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Investigación

DERECHOS EN LA MIRA / X aniversario New’s Divine

La lucha de los padres y madres  del New’s Divine en la reivindicación  de los derechos humanos de las personas jóvenes y adolescentes en la Ciudad de México.

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Por Nashieli Ramírez Hernández

@NashieliRamirez / @CDHDF

La lucha de los padres y madres  del New’s Divine en la reivindicación  de los derechos humanos de las personas jóvenes y adolescentes en la Ciudad de México.

A nivel nacional, a partir de 2006, la estrategia de seguridad pública giró hacia “la lucha contra el narcotráfico”, y se dio prioridad al uso de la fuerza como método de combate al crimen sobre cualquier otra estrategia de actuación.

En su momento, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) documentó la ausencia de una política pública de atención a jóvenes y la prevalencia de una perspectiva de seguridad pública tendiente a criminalizar espacios juveniles de esparcimiento como bailes y tocadas, incluso espacios tradicionales y de celebraciones populares.

En su Informe de actividades del 2006, la CDHDF reportó la realización de más de 375 operativos de seguridad en lugares y actividades de esparcimiento de personas jóvenes, así como la realización de operativos semanales para verificar más de 490 establecimientos mercantiles, y la suspensión de actividades en al menos 90 lugares de alto impacto.

Ello aumentó la criminalización de la población joven, al considerarla relacionada con actividades ilícitas, en lugar de generar políticas sociales y culturales que permitieran a este grupo etario desarrollarse y esparcirse en condiciones de no discriminación y seguridad.

Es en este contexto que el Gobierno de la CDMX, contrario al modelo de militarización a nivel nacional, decidió la creación de un mando único policiaco (UNIPOL) que conjuntara al personal de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia, sin que se establecieran claramente los límites de actuación y los protocolos mínimos de intervención.

El 20 de junio de hace 10 años, en la discoteca New’s Divine se realizaba una tardeada con adolescentes y jóvenes. Ellos solo se divertían en el único espacio que ofrecía música y un lugar de encuentro para ellos. No repararon, nadie les informó ni a ellos ni a sus padres y madres que este espacio estaba formalmente clausurado por no reunir las condiciones de uso de suelo, ni protección civil, pero que operaba con la tolerancia de las mismas autoridades que lo habían verificado y clausurado.

No esperaban tampoco que, ese viernes, la llamada UNIPOL planeaba un operativo contra el delito de corrupción de menores, por venta de alcohol y narcomenudeo. En vez de llevar a cabo un operativo cuyo principal interés era salvaguardar la integridad de los jóvenes y adolescentes, mediante la clausura del lugar y con ello evitar la fiesta y la comisión de los supuestos delitos, prefirieron dejarla correr.

Ello puso de relevancia que no se consideró a los jóvenes como víctimas del delito, y que, por ende, debían protegerlos. Por el contrario, fueron criminalizados, detenidos arbitrariamente, sometidos a pruebas de alcohol y vulnerados en su integridad y seguridad personales.

El operativo, que ya era en sí mismo violatorio de derechos humanos, falló. La supuesta coordinación de la UNIPOL en un mando único no funcionó, prevaleció la confusión de órdenes, la improvisación y la falta de sensibilidad y respeto por la integridad de las personas.

Esa falta de coordinación provocó la muerte de 12 personas (9 jóvenes y 3 personas servidoras públicas) y lesiones –en algunos casos permanentes- en al menos a 60 jóvenes y adolescentes.

Es una tragedia imborrable para las familias de quienes fallecieron y para quienes resultaron lesionados o violados en sus derechos. Es una tragedia para una ciudad que ha luchado por los derechos y las libertades de las personas, que ha venido promulgando leyes y creado políticas e instituciones para garantizarlos.

Desde un principio la CDHDF se empeñó y usó toda su fuerza institucional para investigar los hechos, determinar las violaciones a los derechos humanos y emitir una recomendación que estuviera a la altura de la tragedia.

La impunidad en este y otros casos manda un mensaje de injusticia, mina la construcción de confianza con las autoridades e imposibilita conocer la verdad de los hechos, así como dignificar la memoria de las víctimas.

Posterior a la recomendación desapareció la UNIPOL y los operativos con mando único, se mejoraron los protocolos policiales, se transparentaron las decisiones de este tipo de acciones y se introdujo el enfoque de derechos humanos en la actuación de más policías, como son la capacitación del personal policiaco y administrativo, a nivel delegacional y  de Jefatura de Gobierno, sobre derechos humanos de las personas jóvenes y adolescentes.

Es importante resaltar que uno de los principales objetivos de la Recomendación ha sido reivindicar la honra y la dignidad de la juventud, con el objetivo de visibilizar a estas personas como sujetas de derechos, ello, mediante la creación de espacios públicos en condiciones de seguridad, en donde las personas jóvenes de la ciudad pudieran convivir y relacionarse, para lo cual se decidió también la construcción de un memorial, en conjunto con los familiares de las víctimas, dedicado a las víctimas del New’s Divine, pero también dedicado a la promoción de los derechos y las libertades de los jóvenes.

Sin embargo, es lamentable que aún hay insuficiencias en la vigilancia de las delegaciones sobre los giros mercantiles, y las verificaciones siguen siempre rezagadas frente a la realidad. Aún hay insuficiencias en la implementación y cumplimiento de los protocolos de actuación policial, en especial de aquellos que implican a jóvenes y adolescentes.

En la CDHDF, entre 2013 y 2018 se han recibido más de 3 mil quejas por violaciones a derechos humanos de jóvenes y adolescentes, y desde 2009 a la fecha se han emitido 23 recomendaciones a la SSP y a la PGJDF por violaciones a los derechos humanos de jóvenes y adolescentes.

Sobre todo, es lamentable que no haya personas sentenciadas por los hechos de hace 10 años (con la excepción del entonces dueño del establecimiento). El reclamo de justicia aún no ha tenido respuesta del Estado.

*Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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