‘AMLO me pidió que no me fuera de Morena’

Por Adrián Rueda

De última hora recibí una llamada de Miguel Ángel Mancera, me había estado buscando pero yo estaba fuera y andaba desconectado. Me dijo: ¿Ricardo, no has pensado en la posibilidad de que te inscribas como externo y te incorpores a esta lucha?

Yo le dije: No creo.

P.- ¿Mancera te apoyó para la candidatura?

R.- Cuando en diciembre se lanzó la convocatoria para la selección interna de candidatos donde se inscribieron

Salomón (Chertorivsky), el doctor (Armando Ahued) y Alejandra (Barrales), él me sugirió que me inscribiera. Ese día que me habló, él lo sabe, no miento, no es infidencia porque lo hemos platicado. Ese día no me localizó, era un sábado o domingo, y yo le respondí el lunes. Le dije: una disculpa, estaba desconectado, en un lugar que no había teléfono, ví tu mensaje hoy, tus llamadas.

Sí, te estuve llamando, me dijo… Le dije no, no son los tiempos, incluso le dije: yo ya hablé con Andrés, me voy a quedar en Morena.

Monreal habla en sus oficinas de la Condesa –prestadas, dice él, porque las de General Prim resultaron dañadas por los sismos.

P.- Lo que estás diciendo tiene mucho fondo. Si el jefe de Gobierno, que es el jefe político que tuvo poder de decisión sobre la candidatura te dice que te inscribas, es porque quiere que ganes, ¿no?

R.- Yo se lo agradecí, era una posición importante y dijo: mira, te van a buscar en el partido. O sea, siempre cuidó mucho sus expresiones. Es muy cuidadoso, pero me dijo: deberías pensar para inscribirte, y yo le dije: primero te agradezco y al partido también le agradezco, pero siento que ya no tengo ánimo, no les sirvo y tomé la decisión de quedarme en Morena.

P.- ¿Con todo y formalidades, Mancera te estaba diciendo que eras tú, no Alejandra o alguien más?

R.- Cuidaba las formas.

P.- No las cuidemos ahorita, la interpretación era: Ricardo, ¿anótate porque tú vas?

R.- Me invitaron.

P.- ¿Bueno, pero tú ibas?

R.- Pero ya era tarde. Ah, esa es la cosa. Ya había pasado.

P.- ¿Te podían hacer ganar pero ya no quisiste tú?

R.- Esto no lo había platicado nunca, pero cuando en agosto o septiembre hablé con los dirigentes del PRD, del PAN y del Movimiento Ciudadano -me reunía con ellos-, mi exigencia era: decidan rápido porque si no, no va a haber forma de ganar la ciudad.

P.- ¿O sea, no entraste porque no te decidieron?

R.- No decidieron, esa es la verdad, ellos lo saben.

P.- ¿Si hubieran decidido tu serías ahorita el candidato al Frente?

R.- Es probable porque no había hablado con Andrés, te estoy hablando de agosto-septiembre. Ya cuando hablé con Andrés se desechó toda la posibilidad.

P.- ¿Ya habías hecho el compromiso de seguir en Morena?

R.- Les dije: ya no puedo porque tengo palabra y le di mi palabra a Andrés Manuel de que me quedaría en Morena. No tengo nada, quizá ya me retire, pero me voy a quedar en Morena. Quizás ya no les sirvo y además ahí adentro les voy a generar un conflicto. Yo veía con mucha certeza que era Alejandra, ¿quién podría ganar en un mes si ella tenía posicionada años como candidata?

P.- Mancera ganó así, en las encuestas de un mes a otro ganó la candidatura, supongo que si te decía eso es porque él sabía cómo se puede hacer y lo ibas a ganar ¿no?

R.- Yo le agradecí a él y le agradecí al partido, pero son cosas que sucedieron. Ya no me metí, no me he metido a la ciudad.

P.- Pero era el sueño de tu vida en ese momento ¿no?

R.- Sí, era mi sueño y es una faceta de mi vida porque la ciudad va a ser una ciudad muy difícil de gobernar y yo lo sé. O sea, no es fácil la campaña pero va a salir. La presencia de Andrés es muy fuerte, la inteligencia de Claudia es irrefutable, pero es una ciudad con mil cabezas de pesadilla, mil cabezas de fieras. O sea, la ciudad está en un mal momento, la ciudad requiere de serenarla y de darle una sacudida realmente.

P.- Mucho se habló que incluso en Los Pinos empujaron porque tú fueras el candidato del Frente en la CDMX, que al PRI le convenía y que el propio Presidente dijo: vamos con Ricardo y al final apoyamos, ¿es cierto?

R.- Hubo interés

P.- ¿O sea, si fue cierto?

R.- Sí fue cierto, hubo canales de comunicación.

P.- ¿Tú hablaste con el Presidente?

R.- No, hubo canales de comunicación de muchas partes de alto nivel. También en octubre-noviembre se intensificaron pero ya había tomado la decisión y no me arrepiento. Me siento muy tranquilo porque ahora es el momento más importante de mi vida pública, tengo muchos años participando en la política, en la vida pública y para mí este es uno de los momentos de más dicha.

P.- Supongo que haces bien en ubicarte en la realidad actual, pero yo insisto, como dijera el clásico: ¿la tuviste, fue tuya y la dejaste ir?

R.- Hay un libro que debes leer, te lo voy a mandar, es el libro de 3.0, bueno, hay un libro que escribí sobre la ciudad. Me emocioné mucho porque es una ciudad increíble, la gente de esta ciudad es verdaderamente heroica.

P.- Eso todos lo sabemos y tú también lo sabes, pero no te me salgas… Si el jefe de Gobierno dice: lánzate de última hora, es porque tú vas, y si el Presidente dice: lánzate, ¿es porque tú serías el candidato?

R.- Sí.

P.- ¿Y luego? Es que describes tan bonito la ciudad que me imagino que te hubiera encantado gobernarla.

R.- En la política la palabra se ha descuidado mucho. Antes yo recuerdo, yo tengo 40 años de participar en la vida pública, la palabra del político y la palabra del hombre público valía aunque no se escribiera y siempre se cumplían compromisos y acuerdos. Hoy la política se ha venido deteriorando por los políticos y por eso la gente ha dejado de creer en la actividad política.

P.- Se daba por hecho que tú serías.

R.- Cuando se juntaron todos (los del Frente), después de que yo había insistido que si no se definían… incluso fijé fechas de cuatro a seis semanas de plazo. Ellos me dijeron dos semanas y les dije que mejor de cuatro a seis para que se madurara la idea e hiciéramos el proceso interno; yo participo y todos participan. No se decidieron.

Yo ya hablé con Andrés en octubre y cuando esto llega, lo del doctor Mancera, hacia el mes de diciembre, cuando es el proceso, a través del partido y me llegan los vasos comunicantes de Presidencia de la República; del Gobierno, del  PAN, de otros que pudieron haber constituido el eje central de toda la oposición contra Morena, yo ya había tomado una decisión: le había dado mi palabra a Andrés.

P.- ¿O sea, eso fue lo que te impidió aceptar? R.- Eso fue lo que me impidió. Te digo una palabra textual, te la repito, cuando nos reunimos me dijo: te invito el día 20 de noviembre para que me acompañes, iremos juntos a la reunión del Auditorio Nacional, voy  presentar el plan de gobierno. Yo le dije: Andrés no, tengo que enfriarme. O sea, te lo estoy diciendo, así fue. Y me dijo: ¿pero puedo anunciar que te quedas? Sí, le dije, tienes mi palabra.

P.- ¿Dejaste tus sueños políticos de entonces por tu palabra?

R.- Sí, por mi palabra.  Si tiene mi palabra de que me voy a quedar, entonces ya lo demás era lo de menos.

P.- Pero cuando tú dejaste se ser opción para Morena en la ciudad, sonaste muchísimo, todos daban por hecho que tu ibas a ser el candidato del Frente, de la actual alianza por la ciudad. Estabas en los punteros, ¿quién en específico no te dejó pasar?

R.- Mira, platiqué en el Frente antes de esta conversación con Andrés. Por los meses de agosto y septiembre estuve platicando con el PAN, con el PRD, Movimiento Ciudadano…

P.- ¿Con las tribus, o con quién?

R.- Sí, con todos, estaban de acuerdo todos, al final no se definían. Primero Alejandra Barrales, que la respeto y que ella no aceptó.

P.- ¿No te dejó pasar?

R.- No me dejaron pasar y yo lo ví con mucha claridad que había en el gobierno un sector que sí me apoyaba, pero había también otro que no quería y dentro del PRD también, y dije: no tiene caso, voy a ir a dividir a un partido. En el PAN sí había casi mayoría que estaban de acuerdo y en Movimiento Ciudadano también, pero no se pudo transitar. Te estoy hablando antes de la conversación de Andrés. Entonces ya no le moví porque sentí que no había la posibilidad y hablé con Miguel Ángel Mancera como jefe político; aunque no era militante, pero tenía una influencia y tiene una influencia extraordinaria.

P.- Bueno, pero tú le debes una explicación a mucha gente en la Ciudad de México que le vendiste a la idea que tu ibas a ser el candidato a jefe de Gobierno, que creyó e incluso hizo campaña porque ibas a dejar Morena y que al final les fallaste, por lo que sea.

R.- Es un punto de vista que yo respeto, pero te voy a decir lo que pasó.

En la decisión final que yo tenía el ofrecimiento de un grupo de partidos para ser candidato de la oposición, luego de la encuesta (de Morena) que para mí siempre la cuestioné -no cambio de opinión-, creo que fue un ejercicio que fue desafortunado. Sin embargo, hice una encuesta particular antes del 20 de noviembre, lo recuerdo muy bien, para preguntarle a la Ciudad de México, que es a la que me debía, si debía mantenerme en Morena o debía buscar ser candidato por otro partido para contender para jefe de Gobierno. La encuesta salió 62 por ciento que no, treinta y tantos que sí; es decir, la gente no quería que enfrentáramos a una alternativa como Morena que la gente la veía, y la ve, como la esperanza para la transformación del país.

Por eso no quise. Sí lo expliqué, lo comenté en dos o tres medios, no suficientemente porque me retiré en diciembre y hasta febrero me volví a incorporar.

P.- A ver, tú cuestionas las elecciones internas en tu partido, ¿crees en las encuestas de Morena?

R.- Mira, yo creo que uno de los mecanismos de selección de candidatos que son las encuestas, estatutariamente aceptadas en Morena, deben de ser revisados. Una vez que concluya el proceso electoral de julio, creo que es una de las asignaturas pendientes que tiene en Morena de revisar su mecanismo, sus procedimientos de selección de candidatos. Yo no voy a rechazar, a negar o ahora a retractarme de lo que dije. Yo creo que ese es el talón de Aquiles, y que será el talón de Aquiles en el futuro de la vida y la fortaleza de Morena.

P.- Tú sabías que ese era el mecanismo de elección, ¿pero en conclusión crees en las  encuestas que hizo Morena para seleccionar a sus candidatos?

R.- Creo que no es el único método, creo que no fue exacto porque no hubo transparencia, en su momento lo dijimos. Ahora, a toro pasado, yo te digo que es una de las asignaturas pendientes de Morena la revisión de procedimientos de selección de candidatos.

P.- Entenderé que quieres decir que no crees en las encuestas de Morena.

R.- No creo en las encuestas.

P.- Bueno, y si no crees en las encuestas, debo entender que sus resultados no son reales. Y si no es lo que realmente quería la gente, ¿quién te bajó de la candidatura en Morena? ¿O quién te dijo no vas?

R.- Mira, en la propia encuesta donde yo señalo la posibilidad de irme del partido, no salí bien en el sentido de que la gente no quería que me fuera de Morena. Lo sentía cuando salí a los estados. La gente me lo decía en la calle, me decían cuando caminaba en  la ciudad: “no se vaya de Morena, quédese en Morena, no estamos de acuerdo con lo que pasó pero tampoco nos vamos a dividir”. Es decir, la gente fue muy sensata en la Ciudad de México…

P.- No, pero ¿por qué te quedaste en Morena si te maltrataron? ¿Cuarto lugar detrás de Mario Delgado, eso sí clienta, no?

R.- Ya ahora estoy muy frío, sí claro, te calienta…

P.- ¿No es un maltrato?

R.- Sí, a lo mejor. Yo le atribuí, e incluso hasta le puse nombre, a la nomenclatura. La nomenclatura no quiso que yo llegara. Sin embargo, al tiempo yo te diría que ahora he pasado ese episodio, estoy ayudando, deseo que gane Morena en la ciudad y que gane el país. Yo estoy muy tranquilo porque entiendo que lo necesitamos todos y que ahora es el momento de la unidad para que Andrés Manuel sea presidente y para que gane la ciudad.

P.- En las columnas políticas se filtró que cuando quedaste fuera, hubo una reunión privada con Andrés Manuel. Que tú llegaste enojado a su oficina cuando se dio a conocer la encuesta y que te dijo: “Nos ganaron, Ricardo”, ¿es cierto?

R.- No, no es cierto. La entrevista que tuve con él fue hacia finales de octubre, platicamos sobre todo el proceso.

P.- ¿Le reclamaste?

R.- Sí.

P.- ¿Cómo se lo dijiste?

R.- Te voy a platicar -no lo he platicado con nadie-, él y yo solos estábamos platicando.

P.- ¿Dónde fue? ¿Te acuerdas?

R.- Fue en un domicilio particular, no fue en la carretera. Nos sentamos, conversamos y me dijo: Ricardo, entiendo cómo estás, fueron sus primeras palabras. Pero te pido que no te vayas, no te debes de ir porque este movimiento lo hemos construido. Tú has sido parte de la fundación y nos tenemos que mantener.

Y en un momento sí le dije: a ver Andrés, ¿por qué ese trato? ¿Por qué la encuesta? ¿Por qué la falta de transparencia de un ejercicio que nos hubiera dejado satisfechos a todos?, ¿y por qué perdí yo la posibilidad de estar en las preferencias ciudadanas en las encuestas?

Me dijo textualmente: Ricardo, aunque no me lo creas, yo no me metí, no me encargué del proceso; no lo hice yo.

Pero tú eres el dirigente nacional, le dije, y seguramente siendo la Ciudad de México es lo más importante. Y me dijo: yo te doy mi palabra de que yo no me metí. Entonces le dije: Mira, si ese es el argumento prefiero dejar el asunto y darle vuelta a la página. O sea, yo tengo mis dudas.

P.- ¿O sea, no le creíste?

R.- Sí le creí porque tiene autoridad moral conmigo: Le dije: Mira, me voy a quedar Andrés, aunque no me des nada. Me refiero a que me ofrezcas una posibilidad política. Aunque no tenga nada me voy a quedar porque yo fundé Morena y porque quiero ser parte de la historia de transformación de este país que tú vas a llevar a cabo.

Me hizo dos o tres ofrecimientos y le dije: No en este momento Andrés, porque me siento lastimado y creo que me debo de enfriar, entonces voy a dejar la delegación el mes que entra como fue mi compromiso y el año que entra veremos.

Esta fue nuestra conversación, fue una conversación larga, una hora más o menos, y no lo había platicado nunca, con nadie conversé lo que te estoy diciendo.

O sea, todo eso lo comentamos ampliamente Andrés y yo. Nos entendimos y nos reencontramos. Obviamente yo estoy trabajando en la segunda circunscripción, no me he metido a la ciudad, no he obstaculizado la ciudad, quienes confiaron en nosotros les he pedido que se sumen a la campaña de Claudia de Morena. No hay ningún resentimiento de mi parte, soy un hombre tranquilo y estoy muy bien con la esperanza de que ganemos la Presidencia de la República.

P.- ¿Te castigaron por no pelearte con Mancera como jefe delegacional? ¿Te castigó Andrés Manuel? ¿Morena?

R.- Yo te diría que quizá dentro de los sectores de Morena, no me queda ninguna duda que molestó. No sé si a Andrés porque no lo hemos tocado.

Pero cuando tuve una relación institucional con Mancera o con el Gobierno para búsqueda de recursos de la Delegación, no se ve bien y yo no creo que eso sea correcto, yo creo que todos tenemos que tener una relación con todos, nos necesitamos todos.

P.- Si tú y Andrés Manuel son tan unidos, tan hermanos, ¿por qué te jugó chueco en la ciudad? ¿Ya lo perdonaste?

R.- Mira, en la política yo he entendido siempre que está hecho de circunstancias y las circunstancias no me permitieron, esa es la verdad. Hubo muchas circunstancias adversas que me impidieron que yo tuviera en ese momento la confianza plena para encabezar y soy un hombre público, o sea entiendo muy bien. No tengo resentimiento, no tengo nada, soy muy feliz, me siento muy contento haciendo mi trabajo y estoy aportando todo lo que tengo de capacidad y de estrategia para que ganen Andrés Manuel y los candidatos de Morena. Desde octubre le di la vuelta a la página y deseo que Claudia y todo el equipo de candidatos a delegados ganen en la ciudad.

*Checa el video de la entrevista en el canal de Youtube de El Influyente, búscala como ‘Revelaciones de Monreal’.