Por Pedro Flores
La calle de Ayuntamiento, cuyos orígenes datan desde el siglo antepasado y que se atribuye el nombre al presidente Lucas Alamán, es una de las más emblemáticas y llenas de historia, en donde personajes como Emilio Azcárraga y su pléyade de artistas y periodistas son los principales actores.
La estación de radio XEW, cuya primera piedra del inmueble original en 16 de septiembre número 9, la colocó Enrico Caruso en 1919; su fundador fue Emilio Azcárraga Vidaurreta, un joven vendedor de radios RCA, pero no había radiodifusoras y a él se le ocurrió la idea de hacer una.
De esta forma, el 18 de septiembre de 1930 inauguró oficialmente dicha estación. Eran unos pequeños estudios, elegantemente decorados, con escupideras, como se acostumbraba entonces, grandes ventanales, muebles Art Déco, que detonó una calle que en ese tiempo era tranquila.
Los estudios de Ayuntamiento 54 fueron fundados en 1930, el 18 de septiembre. Por primera vez los micrófonos de la estación se abrieron y se escuchó la voz de Nicolás de la Rosa, que saludaba al público. Luego, La Marcha de la Alegría, el doctor Alfonso Ortiz Tirado, el guitarrista Francisco Salinas y otros artistas. En esa fecha se abrió la que iba a ser “¡La Voz de la América Latina, desde México!”
Se inició la vida comercial en esa calle y nacieron diversos restaurantes que fueron testigos de la historia artística y cultural de México, como el caso del Café La Esperanza, que ya no existe, pero estaba frente a las instalaciones de la mencionada estación de radio, y a donde acudieron muchos artistas a pedir fiado, cuando no eran calificados como estrellas; lo original, que el dueño no les cobraba.
¿Y saben por qué?, porque el viejo Don Plutarco, el dueño del local, enmarcaba los pagarés y los colgaba, para que se supiera que los grandes compositores y las voces más populares, en sus inicios, no habían tenido para comer. A fines de los años noventa, el lugar cerró.
Los músicos acudían y acuden al Café San José, en la esquina de Luis Moya y ayuntamiento, que existe todavía, sin las fotografías autografiadas de antaño, porque dicen que se las han robado; ahí acudían Mario Ruiz Armengol, el músico que acompañó mucho tiempo a Pedro Vargas; Ana María González y Libertad Lamarque, entre otros.
La estación floreció y en La Hora del Aficionado se inscribían quienes anhelaban cantar en La W, y un enmascarado denominado el verdugo le tocaba la campana a quien desafinaba, y lo sacaba del escenario, modelo que siguió muchos años después Don Francisco en la TV.
En ese programa descubrieron a María Elena Marqués, Ema Elena Valdelamar y Chela Campos, y rechazaron a un humilde cantante de Guamúchil que buscaba una oportunidad llamado Pedro Infante. Y a quien le pedían una canción nueva a la semana era a Agustín Lara, so pena de quitarle su programa “La Hora Azul”; obviamente, en ese ambiente los periodistas no podían faltar.
En 1940, llegaron las radionovelas, con la voz de Emma Telmo. Los productores de radio escucharon en Cuba la primera de ellas, Anita de Montemar, y la trajeron a México; Chucho el Roto y otras historias más. Todavía no sabían que las radionovelas serían en México el propedéutico para la vida.
Posteriormente, en la década de los 40’s aparece la XENK, Radio 620, con “La Música que Llegó para Quedarse” en Ayuntamiento casi esquina como Balderas, en un edificio rústico muy bello, y, enfrente, en lo que ahora es un estacionamiento, en 1955 estaba la Asociación Mexicana de Periodistas, que presidía el “Charro” Antonio Sainz de Miera.
En ese año se iban a realizar en México los segundos Juegos Panamericanos y del Caribe, y los miembros de dicha agrupación decidieron dar una bienvenida a la mexicana a los periodistas deportivos que venían a cubrir el evento organizándoles un Pulque-Party.
De esta forma el local se nombró “Las Glorias Panamericanas”, se adornó con aserrín de colores de la banderas, de papel de china picado, se montó una barra y un experto jicarero sirvió los curados y naturalmente el blanco para los sibaritas.
Así, lo mejor del periodismo deportivo panamericano, reporteros de “El Tiempo” de Bogotá, Colombia; “El Comercio”, de Lima, Perú; “La Prensa”, de Buenos Aires; “El Toronto Star”, de Canadá; “Los Angeles Times”, y algunos más, alternaron con María Félix, Rosa Carmina, Ana Luisa Peluffo, Lola Beltrán y Amalia Mendoza “La Tariácuri, entre otras personalidades del mundo artístico
En el evento se consumieron sopes, garnachas, quesadillas, chalupas, enchiladas, guacamole y pico de gallo; además, se consiguieron 200 litros de ron, 100 barriles de cerveza y 300 litros de tequila… la “conbebencia” terminó a las 5 de la mañana de aquel 11 de marzo; se fueron porque el 12 de marzo era la inauguración de los mencionados juegos.
