Gerardo Jiménez
Hace más de 11 años, con inversión privada de Carlos Slim, principalmente y otros desarrolladores, las penumbras de calles, como Regina, San Jerónimo y Mesones cambiaron de cara.
Entre los funcionarios de primer nivel del gobierno capitalino, se decía que con el rostro nuevo a lo que se llamaría el Corredor Cultural del Centro Histórico y su redensificación, solo habría cabida para gente de recursos que pudiera pagar un departamento de más de millón y medio o renta en aquel entonces de 5 y 6 mil pesos, así como intelectuales y periodistas de renombre, pero debían cubrir cierto perfil.
Ahora, quienes llegaron a vivir con la esperanza de tener un concierto de jazz que armonizará su calle, proyectos como Casa Vecina o restaurantes-foros como La Bota, al mero estilo de ciudades como Berlín o Paris, padece con Terrazas y chelerías en las que los decibeles de reguetón, gritos y balas se han convertido en la postal de su día a día y noche a noche.
“Día a día esa maravilla de proyecto de redensificación, en el cual, para poder habitar un departamento debías cubrir un perfil y cierta características ha sufrido una descomposición de forma brutal en los últimos dos años, tienes que sortear estos lugares para sentirte seguro”, ha manifestado una de las integrantes del colectivo 06080 Observatorio Vecinal del Centro Histórico.
Y es que desde hace al menos dos años, diversos establecimientos del llamado Corredor Cultural del Centro Histórico, han cambiado su uso de suelo y se han establecido 35 chelerías, donde se generan conflictos de violencia y venta de droga, de acuerdo con denuncias vecinales.
Varios de estos locales, ubicados principalmente sobre las calles de Regina y San Jerónimo fueron alertados con horas de anticipación, por lo que cuando se llevó a cabo el despliegue policial del viernes pasado, varios de los puntos que ya han sido denunciados no solo a la Autoridad del Centro Histórico, sino al propio alcalde en Cuauhtémoc, Néstor Núñez; estaban cerrados, mientras que unos que cumplen con la normatividad como el Café Regina se clausuraron.
“Muchas veces les hemos enseñado el mapa de lo que hemos detectado, nos dicen que lo entreguemos, lo hacemos y no pasa nada, como fue el viernes, que luego del un numeroso operativo entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Policía de Investigación y el INVEA, esos focos rojos cerraron porque fueron alertados”, expuso uno de los miembros de esta red vecinal, que prefirió el anonimato.
Desde octubre de 2018, los vecinos de este corredor cultural alertaron sobre la proliferación de chelerías y solicitaron la intervención del alcalde en Cuauhtémoc a través de un escrito de petición de audiencia, al cual tuvo acceso este diario.
En la misiva se quejaron que ahora se encuentra llenos de tiendas de conveniencia y “dinámicas”, sobre las calles de Regina, Echeveste y San Jerónimo, muy ajeno a la forma de vida de los vecinos y riesgoso como una alternativa para los jóvenes.
“El esfuerzo tiene que ser de todos, la cultura y la educación son fundamentales para el mejor andar social. No puede ser que mientras vecinos trabajamos por la cultura y mejores condiciones de vida, las autoridades sigan proporcionando permisos para abrir cervecerías , junto a un jardín de niños, frente a una universidad y en el corredor cultural en donde los espacios de cultura son casi nulos y el deterioro sigue creciendo, ahora ya son vendedores ambulantes sobre Regina y con el ensanchamiento de mesas sobre el área peatonal”, se critica en el escrito recibido en la alcaldía de Cuauhtémoc el 23 de octubre de 2018.
Más de cuatro meses han pasado en que fue solicita una audiencia a Néstor Núñez, y hasta el momento ha guardado silencio, a pesar de que algunos de los inconformes lo han interceptado para recordarle este compromiso.
Tal parece que el alcalde tiene otras preocupaciones y compromiso, quizás con su aliada Diana Sánchez Barrios, quien cuando tiene oportunidad, siempre presume que fue su estructura del comercio ambulante la que ayudó al hijo del gobernador de Tabasco, Arturo Nuñez a ganar la elección en la Ciudad de México.
