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Capital Político

Delincuencia en la CDMX

A nadie le gusta que le quieran ver la cara, y eso puede salir contraproducente.

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Más de uno se empieza a preguntar qué gana la CDMX donando patrullas a municipios del interior del país y que el jefe de Gobierno movilice a sus secretarios y a su equipo de prensa para cubrir la entrega.

Seguramente el aspecto legal de la disposición de esas unidades está debidamente cubierto, ¿pero alguien estará pensando que los capitalinos pagan sus impuestos para que el gobernante trabaje aquí de tiempo completo?

Nadie critica su derecho a buscar la postulación a la Presidencia de la República, como lo ha anunciado, pero si en verdad le urge, pues que no espere a octubre y adelante su salida de la Jefatura de Gobierno, pues la ciudad necesita a alguien concentrado al cien.

Las acciones de Miguel Ángel Mancera como benefactor de diversos estados a expensas de los recursos generados por los habitantes de la Ciudad de México le están generando un sinfín de críticas.

Porque mientras Mancera regala patrullas en varios municipios, en la capital de la República la gente se empieza a hartar de la inseguridad, al grado de que algunos vecinos se han querido organizar en supuestos grupos de autodefensas.

En las fotos de su reciente visita a municipios de Chihuahua, donde incluso encabezó una caminata en Parral emulando la entrada de Pancho Villa al lugar, aparece muy sonriente detrás de él Héctor Serrano, su secretario de Movilidad.

Claro que eso no es ninguna sorpresa porque Serrano anunció desde hace varios meses que en septiembre dejaría el cargo para coordinar la campaña de su jefe, además de que es charro de toda la vida y sabe montar muy bien.

Muy sus gustos y qué bueno que donde vayan los reciban bien, pero aún no estamos en septiembre y todavía tiene la responsabilidad de la CDMX, donde la movilidad no es precisamente algo que se pueda presumir.

A nadie le gusta que le quieran ver la cara y eso le puede salir contraproducente al propio Mancera, pues los capitalinos no perdonan que no se les hable claro. Nadie se traga el cuento de que sus viajes son para hermanar ciudades o para cumplir con la Conago.

No se recuerda a ningún otro jefe de Gobierno que tuviera más millas recorridas que el actual; Marcelo Ebrard también viajó, pero nunca a este ritmo y, aunque en su momento también buscó ser candidato presidencial, nunca descuidó sus tareas. Tampoco Andrés Manuel López Obrador lo hizo; cierto que después se convirtió en un candidato “todo terreno” —como hasta la fecha—, pero antes de recorrer el país en busca del voto se separó del cargo para no descuidarlo.

Y si nos vamos más atrás, hasta el propio Cuauhtémoc Cárdenas —hoy canciller de Mancera— prefirió estar solamente un año y medio como primer jefe de Gobierno y renunciar para hacer campaña.

¿Es mucho pedir un poco de honestidad para con los ciudadanos que lo eligieron para el cargo?

CENTAVITOS… Y en medio de todo esto y del surgimiento de supuestas autodefensas en la colonia Santa Julia, a donde el secretario de Seguridad Pública, Hiram Almeida, llegó tres días después de que el gobierno criminalizó a quienes buscan defenderse, no a quienes asaltan a los ciudadanos, estalló otra bombita en la capital. El operativo de ayer en el que la Marina abatió a El Ojos, jefe del cártel de Tláhuac, confirma lo que todo mundo sabía: que el crimen organizado opera en la capital. Y aunque ésa no es una responsabilidad directa de Mancera, el que ocurra en estos momentos claro que afecta sus aspiraciones presidenciales y los malpensados hasta dirían que en política no hay casualidades.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/07/21/1176952

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