Por Gerardo Jiménez
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Hace una década, el robo de bicicletas en la Ciudad de México era hasta chistoso. Remitía a la película “Ladrón de bicicletas” del italiano Vittorio De Sica, luego de que este modo de transporte alterno cobrara auge. Citas del gobierno capitalino refieren que los viajes en bicicleta han aumentado en 66% desde 2007, sin embargo, esto ha traído consigo un efecto negativo: el aumento del robo de unidades.
Estadísticas de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la capital refieren que el robo con violencia de bicicleta se triplicó de 2014 a 2017, al pasar de seis a 27 denuncias, y sin violencia aumentó en 112%. Tan sólo en 2017 se registraron 994 denuncias por robo de bicicleta sin violencia, sin embargo, se calcula que esta cifra es mucho menor al índice real, mientras que en 2014, 467 carpetas.
Los administradores de las cuentas de redes sociales como Bicis Robadas MX reciben al día cinco quejas de robo de bicicletas, en promedio, es decir, poco más de mil 800 al año.
Ahora, el robo de bicis no sólo se ha incrementado en número, sino también en violencia. Uno de los casos más insólitos fue con la marca Mobike, que en julio pasado presentó tres denuncias formales ante la PGJ por el robo de 440 unidades, cuando el parque con el que comenzó a operar era de 500 bicis.
La mayoría de las bicicletas robadas, de acuerdo con las denuncias, se localizan en las colonias Morelos y Doctores, en la delegación Cuauhtémoc, cuando el servicio que ofrece es para tres colonias de la Miguel Hidalgo: Granada, Polanco y Anáhuac. En esta última también tienen detectadas bicis robadas.
“Seguramente las bicicletas fueron cargadas o transportadas por algún medio distinto al de ser robadas, ya que para que las mismas puedan circular se necesita abrir el candado”, quedó asentado en una de las carpetas de investigación, la CI-FAAE/TUR-2//UI-2 S/ D00114/05-2018, en la cual se dio cuenta del robo de 27 unidades.
Se desconoce el avance de las investigaciones, pero se sabe que los cientos de bicicletas robadas siguen localizables por el GPS que tienen.
Hemos visto que Mobike ha contratado los servicios de ALTO México, empresa dedicada a la prevención y atención de robos patrimoniales, después de este numeroso hurto de sus unidades, la prueba es el pegote que tienen estas bicicletas metálicas con rayos de color naranja, en el que se advierte cualquier acción legal por su robo, ya que varias de sus transportes han sido vendidas en el mercado negro o utilizadas para distribución de droga, básicamente en Tepito.
Nos aseguran que ALTO México ya ha iniciado el proceso de recuperación con buenos resultados, pero la chamba es ardua contra la delincuencia.
La misma Mobike busca una regulación de sus servicios con el fin de hacer competencia a Ecobici y otras empresas emergentes. Luego de que concluyó el periodo de prueba piloto de los sistemas de préstamo de bicicletas sin anclaje, empresarios y autoridades urgieron a la Semovi a comenzar el proceso de creación de lineamientos para la regulación de este servicio.
Sin duda, ampliar el negocio de esta transnacional con manufactura china económica deja dividendos jugosos, será por algo que la Secretaría de Movilidad (Semovi) no da su brazo a torcer. Hay mucho por hacer en la regulación y la prevención de robos de bicicletas en renta.
