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Investigación

Andrés Manuel pactó con Zedillo

Si gana la Presidencia de la República, AMLO destruirá a Morena para que no le estorbe, asegura Marco Rascón.

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Por Adrián Rueda

Ex guerrillero en Chihuahua, desde adolescente, y ex proveedor de armas a los sublevados de Lucio Cabañas en los 70, Marco Rascón Córdova, candidato a la Jefatura de Gobierno por el Partido Humanista, asegura que en Andrés Manuel López Obrador pactó en 1996 con el presidente Ernesto Zedillo las reformas estructurales que hoy rechaza.

Dice que a sabiendas del pacto de López Obrador, en ese tiempo presidente de nacional del PRD, decidió protestar con una máscara de cerdo en la Cámara de Diputados, durante segundo informe presidencial de Zedillo.

“Fue una especie de suicidio político”, señala el aspirante humanista al gobierno de la CDMX, al recordar ese acto que, según él, ni sus compañeros avalaban, pues no le avisó a nadie de lo que iba a hacer, pero no podía permitir que El Peje vendiera a la izquierda.

P.- No eres ningún político improvisado, pero el clímax de tu carrera fue cuando te pusiste una máscara de cerdo en el segundo informe de Ernesto Cedillo. Te robaste el show y luego qué pasó, creo que hubo unas represalias, ¿no?

R.- Fue una especie de suicidio político.

P.- ¿Por qué?

R.- Porque me enfrenté a toda la clase política.

P.- ¿Tú solo?, ¿nadie te dijo?

R.- Nadie me dijo, fue solitito. Esto fue el resultado de todo un proceso interno, era una discusión dentro del propio PRD, ahí surgen las diferencias con Andrés Manuel López Obrador por su pacto con Ernesto Zedillo.

P.- ¿AMLO intentó acabarte?

R.- Cualquier cosa que tuviera que ver con el 88 y con cosas de fuerza propia de organizaciones, la misión de López Obrador, su idea -hoy lo vemos al paso del tiempo- era destruir a la izquierda desde adentro. Mientras Salinas de Gortari se dedicó a asesinar a 600 perredistas, Zedillo pensó en otro esquema de contrainsurgencia y fue comprar a los liderazgos empezando con Andrés Manuel López Obrador.

P.- ¿O sea que Zedillo compró a Andrés Manuel?

R.- Pon tú que no haya sido comprado, pero sí la coincidencia y la complicidad en contra del propio PRD -era presidente del partido-, en contra de lo que era el Programa Alternativo. La complicidad de la política económica, la complicidad en la idea de hacer una reconstrucción del clientelismo una vez que López Obrador llega a ser Jefe de Gobierno, y a partir de ahí hay una cantidad de diferencias que yo las fui documentando a través de mis entregas periodísticas a lo largo de 20 años.

P.- A ver, está dando el informe Ernesto Cedillo y tú apareces con una máscara de cerdo y lo interrumpes…

R.- Porque ahí se iba a anunciar uno de los acuerdos de López Obrador con Zedillo, que era las reformas estructurales para privatizar PEMEX, Ferrocarriles y CFE.

P.- ¿Las mismas reformas de las que ahora se queja Andrés?

R.- Claro.

P.- ¿Él las promovió con Zedillo?

R.- Si revisan el texto del discurso del informe presidencial de Ernesto Zedillo ahí están anunciadas las reformas estructurales, y ya había una complicidad del PRD a través de López Obrador, de que en ese Informe no iba a haber ninguna protesta al momento de anunciar eso.

P.- ¿A cambio de qué?

R.- Supuestamente de que el PRD se incorporara ya a la vida política como parte de la clase política normal.

P.- Supongo que tu acción le echó a perder ese negocio a Andrés.

R.- Por eso se me dejaron venir todos encima durante décadas, y por eso los únicos que me acusan y me dicen cerdo son los lopezobradoristas.

P.- ¿Después de eso te reclamó Andrés Manuel o nada más te dejó ver que estabas tachado?

R.- No, yo a partir de ahí prácticamente estaba defenestrado, ni me saludaba nadie en la Cámara de Diputados.

P.- ¿Te quitaron el habla?

R.- Pues imagínate que les puse un espejo, el presidente en ese momento no sabía que era la máscara ni lo que eran los carteles porque él estaba a mis espaldas.

P.- ¿O sea que no te veía?

R.- Él estaba abajo, pero yo estaba enfrente de todos y yo a él nunca lo tomé de interlocutor. Yo estaba increpando y le estaba poniendo la máscara a todo el Congreso y entonces ahí viene Víctor Flores, el de los ferrocarrileros, a quitarme la máscara. Me agrede, aparece Irma Serrano, suspenden el Informe y se arma el griterío, pero entonces el enojo de López Obrador es porque ellos habían llegado a un acuerdo.  Con la aprobación de Andrés Manuel y de algunos de los diputados de ahí del PRD, me querían mandar a Italia y era para que no estuviera yo en ese informe.

P.- Pero después de eso se empodera Andrés Manuel, ¿no?

R.- Se empodera; entonces surge el lopezobradorismo.

P.- ¿Y quedaste fuera de la política?

R.- Se perdió un político pero se ganó alguien en la cocina (tiene un restaurante de comida mediterránea desde hace 20 años en la Colonia Roma).

P.- Nunca has dejado de ser un luchador social, aunque sea desde las letras…

R.- Bueno, y aquí mismo ayudando en todo lo que se pueda, solidarizándome con muchas luchas y entendiendo lo que ha sido la nueva agenda sobre todo de los jóvenes, medio ambiente, movilidad; los temas del agua, de la sustentabilidad, muchos de los temas de la seguridad también. Y bueno, aquí

por la Colonia Roma hemos sido también víctimas mucho de esta situación de inseguridad.

P.- El ingeniero Cárdenas dijo que va a votar por ti. Cuando lo de la máscara y te excluyó AMLO, ¿Cárdenas no tenía la fuerza como para apoyarte?, ¿no se lo pediste?

R.- Él fue la única voz que salió en mi defensa. Estaba en mi derecho como diputado cuando todos estaban casi casi planteando mi expulsión del PRD por el asunto de haber contravenido lo que era una decisión en ese entonces, del Pacto de Transición o la transición pactada.

P.- ¿O sea, como un Pacto por México que tanto ataca, nada más que como él lo encabezaba estaba bien?

R.- Sí.

P.- Es de lo que se queja hoy, ¿no?

R.- Cuando se dice que es un asunto de personalidad, pero aparte de reducción, que es la idea de la política y los cambios, ahí está Andrés Manuel. Yo creo que con el resultado que vaya a haber el próximo primero de julio, yo digo que ni siquiera necesita de nadie. Él ya ganó y, por lo tanto, ya podemos decir que yo ya me declaro parte de la oposición.

P.- Aunque estabas fuera del partido nunca dejaste de ser observador, ¿qué pasó con el PRD en la época lopezobradorista hasta antes de que él se fuera a su partido?

R.- Su fraccionamiento. Cuando él llega como presidente del partido en 1996, él le otorga derechos extraordinarios a los grupos y a las tribus que eran de presupuesto y más, y ahí es donde se fracciona. Se hace esta estructura de las tribus, el que les da la fuerza a las tribus es Andrés Manuel.

P.- ¿Él es el que crea prácticamente las tribus o las oficializa?

R.- ¿Quién era el segundo de López Obrador en la planilla originalmente? Eran López Obrador y Pablo Gómez; un día amanecimos con que ya no era Pablo Gómez y era Jesús Ortega. Quien levanta a Jesús Ortega y hace a Nueva Izquierda es Andrés Manuel. Y ahora se queja de Los Chuchos, pero esa es la realidad, que me digan dónde quieran el terreno, en el que quieran, el debate que quieran, si es cierto o no es cierto.

P.- ¿Tú ya no militas en el PRD?

R.- No, yo renuncié hace cuatro años

P.- ¿Y cómo ves, a la lejanía, lo que fue eso que levantaron con tanto esfuerzo y muertes, y ahora al PRD que se convirtió?

R.- Yo creo que hubo parte de una gran necesidad, que es cómo reconstruimos la fuerza democrática que hizo posible estos 21 años desde el gobierno con Cuauhtémoc. Hasta la fecha ese es un tema, que es con qué valores, con qué programa, con qué proyecto entramos y no es de que sea el mismo porque la cuidad y la realidad ha cambiado también. Hay una nueva agenda en la sociedad pero reconstruir en base a valores esenciales por los cuales peleamos para democratizar la ciudad, yo creo que es uno de los temas importantes.

P.- Y si arrasa Morena y pierde el PRD, ¿qué va a quedar de ese partido, ya no digamos en el país, sino aquí en la ciudad?

R.- Yo creo que en la ciudad y en el país, estamos viendo el final de este sistema de partidos como lo conocemos, porque yo no veo muchas posibilidades de una reconstrucción propiamente del PRD, de la cohesión. Me parece que todos sus lazos están sumamente debilitados pero también del PAN, que está hecho pedacitos; el PRI también está hecho pedazos. Yo digo que pude ser más a encaminarse a la construcción de dos bloques e ir a una especie de bipartidismo.

P.- ¿Como en EU?, que interesante que lo diga alguien como tú…

R.- Hay que estar un pasito adelante y hay que imaginárselo.

P.- Muchos de tus compañeros que fundaron el PRD, si no es que la mayoría, están ahora en Morena. ¿Morena es la nueva izquierda?

R.- Lo que pasa es que hay una diferencia, el PRD se hizo después de un proceso de unidad y de tratar de construir una fuerza común; Morena es resultado de una escisión. Es el sentido inverso totalmente, por eso López Obrador más bien ha tripulado. Tripuló en 1988 la construcción del PRD originalmente; tripuló a la izquierda y hoy cambia toda la izquierda por una alianza con la derecha. ¿Cómo va a ser la coherencia programática del próximo gobierno con Germán Martínez, con Manuel Espino, con Ifigenia Martínez con El Yunque. Con el PES, con los evangélicos? Pasamos de una idea de neoliberalismo económico a un neoliberalismo bíblico.

P.- ¿La izquierda como tal se perdió?

R.- Lo que estamos viendo tanto en la ciudad como en el país es un giro a la derecha, y se quedó el país también sin una alternativa distinta (…)

P.- ¿Tú no crees que si gana López Obrador hay riesgo de que esto se convierta como en un Venezuela?

R.- No, a diferencia de Venezuela aquí está la sociedad y, sobre todo, si algo desorganiza y está desorganizado es Morena; es decir, lo que se conjuga alrededor de Andrés Manuel es alrededor de Andrés Manuel. Andrés Manuel nunca organiza, no organiza su ciudad, no organiza movimientos, al contrario.

P.- ¿Andrés Manuel es Morena?

R.- Es llenar el Zócalo; es individualmente. Te vas y te subes, pero todo lo que es una verdadera estructura de movimientos, a diferencia de lo que fue el Movimiento Democrático Nacional, que fue lo que dio origen al propio PRD. Eran movimientos que venían desde la lucha armada; cristianos progresistas, movimientos sindicales, los del 68, los del 71. Los movimientos agrarios, campesinos, estudiantiles, el CEU, etcétera. Todo eso era lo que integraba el movimiento y le daba un cuerpo y la idea de un proyecto político alternativo. Morena puede ser el primer partido efímero que sirva únicamente para una elección.

P.- ¿Sin su líder se acaba el partido?

R.- Si llega a la Presidencia, lo primero que va a ser es destruir a su propio partido.

P.- Me comentabas que muy chavito en Chihuahua te iniciaste en la guerrilla y que provías armamento

R.- En 1970-71.

P.- ¿Cómo operaban?, ¿por qué te metiste a esto?

R.- En Chihuahua era un momento muy especial, cuando yo entro a primero de secundaria, entrábamos a la Universidad de Chihuahua.

P.- ¿Cuántos años tenías?

R.- Doce años.

P.- ¿Eras un mini guerrillero?

R.- Cuando entramos a la secundaria se da el asalto al cuartel de Ciudad Madero, el 23 de septiembre de 1965; yo tenía 12 años. Ahora en Chihuahua estaba y la Universidad y toda la vida escolar estaba relacionada con las luchas agrarias, luchas sindicales muy importantes. Había una gran efervescencia política y ahí nos toma también 1968 y otros tipos de movimientos desde 1967, que nos hace ver la ciudad el 2 de octubre y el 10 de junio como la única salida que tenía nuestra generación para poder cambiar al país. Nosotros desde muy chicos entramos, fuimos llamados.

P.- ¿Fue una lucha ideológica que terminó en las armas porque era el cambio que ustedes veían?

R.- El gobierno tenía una posición absolutamente autoritaria; ser joven casi era un delito. El asunto de todo el movimiento estudiantil como una vocación democrática, pues fue masacrado. La Plaza de las Tres Culturas, el 10 de junio cuando hay un intento de regresar a la vida pública y hay una manifestación en San Cosme aparecen los halcones, que finalmente eran una espacie de guardias para militares creados por el gobierno para reprimir ese movimiento.

P.- ¿Ese movimiento te tocó en la capital?

R.- No, allá en Chihuahua.

P.- ¿Estuviste en la cárcel?

R.- Estuve tres años y medio en la penitenciaría de Chihuahua, luego me vengo aquí y entro a estudiar a la Escuela Nacional de Economía de la Universidad Nacional, todavía no era Facultad; estamos hablando del 1976.

P.- Famosa por generar grillos…

R.- La Escuela de Economía tenía como esencia el estudio de El Capital de Carlos Marx,  más todas las interpretaciones. Pero quien me recibe es el grupo de la revista Punto Crítico, en el que estaban Raúl Álvarez Garín, Adolfo Sánchez Rebolledo, Rolando Cordera, Pepe Woldenberg y muchísimos de los intelectuales que hacían la revista.

NACE SUPERBARRIO

P.- Demos el brinco hasta los sismos del 85, que ahí es donde surge el personaje de Superbarrio, ¿ahí es donde inicia tu lucha como líder social aquí en la ciudad?

R.- Yo empecé desde 1982 a formar las primeras organizaciones de inquilinos en el Centro Histórico y en Tlatelolco; formé una organización que era muy conocida a nivel popular en el Centro y que era la Coordinadora de Cuartos de Azotea de Tlatelolco. Yo organicé a los cuartos de azotea con un compañero que ya murió, Antonio García, y de ese momento nos llevó a estar presentes al momento que del sismo del 1985.

Nosotros ya teníamos pequeñas organizaciones, había una coordinadora inquilinaria en las colonias Guerrero, Santa María la Rivera, Doctores, Martín Carrera, etcétera, y eso fue el nacimiento de la Coordinadora Única de Damnificados como parte la emergencia, parte lo que fueron los campamentos y después del sismo hasta marzo de 1986 en Tlatelolco. Y termino para principio de 1987 con un trabajo que había generado más de 3 mil viviendas nuevas, luego llegó la gente a decir que quería una vivienda y abrí un censo, que se hizo masivo y surgió la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México; yo le pongo Asamblea de Barrios, en nombre es mío.

P.- ¿Y de ahí nació el personaje?

R.- Cuando yo me vi totalmente solo, con una cantidad de problemas y responsabilidades,  construí un dirigente que estaba por encima de mí, que fue Superbarrio.

P.- De ahí surgieron varios liderazgos, como el de René Bejarano y muchos otros…

R.- La Asamblea de Barrios es una especie de bisagra entre 1985 y 1988; es decir, en 1988 el resultado y la fuerza de todo el Movimiento Democrático no se puede entender sin el 85,  por lo que significó en términos de organización popular y muchas organizaciones, más de 600 colonias y barrios organizados. Eso, al momento de entrar en relación con la Corriente Democrática de Cuauhtémoc Cárdenas se politiza, se desarrolla, y se vuelve la base política de todo lo que fue el origen incluso del propio PRD. Ahí también empiezan a entrar otros grupos como el de La Nueva Tenochtitlán, donde estaban Rene Bejarano, Dolores Padierna y otros muchos movimientos urbanos que se fueron también adhiriendo a lo que sería el movimiento de 1988.

MANCERA SE QUEDÓ SOLO

P.- Finalmente regresaste, aunque de una manera breve, a la administración pública en el gobierno de Miguel Ángel Mancera. En el PRD, en la izquierda, y en general la ciudadanía califican mal al gobierno de Mancera, ¿tú cómo lo calificas? Lo culpan incluso de tener al PRD ahorita hasta abajo y ser un peso para Alejandra.

R.- Yo creo que cometió una cantidad de errores grandes, que los dijimos desde adentro; no quiero pasar como alguien que ya está afuera y entonces dice todas las cosas malas. Yo hice una carta a Mancera antes de postularme, ya para salir, porque era decir cuáles eran mis motivos también de irme por la vía independiente para el Constituyente o para Jefe de Gobierno. Uno de los grandes problemas que tuvo fue el tema de la comunicación; no supo hablar con la ciudadanía, pero tampoco con las fuerzas políticas. O sea, se encerró, se encapsuló o lo encapsularon y se quedó atrapado.

A la hora de la explosión de todos los intereses por las cosas de la sucesión no tenía un cuerpo político realmente para poder enfrentar eso; sus amigos eran relativos, la agenda, su manera de manejar el gabinete como grupo Montessori en el sentido en que cada quien podía hacer lo que quisiera, o cada quien traía su propia agenda. O sea, creo que le hizo perder coherencia sobre muchas cosas, creo que hizo cosas importantes que tienen que ver en términos de la movilidad. Y creo que uno de los grandes aciertos, y no es porque yo haya estado, pero lo que medio equilibró y fue la parte mejor calificada es la Secretaría de Cultura. Puso una cantidad de festivales y se tuvo relación y comunicación, ya fueran de Morena o del PRD, con todos platicamos y tratamos de hacer políticas públicas.

A todo mundo se le apoyó como se pudo sin el asunto de los membretes; ni siquiera el PRI, que si Antorcha Campesina quería el teatro para hacer concursos de declamación y oratoria, a todo mundo tratándoselas del desarrollo de la cultura fue muy abierto. Eso no estuvo correspondido con la parte política, y lo que más se le acusa son todas las cuestiones de una asociación mal habida con el sector inmobiliario. Creo que tenemos que  pensar en el sector inmobiliario como una fuente de inversión, pero creo que a él se le tachó de complicidad y de ser parte de los intereses de ese desarrollo.

P.- ¿Se quedó solo al final?

R.- Muy solo, ahí en esa parte de soledad yo te la pondría, después de que él anuncia que ya no va como candidato y que el único que está detrás de él es el ingeniero Cárdenas, que es el respaldo y la estabilidad de un proceso de 21 años, el ingeniero Cárdenas no está ahí. Por eso creo que a la hora de que nosotros tratamos de reconstruir o de poner en el debate lo que fue del proyecto Una Ciudad para Todos de 1997, lo podemos decir de acuerdo con la infraestructura de la ciudad: el eje central es Cárdenas.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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