Connect with us

CDMX

Detrás de Tlahuelilpan

Las imágenes previas a la explosión, también muestran a mujeres e incluso niños en medio del borbollón de combustible, sin medir el grave peligro que representaba para su salud y su vida, por la alta explosividad y toxicidad del hidrocarburo.

Published

on

Alejandro Zúñiga

Poco se sabe todavía qué originó la peor pesadilla del huachicol en México, vivida el viernes pasado en Tlahuelilpan, Hidalgo, pero ya empieza a dejar lecciones a los mexicanos, tanto al nuevo gobierno decidido a terminar con el robo de combustible, como a quienes son cómplices de ese delito.

Las imágenes difundidas por la prensa local momentos antes y después de la conflagración fueron reveladoras y escalofriantes. Todo era felicidad la tarde noche del viernes en Tlahuelilpan alrededor de la perforación que, se dijo, le hicieron al ducto.  Hombres, jóvenes, mujeres y hasta niños jugaban, reían y vacilaban en torno al chorro de unos seis metros de hidrocarburo, mientras intentaban llenar sus bidones, cubetas y recipientes de todo tipo. 

De repente el escenario se volvió dantesco. La poza de gasolina acumulada se convirtió en una enorme llama de 20 metros de altura, donde decenas de teas humanas intentaban huir del infierno hasta caer, la gran mayoría, calcinadas. 

El saldo de la mayor tragedia por robo de combustible en la historia de México, había dejado 94 muertes y 50 heridos al momento de escribir esta colaboración, pero, sin duda, muy lamentablemente serán más las víctimas conforme pasen los días. 

La primera gran enseñanza de esta tragedia es que, el crimen organizado dedicado al huachicol, no está enfrentando con la sociedad, todo lo contrario, las comunidades donde se comete el delito son sus cómplices, sus socios y sus protectores a ultranza. 

Se ha visto en decenas de operativos, e incluso ocurrió previo a la desgracia de Tlahuelilpan, que los habitantes de las poblaciones desafían y agreden a la autoridad militar y civil, cada vez con mayor violencia, en defensa de los huachicoleros.      

De hecho, el huachicol se vale de esa alianza perversa para burlar el Estado de Derecho y gozar de absoluta impunidad al hacer partícipes a poblaciones completas del delito de robo de combustible. Así, el huachicolero ha hecho que la sociedad lo admire y lo vea como su benefactor. 

Corrompe al habitante de las comunidades, sea mediante el “regalo” de combustible, pagando por vigilar, por protección o por ayudarle a sacar el combustible. Las formas de cooptar son muchas y variadas.   

Pero el rostro más inhumano detrás de la tragedia de Tlahuelilpan, es la pobreza e ignorancia que priva en gran parte de las comunidades aledañas a los 80 mil kilómetros de red de ductos de Pemex que hay en el país. 

Las imágenes previas a la explosión, también muestran a mujeres e incluso niños en medio del borbollón de combustible, sin medir el grave peligro que representaba para su salud y su vida, por la alta explosividad y toxicidad del hidrocarburo. 

El Estado mexicano tendrá que aprovechar esta triste tragedia para desplegar una campaña de concientización, mediante una gran alianza con los tres niveles de gobierno.

Pero más efectiva sería la instrumentación de programas y políticas públicas que detonen el desarrollo económico y social, para sacar de la pobreza extrema a la mayoría de la gente que vive en las comunidades más apartadas del país.  

Desgracias como la ocurrida en Tlahuelilpan, están latentes en tres mil puntos donde se practica el huachicol en el país. Ojalá la mayoría de las comunidades cercanas a ellos, aprendan de esta dolorosa lección y dejen de creer que se están aprovechando del robo de combustible, cuando en realidad generan un peligro irreversible a sus familias.

No se puede soslayar que quienes menos tienen, son capaces de casi todo con tal de conseguir un poco para sobrevivir. Incluso, como en Tlahuelilpan, capaces de dar la vida por unos cuantos pesos. El problema no es sencillo y requiere de atención integral. 

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

Continue Reading
Advertisement Article ad code

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes