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Investigación

Bancos, un peligro para su dinero

Tan solo en el primer trimestre de 2018, la Condusef recibió 2 millones 216 mil 197 reclamaciones de usuarios de la banca, lo que significó 6% más que en el mismo periodode 2017.

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Por Alejandro Zuñiga

[email protected] / Twitter: @TuFantasma

Si usted, como este escribidor, es de quienes pensaban que un banco es el lugar más seguro para resguardar su dinero y evitar robos, lamento decirle que se equivoca.

Todos sabemos que los bancos ya no representan, como antaño, una opción para ahorrar y aumentar su patrimonio, al contrario, se han convertido en los lugares donde más se pierde y se roban el dinero de los mexicanos.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), reveló que cada vez hay más cuentahabientes qur sufrimos abusos y pérdidas económicas en las instituciones financieras.

Tan solo en el primer trimestre de 2018, la Condusef recibió 2 millones 216 mil 197 reclamaciones de usuarios de la banca, lo que significó 6% más que en el mismo periodode 2017.

Los bancos más grandes y con más clientes concentraron el 86% de esas reclamaciones: Santander,  578,395; Banamex,  571,183; Banorte,  327,825; BBVA Bancomer, 264,025, y HSBC México, 159,032.

Hay, además, cientos de miles de cuentahabientes que por ignorancia, temor o falta de tiempo no reclaman y se resignan a que los bancos les roben su dinero.

Lo que no informó la Condusef es cuántas reclamaciones ganan los cuentahabientes, pero todo mundo sabe que los bancos gozan de un altísimo nivel de impunidad.

Les cuento mi caso.

La semana pasada uno de mis hijos me solicitó, urgente, un préstamo para evitar ser penalizado por el vencimiento de término para adquirir un auto.

Acudí a mi sucursal Banorte más cercana, llené el formato para hacer una transferencia a la cuenta bancaria requerida, pero ¡oh, sorpresa! y chasco que me llevé.

El empleado que me atendió, me dijo: “su cuenta aparece congelada y el banco la dio de baja por inactividad. Tiene que ir a la sucursal Prado Norte, en Las Lomas, para disponer de su dinero”.

¿Por inactividad? pregunté, “pero mi tarjeta tiene vigencia 2022”, repuse. “Es raro, reconoció el empleado, pero eso marca el sistema”.

Insistí: “Es una emergencia, necesito disponer del dinero o sufriré una penalización.

Lo siento, repuso el empleado, “el problema viene de la matriz donde abrió su cuenta y aquí no puedo hacer nada”.

Al otro día, después de hora y medio de traslado, me apersoné en la sucursal Prado Norte. Ahí, quien dijo ser subgerente, Héctor Perea, me recibió 20 minutos después de que llegué.

Le expliqué lo insólito de la congelación, mi urgencia y le pedí activara mi cuenta que, por error, se había “dado de baja”.

Me pidió identificarme, requirió mi tarjeta de la cuenta que, al dársela, le subrayé: “me la expidió el banco y vence en 2022”, pero me recetó la misma letanía que en la sucursal Narvarte: “se congeló y se dio de baja esa cuenta”.

Le expuse: “el que no haya hecho movimientos en un año, no quiere decir que ustedes puedan disponer del dinero, en este instante lo necesito por una emergencia ¿Qué puedo hacer?”.

“El procedimiento, es dirigirnos una carta solicitando la devolución y, en cinco días hábiles le daremos respuesta. Son procedimientos internos inviolables”, me sentenció.

Pedí hablar con el gerente de la sucursal, “alguien que tome decisiones y pueda resolver”, pero respondió: “El gerente está de vacaciones, soy el subgerente y no hay nada que hacer”.

“Oiga -repuse- mi tarjeta está vigente, no media orden judicial para boletinar mi cuenta, mis estados de cuenta reportan saldo a mi favor, ustedes no tienen facultades para congelar el dinero de nadie y menos sin ser notificado previamente. Están violando la Constitución y mi garantía de audiencia”.

“Tiene usted razón -respondió con descaro Perea- está en su derecho de quejarse ante la Condusef, pero no puedo violar los procedimientos internos de Banorte”.

En ese momento entendí que un banco, por normatividad interna, puede colocarse, sin problema, por encima de la Constitución y violar los derechos de cualquier ciudadano.

El caso es que no pude disponer de ese dinero que gané en mi anterior empleo y, con fervor, acumulé en Banorte para contar con recursos a fin de responder a una contingencia.

El próximo miércoles, en este mismo espacio, espero poderle contar en qué va esta historia, porque hoy 22 de agosto expira el plazo de cinco días que Banorte, por sus fueros, se concede para explicarle a un cuentahabiente qué hizo con su dinero.

Pero también le diré qué vi, oí y cómo me fue en la Condusef; qué dice la Ley de Instituciones de Crédito -que no se reforma desde 2010- y cuándo se va el dinero de un cuentahabiente a la asistencia pública.

Le diré también cuántos miles de millones ganan los bancos por cobro de comisiones -aunque manejen mal las cuentas-, por penalizaciones y omisiones del cuentahabiente.Hasta entonces, apreciable lector.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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