Por Nashieli Ramírez Hernández
@NashieliRamirez / @CDHDF
Despedida y amanecer
“Aunque sea la última palabra que escriba, mi amor,
aunque sea la última palabra,
aunque sea la última, mi amor,
la última mía,
la última tuya,
la última que leas,
la última verdad que sea y que leas,
la última que viva,
la última que escriba,
la última que viva y respire y escriba,
no voy a cejar, mi amor,
no vamos a dejar
que venza
la insanta muerte
y la feroz resaca de la maldad …”
Ariel Dorfman
Para la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) ha sido, es y seguirá siendo importante impulsar proyectos de la sociedad civil que contribuyan a visibilizar las problemáticas específicas que se experimentan a nivel local y nacional, y que restringen el libre ejercicio de derechos.
En este marco y a modo de visibilizar la inseguridad y los riesgos que implica hacer periodismo en México, el pasado 17 de mayo la CDHDF fue elegida sede para la presentación del documental No se Mata la Verdad, realizado por el colectivo Ojos de Perro vs la Impunidad A.C.
La proyección del documental brindó la oportunidad de reiterar nuestra solidaridad con el gremio periodístico y sumarnos enérgicamente a la protesta e indignación que genera la inseguridad en que se ven obligadas y obligados a realizar su trabajo en este país.
Durante la última década -de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO)- han sido asesinados más de 800 periodistas y profesionales de los medios, que en su mayoría no eran corresponsales de guerra. Por su parte, la organización Reporteros sin Fronteras refiere que tan sólo en 2017 se contabilizaron 65 asesinatos de periodistas en el mundo, de los cuales 11 ocurrieron en México, lo que actualmente nos sitúa como el país con el mayor número de asesinatos contra periodistas, por arriba de países que recientemente han atravesado conflictos armados como Irak y Afganistán.
Estas cifras dan cuenta de la pertinencia y relevancia de proyectos como el documental No se Mata la Verdad, pero también nos llevan a la inevitable reflexión sobre el impacto que estos hechos tienen en nuestro desarrollo como sociedad. El valor de este proyecto radica en la denuncia explícita de sus realizadores, quienes señalan con toda claridad lo que los años sangrientos del periodismo en México han significado. Logran evidenciar la impunidad que desafortunadamente ha rodeado los asesinatos de periodistas, todas y todos ellos personas valiosas, honestas y congruentes en sus ámbitos personales y profesionales de desarrollo.
Cuando hablamos de periodistas asesinados, de vidas que se perdieron sin ninguna razón y de forma injusta, también hablamos de familias a quienes les fueron arrebatados seres queridos; hablamos de un gremio integrado por personas que deben sobreponerse cada día al temor de seguir avanzando en una investigación particular, y también de una sociedad que ve mermado su derecho a la información.
El libro “Narcoperiodismo: La prensa en medio del crimen y la denuncia” de Javier Valdez; el diario La Unión, editado y publicado por Moisés Sánchez, y las investigaciones de Rubén Espinosa sobre corrupción de Estado, son ejemplos de la valentía y honestidad que se resistieron a callar, y de lo que perdimos como sociedad con los asesinatos de estos tres periodistas.
Los retos siguen siendo muchos, pero la crisis de derechos humanos y la descomposición social que se vive en México nos obligan como sociedad, como periodistas y como personas defensoras de derechos humanos, a no ceder en nuestra exigencia de justicia y garantía absoluta de derechos. Combatir la impunidad es sin duda una tarea impostergable para romper el círculo de violencia con las personas periodistas, acabar con los ataques que incluyen asesinatos, secuestros, acoso, intimidación, arrestos y detenciones ilegales, y avanzar en el respeto del derecho a la libertad de expresión de las personas.
Sabemos que para garantizar que las y los periodistas realicen su trabajo de manera libre, tendremos que avanzar de manera conjunta en la defensa de sus derechos, por eso es importante caminar juntos.
La CDHDF acompaña al gremio periodístico en esta lucha, para alzar la voz con ellas y ellos, y recordar que no se mata la verdad asesinando periodistas.
Para conocer los lugares donde se proyectará este documental, así como para apoyar al colectivo con promoción, donativos u organizando funciones, pueden consultar el link: https://www.facebook.com/NoSeMataLaVerdad
*Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
