Aunque de dientes para afuera todo mundo en la alianza Por la Ciudad al Frente dice que están a muerte con Alejandra Barrales y Ricardo Anaya, la realidad es que al interior de los grupos perredistas cada vez cuaja más la idea de “salvar la casa” a como dé lugar.
Ante el embate de Andrés Manuel López Obrador, los grupos que sienten que está en riesgo su territorio ya decidieron dejar en libertad a sus simpatizantes de que voten por el tabasqueño para Presidente, pero por el Frente para elegir a alcaldes y diputados. Incluso, están dispuestos a darles también la libertad de votar por Barrales o por Claudia Sheinbaum, como les dicten sus conciencias, pero no por todos los candidatos de Morena en cascada.
Y parece que eso ha caído bien en algunos territorios, porque los militantes que quieren apoyar a El Peje se sienten cómodos con la libertad que les dan de hacerlo, e incluso entusiasmados porque castigan a los candidatos morenos con los que no comulgan.
Mientras el voto diferenciado se promueve en los territorios amarillos, el Gobierno de la CDMX ha dejado descobijada a Alejandra con los recursos, pues hay serias diferencias con su equipo de campaña.
Dicen que el propio Miguel Ángel Mancera consideró como un agravio que su enviado a la campaña, Julio César Serna, no sea tomado en cuenta en las decisiones.
El excoordinador de asesores de Mancera llegó al equipo de Barrales hace más de tres meses para hacerse cargo de la campaña, así se vendió. Si bien es cierto que está en las juntas, también lo es que su opinión no pesa en absoluto.
El exjefe de Gobierno ha tomado eso como una descortesía, pues Julio César era su enviado personal y lo han ignorado. Como el mensaje es que no lo necesitan, la respuesta gubernamental es que tampoco requieren sus apoyos.
Es un secreto a voces que en la campaña de Barrales escasea el dinero, porque incluso algunos empresarios que tradicionalmente la apoyan, no están convencidos de ir con la candidata frentista, precisamente por cómo se manejan las cosas en su equipo. Parece que en la actualidad hay un gran distanciamiento entre el PRD orgánico y Mancera, pues ambas partes se dicen “decepcionadas” porque los acuerdos internos a los que llegaron en este proceso electoral no se están cumpliendo.
Las tribus aún se quejan por el mal gobierno del exfuncionario, que les representa una pesada carga en los territorios, y porque no las escuchó cuando le manifestaron que no dejara a José Ramón Amieva, de quien desconfían por su color moreno. Y será el sereno, pero el desgreñe entre manceristas y perredistas orgánicos está perjudicando la candidatura de Barrales, quien cada vez luce más solitaria en su encomienda, a pesar de que la siguen invitando a recibir calor en las plazas.
CENTAVITOS… Y hablando de campañas, si bien es cierto que Barrales trabaja intensamente, también lo es que su estrategia se asemeja más a una contienda interna, porque sus esfuerzos los dirige básicamente a los perredistas, como si tratara de ganárselos, cuando en realidad debería enfocarse en los panistas y en la clase media, que son quienes le pueden dar posibilidades de triunfo. El tema se ve cuesta arriba, pero aún falta el tercer debate y Alejandra ya demostró que es buena para eso… Rudo juegan los morenos en la CDMX, pues circulan en redes videos que culpan a Clara Brugada y Armando Quintero de mandar a cerrar en Iztapalapa e Iztacalco, respectivamente, las llaves de las válvulas de agua, para así fomentar el descontento ciudadano. Ahí sí no se vale; por unos votos, matar de sed a los capitalinos.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/alejandra-queda-a-su-suerte/1244518
