Luis Eduardo Velázquez
El Congreso de la Capital CDMX se encuentra sumido en una crisis por la ingobernabilidad que predomina en la bancada del grupo mayoritario de Morena y conforme pasa el tiempo se empiezan a abrir varios frentes.
La principal muestra que han dado los legisladores de falta de gobernanza es el esconder la cabeza ante las decisiones que ha tomado el grupo mayoritario de Morena, en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) por sus medidas de austeridad.
Una de ellas y la más grave fue el despedir a 77 trabajadores de base sin una revisión puntual caso por caso, es decir, por venganza política. A los diputados de Morena les ganó la sed de venganza y avasallaron a empleados a quienes tarde o temprano los tribunales laborales les darán la razón porque pueden acreditar su trabajo en algunos casos por más de 20 años.
Salvo que los diputados de Morena se atrevan a cabildear con la Junta de Conciliación y Arbitraje de la CdMx para que les den la razón.
Ha transcendió que ya hubo un primer acercamiento de los diputados con los jueces, para diplomáticamente invitarlos a que les den la razón o habrá represalias.
Los diputados de Morena en el Congreso capitalino si pueden, pero no deben contravenir los principios de su partido y mentir.
Una de sus promesas de campaña, que incluso han sido ratificadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido el respetar a los trabajadores de base, no obstante, en el Congreso de la CdMx no ha sido así porque en un amparo promovido por los empleados, el Poder Legislativo respondió que desconoce a esas personas, lo que sustenta jurídicamente el despido injustificado y significa la base para el inicio de una demanda laboral colectiva.
El asunto podría parecer menor, pero lo que esconde de fondo es la falta de oficio político de la coordinación del grupo parlamentario de Morena que tras un encontronazo quedó dividido en un coordinador, Ricardo Ruiz, y dos vicecoordinadores, José Luis Rodríguez, y Valentina Batres.
Esa estructura amorfa está dando pie a la creación de “tribus” o “facciones” al interior del Congreso capitalino que tienden a descomponer no sólo el Congreso, sino el Gobierno de Claudia Sheinbaum.
Se avecina el segundo periodo ordinario del primer año legislativo del Congreso capitalino y no hay una agenda clara para reformar todos los pendientes que derivan del mandato constitucional.
A esta crisis habrá que sumar la que se vive en el Canal del Congreso, donde el periodista Ricardo Rocha sigue operando pero sin una certeza jurídica porque en el presupuesto de este año se cerraron los recursos para el canal y se creó un enlace de este medio público con Roberto Candia que ahora depende de Capital 21 en su totalidad.
A ello se suman otras irregularidades que serán visibles en las próximas semanas y tienen su origen en tomar decisiones a la ligera o derivadas de la chabacanería.
REINGENIERÍA DEL INFO CDMX
El Instituto de Transparencia y Acceso a la Información de la CdMx va por una reingeniería para sacar del rezago al órgano constitucional autónomo que ha sido renovado en este año.
El comisionado Arístides Guerrero trae entre manos la propuesta de crear ponencias para una mayor eficacia del trabajo institucional.
Además prevé reforzar las atribuciones del Instituto para acercarlo a la ciudadanía y cumplir con el Derecho a la Información de la Sociedad y una nueva cultura por la Protección de Datos Personales. Enhorabuena.
NOCAUT. El periodista Raúl Llanos, uno de los más destacados de la CdMx, se estrena en la comunicación social del Info CDMX y promete buena carrera en una área fundamental para comunicar con eficacia a la ciudadanía. Abrazos, no periodicazos.
