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AMLO, bandera e himno

¿Será que tenemos un Testigo de Jehová en la Presidencia del a República?

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Hugo Morales Galván

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llega a las ceremonias públicas. A su lado se colocan los secretarios de la Defensa, el de Marina y alguno otro más si no es que su esposa Beatriz Gutiérrez. Adustos y serios, los militares hacen el saludo castrense al lábaro patrio como lo señala la ley en la materia, y entonan el Himno Nacional. AMLO, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas ni saluda ni canta, a pesar de ser obligación constitucional.

Nadie le ha preguntado el por qué de ese desdén a los símbolos nacionales. Sea ceremonia pública o solemne su actitud es la misma. Su esposa le imita. No así su hijo menor, Jesús, que en las ocasiones que acompaña a su padre, respetuosamente se pone en posición de firmes, coloca su mano derecha en el pecho con la palma hacia abajo y entona el Himno Nacional. Y si lleva alguna gorra puesta –como sucedió hace tres semanas en un estadio de béisbol — se la quita.

¿Qué tendría de malo que AMLO no salude a la bandera nacional ni cante el Himno Nacional? Mucho. Es una violación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) que juró respetar, y de la cual deriva la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional. Si la legislación lo impone y el Presidente lo incumple, la señal es simple: se puede violar la ley y no pasa nada.

El artículo 14 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, señala que: “El saludo civil a la Bandera Nacional se hará en posición de firme, colocando la mano derecha extendida sobre el pecho, con la palma hacia abajo, a la altura del corazón. Los varones saludarán, además con la cabeza descubierta. El Presidente de la República, como Jefe Supremo de las fuerzas armadas, la saludará militarmente”.

Por si fuera poco, el artículo 9, indica que “En festividades cívicas o ceremonias oficiales en que esté presente la Bandera Nacional, deberán rendírsele los honores que le corresponden en los términos previstos en esta Ley y los Reglamentos aplicables; honores que, cuando menos, consistirán en el saludo civil simultáneo de todos los presentes, de acuerdo con el Artículo 14 de esta misma Ley”.

La Ley que data del 8 de febrero de 1988, reformada el 30 de noviembre del 2018, es clara. El Presidente de la República como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, deba de realizar el saludo militar a la bandera. Le guste o no.  ¿Por qué no lo hace? ¿Qué se lo impide? Nada salvo que su religión se lo prohíba. Salvo que es Jefe del Estado mexicano, un Estado laico.

En alguna ocasión se le preguntó que religión profesaba y se declaró cristiano, “profundamente” identificado con Cristo. Pero se negó a decir qué variante del cristianismo es la que hace suya.

Vale la pena recordar que proviene de Tabasco, donde proliferaron grupos y sectas religiosas de distinto tipo. Desde los años 30, se instalaron, y después se asentó el poderoso Instituto Lingüistico de Verano (ILV), una entidad del cristianismo protestante evangélico, vinculado a la familia Rockefeller y a la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), para realizar labores de adoctrinamiento político/religioso. López Obrador creció en un ambiente de profunda influencia de las sectas religiosas.

Influenciado por ese entorno es que AMLO no desaprovecha ocasión de sus conferencias o giras de trabajo para asumirse como un Pastor que habla del bien y del mal e incluso regaña a quienes asisten a misa los domingos habiendo violado alguno de sus mandamientos.

López Obrador viola la ley sobre Bandera e Himno nacional de manera flagrante. Huecas quedan sus palabras y sus llamados a respetar la ley, si el primer indicado para hacerlo es el primer transgresor.

De las sectas y religiones que prohíben a sus adeptos cualquier saludo a un lábaro patrio o entonar un himno nacional, están los Testigos de Jehová. Esta secta fundamentalista y profundamente conservadora, rechaza la diversidad sexual (le llama impureza sexual), el aborto, el servicio militar, el voto, el saludo a la bandera, el canto del himno y el juramento de lealtad a la patria. Fundamenta su postura en un pasaje del Éxodo (20,5), según el cual: “No te fabricarás imágenes ni te inclinarás ante ellas ni las servirás”.

¿Será que tenemos un Testigo de Jehová en la Presidencia del a República?

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