Investigación
Ahogan asentamientos a suelos de conservación
La CDMX pierde muchos pulmones mientras la mancha urbana gana terreno.
Jorge X. López
La Ciudad de México tiene 867 asentamientos humanos irregulares en zonas de conservación ecológica. Así lo revela el más reciente inventario con corte a 2015.
Las invasiones representan el cambio de uso de suelo en 2 mil 869 hectáreas de bosques, de acuerdo con datos de las secretarías de Medio Ambiente (Sedema); de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), y a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT).
Esa área se localiza principalmente al sur y sur poniente de la Ciudad y se distribuye entre nueve delegaciones políticas.
Aunque algunos datos proporcionados por las dependencia varían, todas coinciden en que Xochimilco, Tlalpan y Milpa Alta son las delegaciones con más invasiones registradas.
También Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalena Contreras y Tláhuac enfrentan cambios en el uso de suelo de sus zonas ecológicas.
El único dato de cuántas personas habitan en estos lugares lo proporcionó la Seduvi, pero únicamente para Cuajimalpa y Xochimilco, que en conjunto albergan a 28 mil 179 familias en áreas prohibidas para asentamientos.
Xochimilco, según información de la Sedema, tiene 914 hectáreas invadidas, de ellas 449 se ocuparon entre el 2000 y el 2015, en este mismo periodo pasó de 296 a 308 asentamientos irregulares. Precisamente en el 2000 fue cuando se celebraron las primeras elecciones para jefes delegacionales.
La historia se repite en Tlalpan, entre 2000 y 2015 se incrementó en 370 hectáreas los suelos con asentamientos irregulares y aumentaron en 74 el número de éstos; perdió en total 903 hectáreas de bosques.
Para Milpa Alta y Tláhuac sólo se tiene información hasta el 2012, del 2000 hasta ese año, la primera mantuvo sus 122 invasiones que ocupan, hasta hace cinco años, 268 hectáreas.
Tláhuac pasó de 74 a 84 asentamientos que ocupan 213 hectáreas, sin embargo, esta delegación tiene la segunda mayor tasa de crecimiento anual con 6.6 por ciento; la mayor la tiene Álvaro Obregón con el 10.3 por ciento entre 2000 y 2015, en ese periodo incrementó únicamente en tres sus asentamientos irregulares, pero de 12 hectáreas pasó a 52.
La Sedema resalta que el número de asentamientos humanos irregulares ha permanecido relativamente constante, pero reconoce que la superficie ocupada ha crecido significativamente.
También identifica otro problema que dificulta la recuperación de las áreas invadidas o reubucación de las invasiones y es la acelerada consolidación de los asentamientos irregulares.
Foto: Twitter @tmullergarcia
