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Investigación

Aceptan morenos ser transas

Somos honestos, no vulgares ladrones, repetían casi a diario, pero se les vino abajo el teatro.

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No tardaron en chillar los diputados de Morena, luego de probarse que desde hace más de un año tienen a sobrinos, esposas, amigos y parientes cobrando sin trabajar en la nómina de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Primero decían que eran infundios y calumnias, e incluso amenazaron con demandar a quienes los calificaron de corruptos e “inventar” que en la ALDF sus familiares cobraban sueldos que van mucho más allá de la justa medianía.

Somos honestos, no vulgares ladrones, repetían casi a diario, pero se les vino abajo el teatro y ya quedó claro que con los dineros del pueblo no sólo mantienen, sino dan vida  de reyes a su parentela.

Hoy aceptan sus corruptelas, pero dicen que los demás hacen lo mismo, y es muy cierto.

Los otros partidos no andan simulando ser honestos y por debajo de la mesa le clavan las uñas al presupuesto; son rateros y ya, al igual que los morenos, así que nada de cambio verdadero.

Ahora que fueron exhibidos, los pejistas meten la cola entre las patas y su coordinador, Arnulfo Cravioto, jura y perjura que ya envió un oficio a la Oficialía Mayor para que causen baja inmediata todos los parientes de sus diputados en nómina.

Pero antes habría que preguntarle si era necesario que pasaran 19 meses —la mitad de la legislatura— para darse cuenta de que sus diputados tenían de aviadores a los parientes.

También si será suficiente con tramitar sus bajas o será necesario cancelar las plazas para que su bancada no tenga la tentación de usar prestanombres y seguir sangrando a la ciudad, porque si eran aviadores no hacen falta.

Según la estructura de la ALDF, Morena tiene 207 empleados que fungen como asesores de los diputados, aunque ninguno trabaja en sus comisiones, por lo que no van.

Para los morenos todo el que no comulgue con sus ideas o los critique es un vendido; es un hijo de Peña Nieto o de Mancera, pero se niegan a explicar, por ejemplo, el sueldazo de gente como Jesús Salazar Vázquez.

Este angelito aparece en la nómina de Cravioto como asesor con 108 mil 633 pesos al mes. O sea, gana más que los diputados e incluso arriba del jefe de Gobierno. Es más, ni Obama gana eso… menos ahora.

Pero en la nómina morena hay otros dos nombres que llaman la atención. Uno es Marcos Gil González, asesor jurídico de la Asociación Civil Benita Galeana, identificado como gente cercana a Martí Batres.

El otro es Houssein Take Roaro, quien por ser recomendado del Mesías dispone de 42 mil pesos mensuales, que seguramente dirá que “son apoyos del pueblo”.

Por cierto, un moreno que hace poco reclamó seriamente que se involucraran sus apellidos en la nómina de Donceles es el exdelegado en GAM Francisco Chíguil, esposo de Beatriz Rojas Martínez, vicecoordinadora de Morena.

“Te reto a que me compruebes que yo o alguien de mi familia cobra en la ALDF, y si fuera así me voy (aunque no trabaja ahí)”, dijo hace un par de meses.

Pues ahí están los nombres, firmas y sueldos de Andrés Chíguil PuchetaStefani Cortés Rojas y María de Lourdes Ramírez Martínez, por citar sólo a tres de los parientes que cobran en la ALDF con su esposa Bety Rojas.

Si le suenan esos nombres a Chíguil, ¿verad?

CENTAVITOS… Mañana arrancan las vencidas de fin de semana entre Morena y el PRD para ver quién tiene más músculo. Se supone que el domingo es el límite para los perredistas que quieran irse con López Obrador. Salga como salga el evento, lo único seguro es que ni estarán todos los que son, ni serán todos los que están.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/04/07/1156409

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