Adrián Rueda
Aunque el artículo 22 de la Constitución Política de la Ciudad de México faculta al Congreso capitalino revisar y, en su caso, hacer una nueva división territorial —si así lo juzgan conveniente— de las 16 alcaldías, se ve la manota que hay detrás.
Su huella es más que clara, si se considera que quien promueve la iniciativa —que, por cierto, dividió al grupo y lo enfrentó con Claudia Sheinbaum— es la diputada Yuriri Ayala, famosa hace seis años por haberse inventado un título profesional cuando en realidad era fósil de la UACM, donde, en diez años, no tenía ni la tercera parte de los créditos.
Pero lo importante no es su vida académica, sino que Yuriri es una de las alumnas consentidas de René Bejarano, que es quien, en realidad, busca una nueva división territorial, para ver de cuántas alcaldías puede apropiarse.
Si promueve la subdivisión de Iztapalapa y Gustavo A. Madero, por ejemplo, es porque actualmente no le alcanza para disputar esos territorios como están; si se parten, ya hasta tiene tiradores.
En Iztapalacra —como la bautizara Miguel Ángel Mancera— ya calienta el brazo la eterna aspirante bejaranista Aleida Alavez, quien siempre ha sido relegada en cada elección interna.
Y en Gustavo A. Madero ni se diga, pues ahí tiene trabajando a todo lo que da a su hermano Elio Bejarano, que si bien es concejal con Francisco Chíguil, no trabaja para él, sino para La Liga de la Justicia.
Lo que en realidad quiere el viejo profesor es disputarle a Sheinbaum parte del control de la capital, y es por eso que la jefa de Gobierno salió de inmediato a atajar que no vería con buenos ojos una nueva división política en la CDMX.
Aunque ayer tuvo que matizar un poco sus declaraciones al recordar que la Constitución les da esa posibilidad a los diputados, que tendrían como límite el próximo 19 de diciembre para dar ese paso… si es que se atreven.
La oposición de Claudia a esta posibilidad no es nueva, pues así se los hizo saber a los diputados al inicio de la legislatura, donde incluso estuvo Alejandro Encinas, hoy subsecretario de Gobernación.
El problema moreno es que no tienen la seguridad de completar los números para aprobar ¡otro artículo transitorio! al 22 constitucional, que les permita posponer la subdivisión.
Para muestra, llevan tres intentos fallidos para lograr que el pleno les apruebe la reforma a los transitorios en materia de Planeación, Programas de Gobierno y Derechos Humanos. ¡Hay tiro!, dijera el clásico.
CENTAVITOS
Y hablando de Iztapalacra, Clarita Brugada decretó ley seca toda la Semana Santa, lo cual estaría bien si no fuera porque hace cuatro años que eso no ocurría; desde Jesús Valencia. La orden vino a raíz del muerto de la semana pasada en el carnaval de Santa María Aztahuacan, lo cual refleja una total ausencia de autoridad, pues Clarita no camina en el territorio. Quizá debería pedir consejo a su odiada antecesora, Dione Anguiano, que, con todo y borrachos, mantuvo el orden.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/bejarano-empuja-nuevas-alcaldias/1306834
