicen que quienes se envalentonan en pandilla y luego lloran cuando están solos, son montoneros y chillones.

Eso ocurrió ayer con los diputados de Morena, cuando en Donceles se pasaron por el arco del triunfo no sólo la Constitución de la Ciudad de México, sino la federal, con tal de acatar la orden del ganso mayor para que Ernestina Godoy sea la próxima fiscal capitalina.

A los morenos y sus rémoras del PES, PVEM y PT no les molestó cumplir una vez más el papel de tapetes en la 4T, con tal de eliminar los impedimentos legales para que la carnala Godoy pueda saltar de procuradora a fiscal en la CDMX.

Impusieron su mayoría a pesar de haber sido arrasados –como siempre– en el debate parlamentario. Están acostumbrados a ser exhibidos como ignorantes y serviles, pero a ganar las votaciones con sus chalanes de Donceles; en el total confort.

En esta ocasión, se agregaron también los priistas, quienes como gallinas huyeron del recinto para no votar en contra, pues el nuevo PRI no quiso arriesgarse a que la Procuraduría de Justicia les reviviera algún expediente.

O sea, otros chillones a los que hay que tener en cuenta en las siguientes elecciones.

A los morenos no les importó que en tribuna los calificaran como tablajeros o violadores seriales de la Constitución, pues en su papel de gatos del Estado están acostumbrados.

Pero lo que sí les caló hondo fueron los calificativos del panista Jorge Triana, quien desde el estrado les dijo que entendía el difícil papel que tenían que hacer como diputados del sistema… del régimen.

El propio Triana les recordó que como diputados federales en la legislatura anterior, él y Godoy se subieron a tribuna y mantuvieron una manta en San Lázaro para protestar contra las intenciones de Enrique Peña Nieto por nombrar a un “fiscal carnal”.

Los morenos se calentaron y chillaron como pocas veces, pues eso de “diputados del sistema y del régimen” sí calienta, pues eran calificativos que empleaban como opositores desde el PRD para descalificar a quienes defendían a los gobiernos del PRI y del PAN.

La diferencia con aquellos diputados del oficialismo del PRI-AN es que –si bien es cierto que también eran gatos del sistema–, al menos ellos tenían mucha preparación para argumentar sus votos, no como los morenos que con trabajos escriben su nombre.

Bueno, son tan malos que –además de violar la ley sobre el uso de Símbolos Patrios– extendieron una bandera de México a la que encimaron una leyenda en apoyo a AMLO, con tan buen gusto que las letras eran… ¡negras!, como para levantar el ánimo a El Peje.

La extendieron en el pleno y, para variar, Ricardo El Mandibulín Ruiz, en su imperiosa necesidad de existir, quiso sostenerla de un extremo, pero como su estatura –física, además de política– no le alcanzó, la enrolló de una esquina para que su cara se viera en la foto.

Estos son los nuevos agoreros del régimen.

CENTAVITOS…

El único que hizo la chamba –ya era hora–, fue el moreno Eduardo Santillán, quien quizá escuchó una voz que le preguntaba desde el búnker: ¿Ya hiciste tu papeleo? El chiste es que se aplicó y limpió el camino para Ernestina.

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