Gerardo Jiménez
El hallazgo de un cráneo encontrado la semana pasada en el Cerro de la Estrella en la Alcaldía de Iztapalapa ha sido resultado de una acción de gobierno ejecutada por la Procuraduría General de Justicia a través de la Fiscalía Especializada en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas que tiene como fin reabrir casos que se habían retrasado o quedado en el olvido.
La búsqueda reciente tiene como objetivo encontrar a una mujer, de la cual se desconoce su paradero desde abril de 2018.
La víctima Mariela Díaz, una joven de excelencia académica en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien el último día que fue vista por sus familiares, curiosamente dejó sus anteojos en su casa, algo que llamó la atención de sus conocidos ya que ella tenía severos problemas para ver.
Familiares de la estudiante de la UNAM denunciaron su desaparición ante el agente del Ministerio Público del entonces Centro de Atención a Personas Extraviadas o Ausentes.
La Coordinación de Búsqueda de la PGJ ha reafirmado que el intento de localización de aquellos sujetos con reporte de desaparición, es una acción que se lleva a cabo en todas las alcaldías y se ejecuta con ayuda de a Secretaría de Seguridad Ciudadana, Bomberos y Protección Civil.
Sin ofcializarlo, por el contrario, la propia titular de la Procuraduría de Justicia, Ernestina Godoy ha dicho que no hay información concreta sobre una posible investigación, hay fuentes que aseguran, que el fondo es poder encontrar narcofosas clandestinas principalmente en zonas boscosas de la Ciudad de México y casas de seguridad que utilizarían grupos del crimen organizados como La Unión Tepito.
Esta versión ha sido difundida principalmente a través de notas en El Universal, por el reportero David Fuentes, señalaron que esta línea de investigación se ha dado luego de encontrar en teléfonos celulares fotografías de personas torturadas o ejecutadas por integrantes de la Unión Tepito.
Recientemente, la Procuraduría Capitalina continúa con los rastreos solicitadas por personas que desde el 2017, buscan a sus familiares desaparecidos en la capital.
El pasado jueves 21 de marzo fue localizado el cadáver de lo que aparentemente es un hombre, que estaba semienterrado en la zona boscosa de la alcaldía Tlalpan.
El hallazgo se dio luego que elementos de la dependencia investigadora acudieran al pueblo de San Miguel Topilejo, a la altura del kilómetro 28 de la carretera federal rumbo a Cuernavaca, encontraron a la víctima la cual ya era devorada por la fauna local, para llegar al unto exacto, fueron guiados por los pobladores.
Según consta en la carpeta de investigación CI-FTL/TLP-2/UI-2C/D/00712/03-2019, uno de los pobladores los encaminó hasta lo más alto del cerro, en las frontera entre los pueblos San Miguel Xicalco y San Miguel Topilejo. El cadáver estaba boca arriba, semienterrado al cual solo se veía el craneo, posiblemente para que no lo identificaran, sus agresores le arrancaron la piel del rostro y toda la espalda hasta la espina dorsal.
Sin duda, poco a poco irán saliendo más casos similares, que podrían ser tipificados como desapariciones si es que se cuadran con los reportes que hayan hecho sus familiares o quizá como han referido algunos investigadores, estas zonas de la Ciudad de México se están convirtiendo en cementerios de los estados circunvecinos como lo es Morelos y el Estado de México.
Las malas lenguas aseguran que esta investigación apenas comienza y será tardado, pero podría ser un gran golpe mediático, para el o la nueva Fiscal de la Ciudad de México, la candidata más fuerte para ocupar este cargo es la exprocuradora de Justicia General del Estado, Patricia González Rodríguez, actual jefa de Transición en el cambio de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México a Fiscalía General del Estado.
En los pasillos de la PGJ se dice que esta es la línea de González Rodriguez: investigaciones de impacto que generen ruido mediático.
