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Investigación

CRIANDO CUERVOS / El derribo jurídico de la Línea 7 del Metrobús

Este corredor de transporte, legado del ex Jefe de Gobierno, ha servido para tener fe en que sí existe el tan traído y llevado Estado de Derecho en la capital.

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Por Javier Ramírez

El proyecto original de la Línea 7 del Metrobús se está cayendo, literal, gracias al Estado de Derecho que, lamentablemente para los capitalinos y en particular para quienes se transportan en la zona de Paseo de la Reforma, Miguel Ángel Mancera Espinosa nunca quiso respetar.

Desde la perspectiva del gobierno capitalino, seguramente mayo de 2018 quedará grabado como un mes de pesadilla para el transporte público y, obviamente, para los negocios que suelen acompañarlo.

Visto desde la tribuna de las organizaciones civiles y habitantes del corredor Calzada de los Misterios-Santa Fe, que se opusieron desde el inicio a la Línea 7 del Metrobús, mayo ha sido glorioso.

Lo que es un hecho es que este corredor de transporte, legado del ex Jefe de Gobierno -ahora en busca de fuero con una senaduría por Chiapas-, ha servido para tener fe en que sí existe el tan traído y llevado Estado de Derecho en la capital.

El ridículo para la administración capitalina es que el resultado del actuar de los jueces pone orden en el proceder del gobierno central de la Ciudad de México, y hace dudar que sea el bien común el fin que persigue con sus decisiones.

El 13 de mayo amanecieron tapados todos los anuncios instalados -muchos incluso antes de dar servicio los autobuses- a lo largo del trazo completo de la Línea 7 del Metrobús.

Al fin arrojaba resultados la demanda ante el Tribunal de Justicia Administrativa interpuesta por una residente de Polanco y por otro de Calzada de los Misterios respaldada por varios comités vecinales, que habían ganado semanas atrás.

El magistrado de la 4ta sala de ese Tribunal había decidido, luego de dos desacatos del gobierno para retirar los espacios publicitarios, ordenar hacerlo por medio de un actuario.

JC Decaux, la compañía francesa dueña Medios de Publicidad, la empresa con la que se firmó el Permiso Administrativo Temporal Revocable (PATR) para comercializar los anuncios, intentó conservar el negocio y tapó los carteles.

El viernes 18 de mayo el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) retiró todos los paraderos desde la Fuente de Petróleos hasta Santa Fe, que sería el servicio complementario que daría la Línea 7 del Metrobús.

Ese mismo día, en la Gaceta Oficial, se publicó la declaratoria de necesidad que modifica la del 21 de junio de 2016 que dio origen al proyecto de ese corredor de transporte, a cual establece que el servicio de Metrobús concluye hasta Campo Marte, ya no hasta Santa Fe.

La acción del Invea redujo en 60% el espacio publicitario al retirar 68 paraderos de los 127 que originalmente se habían planeado en todo el trayecto, desde Indios Verdes hasta la zona de los corporativos.

Termina Mayo, pero no lo problemas para la administración y el desastre que heredó el Jefe de Gobierno sustituto, José Ramón Amieva, pues el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sin buscar reflectores ni beneficio político, está demandando el cumplimiento de los acuerdos con la autoridad capitalina.

Esa dependencia federal está también demandando por la vía judicial el retiro de las estructuras donde se colocaron los anuncios, pero a lo largo de todo el Paseo de la Reforma.

Hizo una solicitud de modificación a la suspensión por violación a la autorización, ya que el gobierno de la Ciudad incumplió con las estaciones al colocar mobiliario publicitario que no estaba aprobado por el Instituto.

Esta petición no es nueva, pues desde el pasado 16 de marzo se hizo, pero quienes están al tanto del procedimiento calculan que haya noticias, no buenas para Amieva, antes de que concluya el primer semestre el año.

De confirmarse esto, la Línea 7 del Metrobús quedará sin paraderos y las consecuencias políticas a menos de un mes de las elecciones tendrá que asumirlas alguien.

Y no se percibe que Amieva esté en ánimo de meter las manos por su ex jefe, de hecho no se le ve ánimo para hacer algo, lo que sea.

Además, también se vislumbran demandas al gobierno de parte de JC Decaux, pues los cálculos que hacen los colonos es que el negocio proyectado a 10 años por 4 mil millones de pesos en publicidad se redujo a mil 800.

Lo que parece un hecho innegable es que los opositores tuvieron razón: las sentencias las han ido ganando una a una y no tienen duda que el destino final de la Línea 7 del Metrobús será para Mancera Espinosa lo que la Línea 12 del Metro fue para Marcelo Ebrard.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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