Por Luis Eduardo Velázquez
@CapitalMX_ / @LuisVelazquezC
Mientras Marcelo Ebrard vivía su autoexilio en 2015, Ricardo Monreal aparecía en la escena política de la CDMX.
Tras una buena campaña dinamitó al PRD en Cuauhtémoc, que estaba lleno de cuadros de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano.
Al asumir el poder le abrió las puertas a todos los cuadros que aún operaban para Ebrard; hasta quien le servía el café al ex Jefe de Gobierno de la CdMx estaba en el equipo del zacatecano.
Ahora que empieza un nuevo ciclo en la política de la CDMX con la hegemonía de Morena, la mancuerna Monreal-Ebrard se ha fortalecido.
Ambos tienen un común denominador: no se subordinan del todo a Andrés Manuel López Obrador, ganador de la elección presidencial en México.
Ebrard, al regresar a México, tuvo la encomienda de operar la circunscripción del norte, y Monreal, luego de curar sus heridas con López Obrador, aceptó ser el operador en la circunscripción que abarca su natal Zacatecas.
Los dos dieron espléndidos resultados donde la izquierda no figuraba y ello les permitió generar una buena cantidad de cuadros que por primera vez llegan a la Cámara de Diputados.
Tras el triunfo del 1
de julio, Ebrard logró ser el futuro canciller y Monreal obtuvo
la coordinación de Morena en el Senado. Los dos están pagados por López Obrador, pero ahora viene su juego hacia 2024.
Su primera muestra la dieron el miércoles pasado, cuando Monreal mandó todo su apoyo a Mario Delgado,
diputado federal electo de Morena para coordinar San Lázaro.
La mañana del miércoles pasado, Del- gado juntó a 85 legisladores de Morena para mostrar su músculo a López Obrador. Dolores Padierna, quien sigue en la batalla por la coordinación del partido en la Cámara de Diputados, se reunió al mismo tiempo con unos 35 legisladores. Para muchos la señal era clara, ese día se impondría Delgado con la fuerza de los nuevos seguidores de Ebrard y el apoyo de Monreal, pero se detuvo la votación.
La razón es que hay un factor en esta nueva forma de hacer política que la dupla Monreal-Ebrard no consideró: la equidad de género. Por ello, Padierna sigue viva y con altas posibilidades de erigirse en la coordinadora de San Lázaro, porque todos tienen claro que Porfirio Muñoz Ledo será quien presida la Mesa Directiva; sin embargo, si les sale la jugada, la mancuerna Monreal-Ebrard tendrán el poder del Congreso de la Unión, el único contrapeso a AMLO. Veremos si lo permite el tabasqueño.
Monrealistas
Ricardo Monreal será factor en la CdMx porque cuenta con un alcalde en Cuauhtémoc, Néstor Núñez, y tres diputados locales: Temistocles Villanueva, Emanuel Vargas y Esperanza Villalobos. El operador político de este grupo en la ciudad es Alberto Vanegas, a quien dejaron fuera del distrito 14 local por imponer a Carlos Hernández Mirón, uno de los políticos señalados por beneficiar al cártel inmobiliario de la CdMx.
Por ello, Sheinbaum también cederá espacios en su gobierno a monrealistas como Agustín Guerrero, Juana María Juárez y Donaji Alba, actual líder de Morena en la CdMx.
NOCAUT. Martí Batres recibió un izquierdazo con la designación de Er- nestina Godoy como líder de Morena en el primer Congreso de la CdMx, porque confiaba en que podía empoderar a su hermana Valentina Batres.
Periodista especializado en asuntos político-electorales de la CDMX; di- rector del diario digital Capital CDMX.
