Pa’ los toros del Jaral, caporales de allá mismo, dice un sabio refrán mexicano y eso queda perfecto con la tunda que Morena le propinó al PRD en la capital de la República, al grado de desaparecer prácticamente a ese partido. El tsunami que se le vino encima a los perredistas no se lo esperaban ni los más catastrofistas, pues estaba presupuestado que perderían la Jefatura de Gobierno, algunas alcaldías y varios distritos, pero no que serían arrasados. De haber obtenido cada tres años desde 1997 la mayoría en la ALDF-con excepción de 2015, donde tuvieron tres curules menos que Morena-, los perredistas pasarán a ser parte de la chiquillada, abajo del PAN y del mismo tamaño del PRI. El partido en el Gobierno no ganó uno sólo de los distritos, pues de 33 locales, Morena se llevó 31 y dos el PAN; de los 24 federales los morenos acapararon 23 y el otro fue también para el blanquiazul. Los demás partidos, incluyendo al PRD, no ganaron uno solo, por lo que tendrán que conformarse con lo que les toque de las listas plurinominales, que los convertirá en meros espectadores, con un papel prácticamente testimonial.
Con sus 31 distritos y nueve plurinominales, Morena tendrá la mayoría simple y necesita solamente de cuatro diputados más para completar las dos terceras partes, que le daría la mayoría absoluta para hacer lo que se le viniera en gana sin pedir permiso a nadie más.
Ningún partido en la historia de lo que ha sido la Asamblea Legislativa del DF, que a partir de septiembre próximo pasará a ser el primero Congreso de la CDMX, ha acumulado tanto poder como el que detentarán los morenos. Teniendo la Jefatura de Gobierno y el Congreso bajo su control, Morena podrá reformar leyes y reglamentos a placer, y con el apoyo del Gobierno Federal que también quedó en sus manos, tendrá la libertad de llevar el barco a donde se le antoje.
Ni uniendo fuerzas PAN-PRD y Movimiento Ciudadano, que fueron aliados en las elecciones, podrán oponerse a nada, pues con los 10 panistas, cinco perredistas y uno del MC simplemente no existen. Lo más triste para los perredistas es que, habiendo alimentado a Morena y a su líder, sea precisamente este partido el que los sepulte y los mande a un lugar entre la chiquillada, que es algo así como un partido satélite.
Aunque también el PAN perdió una de sus dos delegaciones, su voto duro en la capital le alcanzó para conservar los mismos diez diputados, que es el número con los que actualmente cuentan en Donceles.
Cambios, y más cambios
- El año pasado, los actuales diputados aprobaron la conversión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) a el primer Congreso de Ciudad de México, como parte de las normas secundarias de la Constitución de la Ciudad de México.
- La ALDF cierra sus puertas el 17 de septiembre del 2018.
- En la nueva Legislatura desaparece la Comisión de Gobierno, que será sustituida por una Mesa Directiva y un Órgano de Coordinación Política (la cual podrá encabezar Morena por ser la primera fuerza política).
- La presidencia de la Mesa Directiva será rotativa y durará un año, incluyendo los periodos extraordinarios. No podrá depositarse simultáneamente en representantes del mismo partido político.
- Actualmente, la ALDF tiene 38 comisiones ordinarias, 16 especiales y 10 comités, mientras que en el Congreso se tendrán 31 comisiones ordinarias y nueve comités.
- El Congreso trabajará en dos periodos ordinarios: del 1 de septiembre al 15 de diciembre, y del 1 de febrero al 31 de mayo.
