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Capital Político

Bejarano queda fuera

El fin de semana se reunieron las principales tribus del partido a fin de proponer sus alianzas.

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El llamado del PRD nacional a armar un Frente Amplio Opositor para sacar al PRI de Los Pinos en 2018 provocó escozor entre las corrientes más pequeñitas del partido, que ven  cómo sus ilusiones políticas de sobrevivir se esfuman sin remedio.

De entre toda la pedacería, llama la atención la posición de René Bejarano, líder de la minitribu de Izquierda Democrática Nacional, quien llamó a los perredistas a una rebelión en contra de la propuesta de su dirigencia.

El fin de semana se reunieron las principales tribus del partido a fin de proponer su política de alianzas electorales para 2018, y la mayoría coincidió en que el sol azteca debe ir en un frente amplio en el que quepan todos los partidos excepto el PRI.

A diferencia de la ocasión anterior, cuando en una conferencia de prensa la perredista  Alejandra Barrales anunció con el panista Ricardo Anaya que ambos partidos irían juntos y fue vapuleada, en esta ocasión estuvo la plana mayor amarilla.

Representantes de todas las corrientes, incluso la del propio Miguel Ángel Mancera, coordinada por Héctor
Serrano
, respaldaron la iniciativa y se mostraron dispuestos a empujarla hasta el final.

El tema no es menor, pues si bien el propio Mancera ha estado hablando desde hace tiempo de un Frente Amplio, la mayoría piensa que si el PAN forma parte del grupo llevará mano en la designación del candidato presidencial y el jefe de Gobierno no sería el favorito.

Por eso es importante que haya enviado a su principal operador político a avalar la idea de ir juntos con las fuerzas políticas que se quieran sumar, incluyendo a Morena, pero con la condición de que primero se arme un proyecto y después se elija a quien lo encabezaría.

Está claro que esta decisión no le gustó nada a las fuerzas marginales del PRD, y es el caso del grupo de Bejarano, porque una alianza amplia le tira el juego a él de convertirse en la bisagra de una posible elección tanto a nivel federal como local.

Y es que aunque lidera una tribu en desgracia, los pocos consejeros que pudiera tener en el partido serían valiosos en una votación cerrada para las candidaturas, lo que le significaría la oportunidad de una buena venta electoral, que lo pondría de nuevo en el candelero.

El hecho de que en la elección participen fuerzas políticas externas no sólo lo deja anulado, sino con el inminente riesgo de volverse a quedar con las manos vacías y, ahora sí, desaparecer del mapa.

Amenaza veladamente con irse a Morena —donde todo mundo sabe que ya está desde hace rato—, aunque sabe muy bien que ahí tampoco tendrá cabida, pues los lugares más importantes están copados, además de que nadie presumiría una alianza con él.

Y sobre su llamado a los perredistas de a pie a desconocer a su dirigencia nacional y votar a favor de Andrés Manuel López Obrador, sabe perfectamente que ningún  dirigente de peso le haría caso.

La razón es que una alianza amplia obtiene un peso político que hoy ya no tiene el PRD por sí solo, y el hecho de que haya más apoyos les da oportunidad de, al menos, conservar sus territorios y de obtener algunas posiciones en el reparto.

Así que Bejarano se queda solo y su alma.

CENTAVITOS… Y hablando del Frente Amplio, por supuesto que aunque el origen sea para ir en contra del PRI por la Presidencia de la República, también influirá en la lucha por impedir que Morena se apropie de la Ciudad de México. Ahí tendría mano el PRD para elegir candidato local, por lo que tendría que ir viendo un perfil, de preferencia orgánico, pero que pueda ser bien visto entre los panistas. Habrá que buscar quién tiene un cartel presentable, y a la vez que no sea tachado por la militancia albiazul.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/06/27/1172138

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