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Capital Político

Se resquebraja Morena en CDMX

A casi ocho años de su creación, Morena sigue siendo un movimiento integrado por caciques de todos los colores, a los que nadie puede domesticar

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A poco más de una semana de la peor derrota de la izquierda en la capital del país, Morena sigue buscando culpables de la debacle, y mientras unos tratan de salvar sus cabezas, otros afilan las hachas.

Aunque los morenos se parecen cada vez más al viejo PRI, la diferencia es que en el otrora partidazo la capacitación y la disciplina eran fundamentales. Aquí no hay capacidad ni disciplina y, lo más grave, ni siquiera hay partido.

A casi ocho años de su creación, Morena sigue siendo un movimiento integrado por caciques de todos los colores, a los que nadie puede domesticar. Mientras Andrés Manuel López Obrador fue su dirigente, aunque fueran de chile, dulce y manteca, todos se alineaban.

Apenas el tabasqueño los dejó para ser candidato y luego Presidente, se armó la rebatinga, que el 6 de junio cobró su primera víctima en la persona de Claudia Sheinbaum, quien no sólo perdió la ciudad y la mayoría en el Congreso local, sino que ni siquiera pudo mantener Tlalpan. Y si bien hubo traiciones internas, la culpa es totalmente de ella, por la imposición de pésimos operadores y candidatos. ¿Por qué busca justificar la derrota en otros factores y no asume que el haber puesto a Héctor Ulises García como su operador electoral, y haberse entregado a los brazos de René Bejarano, desafiando a Ricardo Monreal, le cobraron factura?

También impuso a Dolores Padierna en la Cuauhtémoc; a Gabriela Osorio en Tlalpan y a Carlos Castillo en Coyoacán, por ejemplo, pese a no ser los mejores cuadros. Todos ellos fueron apaleados por la oposición, que sí supo ganarse a la aspiracionista clase media.

A la jefa de Gobierno le pusieron un dique no sólo en las alcaldías capitalinas del poniente, sino también de los municipios mexiquenses de esa zona, con el regreso del corredor azul. La pérdida de esa canasta de votos la pone en clara desventaja para 2024. En breve perderá la comodísima mayoría lograda en Donceles hace tres años; ahora va a tener que negociar con la oposición hasta la compra de unos lápices.

Que nadie se engañe, las pocas alcaldías que Morena pudo retener fueron donde hubo menos participación ciudadana, como en Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco. Ahí ganaron con su estructura de acarreados.

Porque donde más gente votó —Benito Juárez, Cuajimalpa y Miguel Hidalgo— los ciudadanos apalearon al partido oficial. De cinco alcaldes morenos que quisieron reelegirse, cinco perdieron; los dos que ganaron —Xochimilco y GAM— están impugnados por evidentes transas.

Tan vergonzosa fue la derrota, que diputados que controlan la coordinación del grupo parlamentario, como Eduardo SantillánValentina Batres y José Luis Rodríguez, por ejemplo, perdieron en las urnas. Santillán no pudo obtener la alcaldía de Álvaro Obregón; los otros dos no lograron el apoyo popular para reelegirse. Algo presentían, pues se anotaron en la lista de plurinominales.

Es de pena ajena que Batres (vicecoordinadora), Isabela Rosales (expresidenta de la Mesa Directiva), Temístocles Villanueva y Yuriri Ayala, entre otros, hayan sido rechazados en las urnas y tengan que colarse por la puerta de atrás para seguir cobrando en Donceles.

Morena quedó resquebrajado en la capital, donde cada quien busca salvarse como pueda, incluyendo a la jefa de Gobierno.

Centavitos… Por cierto, hoy es el gran día en que se conocerá el primer informe oficial que peritos noruegos hicieron sobre la tragedia en la Línea 12 del Metro. Aunque sólo es el primero, empezará a dibujar quién puede dejar de soñar con el 24.

Periodista, especializado en política de la CDMX. Editor y columnista

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