Gerardo Jiménez
La denuncia de una joven de 17 años que declaró ante el Ministerio Público haber sido violada por cuatro policías preventivos, y dos manifestaciones que se simbolizaron por la diamantina rosa, doblegaron a la administración e Claudia Sheinbaum.
El caso de la menor de Azcapotzalco, junto con otra más que fue agredida en el Museo de Archivo de la Fotografía en el Centro Histórico fueron las gotas que derramaron el vaso de la protesta colectiva contra la violencia de género contra las mujeres de esta capital.
En un principio, desde la Procuraduría General de Justicia, su titular, Ernestina Godoy, quien por cierto, pidió unos días de vacaciones en la semana que concluyó, señaló “ que no se iban a fabricar culpables”, específicamente en el caso de la presunta violación cometida en Azcapotzalco.
Desde la Jefatura de Gobierno se calificó de provocación la primera y segunda manifestación, que reflejaron el hartazgo femenino pintado con violencia y destrozos.
Horas después, el Gobierno de la Ciudad de México aseguró que no justificaba ningún tipo de violencia en manifestaciones.
En sus redes sociales, Claudia Sheinbaum, publicó un comunicado donde destacó que el gobierno capitalino respeta a la mayoría de las asistentes a la marcha del viernes, quienes protestaron de forma pacífica, por lo que indicó que están las puertas abiertas para el diálogo.
Sin embargo, destacó que el gobierno local no caería en la provocación de utilizar la fuerza pública en medio de la manifestación, pues aseguró que es lo que están buscando.
Fu criticada por “solicitar” a la PGJ que intensificara las investigaciones de las agresiones contra periodistas en la manifestación del viernes, donde el comunicador, Juan Manuel Jiménez fue noqueado por un presunto infiltrado. Una mandataria no solicita, instruye, nos dijeron desde el poder capitalino.
Desde el sábado se intensificaron encuentros mujeres, ya para el domingo por la mañana, muy temprano, desde las 07:00 horas la Jefa de Gobierno se reunió por separado con diversos colectivos feministas.
Ya había cambiado su agenda para atender este tema de la violencia de género contra las mujeres, después de que se había desbordado.
Después de esos encuentros, el discurso de la mandataria cambió,
“En particular, la procuraduría está trabando en el tema de agresiones a periodistas y en todos los otros casos no vamos a criminalizar la manifestación social”, expresó la titular del ejecutivo local
Para el lunes, por la tarde a través de un comunicado, Sheinbaum ofreció una disculpa pública a los grupos de feministas que en los últimos días se manifestaron de forma violenta, sobre todo en relación al calificar los actos vandálicos como una provocación.
A través de cuatro puntos, la Jefa de Gobierno expuso los acuerdos que ha tenido con diversas organizaciones y personas que luchan contra la violencia de género.
“Si alguna declaración pudo contribuir a generar distancia entre gobierno y mujeres que luchan contra la violencia de género, no ha sido la intensión.
“Debemos cerrar brechas y construir juntas una agenda pues tenemos el mismo objetivo que es poner fin a la violencia hacia las niñas y mujeres”, expone en el documento.
Aclaró que el gobierno siempre debe establecer puentes de comunicación y narrativas que avancen en la construcción de un diálogo entre gobierno y sociedad.
“Nuestra Ciudad es un lugar en donde ha existido y existe la violencia hacia niñas y mujeres que se manifiesta de diversas formas por ello fortaleceremos las políticas integrales con más medidas efectivas de prevención, atención y sanción para erradicarla.
El punto cuatro remató: “A partir de hoy abrimos mesas de trabajo, talleres, foros abiertos que en un plazo máximo de un mes generen programas integrales de prevención, atención, sanción y acceso a la justicia para una vida libre de violencias hacia las niñas, jóvenes y mujeres”.
Incluso, feministas serán quienes capaciten a policías preventivos, a decir de Jesús Orta, fueron dos semanas de días aciagos para el gobierno de esta ciudad.
