Por Gerardo Jiménez
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Las 12 líneas que conforman el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad, son otra ciudad. A diario trasladan a cerca de 9 millones de usuarios, sin duda, un submundo bajo tierra, esto es aprovechado por el comercio informal y la delincuencia.
Hace unos días publicamos en Excélsior cuatro de los principales grupos delictivos que tienen asoleados a los capitalinos que viajan en los vagones de esta rebasada red de transporte.
En primer lugar la conformada por el ex Policía Bancario, Christian Martínez López, “El Toretto”, pero la Policía Bancaria tiene detectados otros tres grupos que delinquen en las Línea 1 (Pino Suárez a Balderas); Línea 2 (Chabacano a Hidalgo); línea 3 (Hidalgo a Balderas).
Los otros grupos delictivos identificado son “Los Panchos”, que actúan bajo la forma denominada “dos de bastos” que son carteristas y despojan de teléfonos celulares a usuarios, no son agresivos, conformada por aproximadamente 40 sujetos, se tienen antecedentes de su operación en toda la red del sistema.
También está la de “El Julián”, integrada por aproximadamente 20 sujetos quienes también son identificados como los “Conocidos” y la banda de “La Güera” o “La Vero”, conformada por aproximadamente 15 individuos, quienes actúan de forma violenta y tiene parentesco con “Los Julianes”; en muchas ocasiones operan en conjunto con “El Toretto”.
Un día después de esta publicación, Ricardo Flores García, identificado como “El Julián”, líder de una de las cuatro bandas delictivas que opera en el Sistema Metro fue detenido por policías bancarios el miércoles por la tarde junto con cuatro cómplices acusados de robar un teléfono celular a un usuario del Metro en la Estación Hidalgo de la Línea 2.
Sin embargo, la víctima al recuperar su teléfono no quiso proceder y los acusados quedaron en libertad. Al respecto, el director de la Policía Bancaria Industrial (PBI), José Joel Pichardo Nepomuceno, dijo que: “Lo que le ayuda mucho a la institución para que logremos disminuir este índice delictivo que tenemos al interior del sistema es que la gente haga la denuncia. El Ministerio Público tiene una facultad, cuando el policía presenta a la víctima y presenta a aquél que llevó la conducta delictiva está obligado el Ministerio Público hacerle saber que se le puede resarcir el daño o iniciar la denuncia en contra de la persona que la despojó de su celular o cartera”.
No obstante, en redes sociales nos comentaron que estos robos tienen más de un año cometiéndose, pero ni policías y mucho menos el Ministerio Público apoyan para abrir una carpeta de investigación.
Y es que si robar un vehículo, según lo comentado por el propio Pichardo, genera una ganancia al delincuente de aproximadamente 5 mil pesos, eso mismo puede obtener por un teléfono celular.
Al día, se roban en promedio 20 teléfonos celulares en el Metro.
Esto derivó en que el fin de semana se anunciara el reforzamiento de vigilancia con 342 elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) a la Línea 7.
En este primer día de reforzamiento de la vigilancia en las 1, 2, 3, 7 y 8, se dieron 231 remisiones al Juez Cívico y nueve al Ministerio Público por diversos delitos, por ejemplo en la estación Bellas Artes L-2, se dio por lesiones dolosas, en Guerrero por robo, y en Pino Suarez por robo de teléfono celular.
Cuatro de las 12 líneas del Metro se están custodiando con seguridad e inteligencia de la PBI, porque es ahí donde se contrató la vigilancia intramuros, pero en el resto, la situación va de mal en peor, la colusión entre policías y ambulantes y delincuentes ya quedó en evidencia, uno de ellos, El Toretto, prefirió incorporarse a las filas delictivas al conocer cuánto el modus vivendi es de lo más lucrativo y tan sólo hay que pagar una multa de 80 pesos por una falta administrativa y por un robo.
