Aunque en un inicio Hiram Almeida haría efectiva su renuncia a la Secretaría de Seguridad Pública capitalina el 31 de julio próximo, de último momento decidió enviar un “alcance” al presidente Enrique Peña Nieto para irse el próximo día 20, que es el viernes.
Debido al vacío que su dimisión generó por haberla anunciado con un mes de antelación, Almeida se vio obligado a adelantar su marcha, toda vez que en la Policía de la CDMX nadie, absolutamente, atendía ni la más mínima instrucción de su parte.
Además los mandos policiacos ya se empezaron a coordinar con Raymundo Collins, quien será el próximo titular de la SSP local a más tardar el próximo sábado, toda vez que se sabe —extraoficialmente— que Peña Nieto ya aprobó su nombramiento.
Cabe señalar que tanto el que se va como el que llega deben tener el visto bueno del Presidente de la República, pues constitucionalmente la Policía Preventiva y la Procuraduría de Justicia de la capital dependen de él.
Esta situación cambiará a partir de la entrada de la próxima jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, pues debido a la pasada Reforma Política del DF aprobada en 2016, la designación de ambos mandos recaerá en la administración local.
El martes pasado José Ramón Amieva, jefe de Gobierno sustituto de Miguel Ángel Mancera, dio a conocer que Collins ya estaba celebrando reuniones extraoficiales con subsecretarios, directores y demás mandos policiacos para delinear su plan de trabajo.
También dijo el gobernante que el futuro jefe policiaco había tenido un encuentro con Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del DF, para establecer una línea entre la Policía y ese órgano, a fin de trabajar de la mano.
Aunque aún no toma el mando, oficialmente, Collins ya se puso a trabajar y dicen en la SSP que lo primero que hizo fue leerles la cartilla a los jefes, y dejarles claro que en cuanto él llegue desaparecerán de inmediato los moches.
Que esa fue una de las principales instrucciones que le había encomendado el jefe de Gobierno y que no toleraría que los policías siguieran extorsionando a la ciudadanía para cumplir con los moches que sus jefes les marcaban.
Y es que para nadie es un secreto que, en lugar de agarrar a los malandrines, los uniformados se dedican a morder a quien se deje y descuidan la vigilancia, a tal grado que la delincuencia se ha apoderado de la capital.
Por mucho que cuando presentó su renuncia Hiram dijo que dejaba muy buenos números en materia de seguridad, nadie en esta capital está de acuerdo con ello y, por el contrario, consideran que ha sido la peor administración en este rubro.
Y pese a la opinión de todos sus detractores, Collins es un tipo que, al menos, le sabe, que en la corporación no le van a ver la cara y necesita dar resultados de inmediato, pues, igual en una de ésas, le puede llenar el ojo a la futura administración.
CENTAVITOS… Donde están que no caben de gusto es en el equipo cercano al diputado Leonel Luna, pues ayer integrantes del primer círculo de Morena reconocieron que el aún presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF tiene un pie en San Lázaro, pues prevén que el tribunal electoral dictamine que, efectivamente, el partido de El Peje tiene una sobrerrepresentación legislativa y haga un nuevo reparto de plurinominales entre los partidos derrotados. En primera instancia entraron solamente cuatro perredistas, pero como Luna está en el lugar cinco y se quedó a unos cuantos votos, dan por un hecho que ya está adentro.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/collins-llega-a-la-ssp-el-viernes/1253240
