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CRIANDO CUERVOS / El desdén de AMLO por el Legislativo

Que los presidentes del país envíen sus iniciativas al Congreso de la Unión, les tiren línea a los diputados, como popularmente se dice, y los hagan ver como simples levantadedos, al menos a los legisladores de sus propios partidos, no es para nada nuevo…

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Javier Ramírez

Entre algunos legisladores federales de Morena campea un tanto el desánimo, y otro poco la indignación por la forma como pretender utilizarlos el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Relatan que durante las reuniones que han sostenido con el titular del Ejecutivo Federal para revisar los avances de la agenda legislativa, éste les ha dicho que no se preocupen por legislar, porque desde el Poder Ejecutivo les hará llegar todas las leyes que se necesitan.

Algunos, si bien no han  mostrado su molestia y enfrentado a su jefe político, si han sugerido que quieren desarrollar la labor por la cual fueron elegidos: crear leyes, proponer cambios a las que se presenten, o modificar las actuales.

A lo que López Obrador les insistió en que si querían ayudar a su gobierno y a la cuarta transformación, lo que debían hacer era trabajo de campo, territorial, que volvieran a ganar sus distritos; que siguieran como en campaña pues.

Esa postura del Presidente hacia lo que se supone es uno de los poderes autónomos que conformar el Estado mexicano tomó forma durante el mes pasado con el paquete económico de ingresos y egresos de la Federación que llegó a la Cámara de Diputados.

Y más recientemente con las iniciativas constitucionales que darían paso a la creación de la Guardia Nacional, pues está dando por hecho que pasarán y ya hasta comenzó a conformarla, a reclutar, e incluso ya la puso al frente de la lucha contra el robo de combustible.

Que los presidentes del país envíen sus iniciativas al Congreso de la Unión, les tiren línea a los diputados, como popularmente se dice, y los hagan ver como simples levantadedos, al menos a los legisladores de sus propios partidos, no es para nada nuevo.

El Revolucionario Institucional lo hizo, Acción Nacional igualmente lo práctico, y el PRD en la entonces Asamblea de Representantes y luego Legislativa, también sucumbió a los designios de sus verdaderos jefes políticos: los gobernantes en turno.

¿Por qué entonces molesta y se critica tanto la misma actitud de López Obrador hacia los diputados y senadores de su propio partido?

Por lo que él ha pregonado sobre sí mismo y lo que será su gobierno: un verdadero cambio, no simulaciones.

Y ciertamente debe ser una decepción para muchos de sus correligionarios en el Poder Legislativo, pues si bien es cierto que ganaron en buena medida por aparecer al lado de López Obrador en espectaculares y volantes, varios aspiran, a por lo menos, tener un desempeño digno como diputados, pocos, pero los hay.

Y en cuanto a la Guardia Nacional, muy seguramente será aprobada a mediados de este mes en San Lázaro, tendrá la misma suerte con los Senadores y pasará a los congresos locales, pues por cómo han llevado las cosas desde Palacio Nacional, que la avale el Congreso de la Unión, francamente para López Obrador debe ser lo de menos.

En esta y otras iniciativas en las que los morenos requieren de 2/3 partes de los votos, es decir, mayoría calificada, serán las negociaciones con los demás grupos parlamentarios para alcanzar los votos suficientes el tema más importante.

En la Cámara de Diputados se da como un hecho que contarán con apoyo del PRI, y de algunos diputados del PRD para lograr alcanzar esa mayoría indispensable para las reformas constitucionales.

Ya se vio, en el caso del Presupuesto de Egresos de la Federación, como el partido del sol azteca voto dividido, unos a favor y en contra, y en las que diputados como Héctor Serrano cada vez se ven más lejos de los amarillos y más cerca de sus antiguos compañeros, ahora en Morena.

Piquete de ojos

La próxima elección extraordinaria para la gubernatura de Puebla y sustituir a Martha Erika Alonso será una prueba adelantada para el gobierno federal.

Se antoja que el Presidente de la República muestre que realmente busca promover un cambio en el país y no busque incidir en la elección para favorecer a quien obtenga la candidatura de Morena.

Aunque si se toman los antecedentes en éste y otros varios asuntos, lo cierto es que no sorprendería que hiciera justamente lo contrario.

Tan sólo su declaración cuando la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación rechazó invalidar le elección donde ganó Alonso, se mostró no como un Presidente constitucional, sino a un jefe de partido.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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