Uno de los principales temas de discusión entre los amantes del estudio de las ciencias sociales, tiene que ver con la proyección de crecimiento y las expectativas sobre lo qué pasará con la economía mexicana en el 2021.
Nosotros nos colocaremos del lado de los optimistas, y les cuento por que: A pesar de que México es uno de los países que menores beneficios fiscales ofreció en el 2020 a las grandes y medianas empresas, lo que impactó duramente en el cierre permanente de negocios, que no se vieron con la capacidad financiera que les permitiera pasar prácticamente un año sin ingresos, muchos de ellos se han aferrado a no renunciar y han tenido la imaginación suficiente para sortear este lapso sin apoyos gubernamentales.
Desafortunadamente, como lo mencionamos, la falta de estímulos fiscales o de apoyos directos, no ayudaron en soportar la permanencia de otros muchos jugadores. El proceso de vacunación avanza mucho más lento de lo deseado. Es altamente probable que este año no terminemos de vacunar a todos, y por ende, la normalidad no será reanudada durante lo que resta de 2021. Todo se reducirá entonces a cierres escalonados, horarios diferenciados y a la lenta reintegración de varios rubros a las actividades ordinarias.
Por otra parte, esta clarísimo que la velocidad a la que están vacunando a la población norteamericana es mucho mayor, por lo que en su caso en específico, sí podríamos estar pensando en conseguir el retorno a la normalidad en un plazo mucho más razonable. Eso solo significa algo: que su actividad económica, si registrara una recuperación a mucho mas corto plazo, y eso generara un fenómeno de dinamismo que terminará por impactarnos positivamente, ya que la demanda de nuestros productos, se incrementará también significativamente, aumentando con ello las exportaciones y empujando hacia arriba el PIB.
Por otra parte, estamos colocados de manera muy favorable en el tema las tasas de interés, lo que significa que en el mercado, podemos encontrar dinero barato para poder financiar el impulso que nuestra planta productiva está requiriendo. Si somos optimistas, y pensamos que los esquemas de vacunación mejorarán con el paso de las semanas; que a nivel internacional enfrentamos un escenario favorable debido a la recuperación de la economía de varios de nuestros principales socios comerciales, y que habrá dinero disponible a precios muy competitivos, contamos con los elementos de suficiencia para estar optimistas sobre la manera en que culminaremos el 2021.
Ahora bien, ese optimismo se irá moviendo de manera gradual en la medida en que los factores que se necesitan conjuntar, no lo hagan. El ejemplo claro es el esquema de vacunación, el cual debe ser la prioridad más alta para el gobierno de la 4T, porque una gente sin vacuna, es una gente que no ejercerá su contribución a elevar la productividad en nuestro país, y se constituirá como una carga y no un soporte en estas épocas de crisis.
