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Capital Político

Detrás del pleito Monreal-Yeidckol

En el fondo del asunto está la disputa por el control de ese gran movimiento llamado Morena, que en noviembre próximo tendrá que realizar elecciones internas para designar a quien será su presidente o presidenta.

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Adrián Rueda

El pleito entre Ricardo Monreal y Yeidckol Polevnsky va más allá del control político de Morena; se trata de la lucha por dos proyectos de gobierno diametralmente opuestos que tienen que ver con el futuro de México.

La llamada nomenclatura pejista, que actualmente tiene el control de los órganos internos del partido, busca sentar las bases para conducir al país a un socialismo más parecido a Venezuela o Norcorea, mientras que el líder del Senado pugna por una social-democracia.

En el fondo del asunto está la disputa por el control de ese gran movimiento llamado Morena, que en noviembre próximo tendrá que realizar elecciones internas para designar a quien será su presidente o presidenta para los próximos cuatro años.

Y es ahí donde la lucha ha crecido, sobre todo luego de la actitud beligerante de Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Monreal, quien ha pedido la inmediata destitución de Polevnsky, a quien incluso calificó de “matraquera” de Miguel Barbosa.

En respuesta, la Comisión de Honor y Justicia de Morena, presidida por Héctor Díaz Polanco —el más norcoreano de todos—, abrió un proceso “de oficio” para sancionar a Rojas por sus dichos en contra de una destacada militante y dirigente del partido.

Díaz Polanco se equivoca: primero, porque sube al ring con la presidenta del partido a un senador suplente y, segundo, porque, si abre un proceso “de oficio” por ofensas, lo mismo tendría que hacer con Polevnsky, quien agravió a las sabandijas y chapulines del partido.

Lo que en realidad quiere la nomenclatura pejista es inhabilitar a Rojas para impedir que en noviembre próximo pudiera lanzarse como candidato a presidir el partido, en el cual Yeidckol pretende seguir mandando por otros cuatro años, al menos. Y es que ella, en realidad, es secretaria general en funciones de presidenta, por lo que podría buscar el cargo sin que alguien la pudiera acusar de reeleccionista.

La cosa está más tenebrosa de lo que algunos ven, pues sus mismos colaboradores afirman que, en lo más recóndito de su ser, Polevnsky anhela ser candidata presidencial en 2024 e imponer el modelo socialista en México.

Ése es el fondo de la lucha interna en Morena, y de los resultados de su proceso interno de noviembre próximo dependerá en mucho el tipo de país que será México en los próximos años.

Crucificar a Rojas no será fácil, sin contar que, en una hábil jugada, el senador suplente de Monreal ha pedido que, si lo van a juzgar, sea en público; nada más favorable para él que ser el mártir de la plaza pública.

CENTAVITOS

Independientemente del 2024, quien presida Morena tendrá el control de la mayoría de las candidaturas a puestos de elección popular en el 21, lo que fortalecería el proyecto que esté al frente de la gran masa de líderes ligados en torno al movimiento pejista, que no acaba de ser partido.

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