Por La Mafia en el Poder
Algo pasó en el Gobierno de la Ciudad que uno de esos eventos que le fascinan al jefe de Gobierno promocionar simplemente pasó de noche, nadie dio información, nadie tuiteó nada, nadie declaró nada.
Ayer el C40, como se le conoce a un grupo de ciudades que trabajan para reducir las emisiones de carbono, hizo, o al menos avisó que lo haría, una webinar, que no es otra cosa que una especie de seminario en internet.
El motivo era para que el secretario de Finanzas, Edgar Amador, y la de Medio Ambiente, Tanya Müller, presentaran sus experiencias luego de que emitieran el primer bono verde para una ciudad en América Latina.
Y no es poca cosa porque la capital recibiría 50 millones de dólares que se supone destinará para proyectos relacionados con transporte sustentable, eficiencia energética y manejo de agua, entre otros.
Y resulta raro, por decir lo menos, que en medio de días en los que la Ciudad prácticamente se está ahogando en calor y contaminación, nadie salga a pregonar que habrá dinero para proyectos relacionados con el combate al cambio climático.
Seguramente algún inconveniente se presentó que no se difundió el hecho, porque con tanto ozono en la atmósfera no faltará quien imagine cosas, como que alguien quiera jinetearse unos días 50 millones de dólares.
Se les hace piedra la mezcla…
Cada que el Gobierno de la Ciudad decide emprender una obra siempre saltan grupos vecinales que se oponen a todo, o a una parte del proyecto; ha pasado con líneas del Metro, con la Supervía, con el desnivel de Mixcoac y más recientemente con la Línea 7 del Metrobús .
Sólo que ahora, el pronóstico le falló a la Secretaría de Obras y Servicios de Edgar Tungüí, pues desde que se tenía el proyecto, se calculó que la oposición a este corredor de transporte sobre Paseo de la Reforma sería, cuando mucho, de uno que otro complejo de oficinas a lo largo de esta vía.
Pero las cosas no le salieron como esperaba. Primero fueron los vecinos de la zona de Polanco y las Lomas que reclaman un nuevo trazo en el espacio adyacente a la Fuente de Petróleos, donde se ubicaría una de las terminales.
Luego salió la Academia Mexicana de Derecho Ambiental a buscar detener los trabajos por la vía legal, y ahora que están por iniciar las obras del carril confinado en Calzada de los Misterios e Insurgentes, de madrugada les salieron vecinos a oponerse a las labores.
Si bien no eran muchos los residentes indignados, trabajadores y funcionarios vieron caras conocidas, pues algunos de los inconformes los ubican, pero por oponerse al doble túnel en Mixcoac.
Ya se verá quien junta más argumentos, si el gobierno con Guillermo Calderón del Sistema Metrobús; Patricia Mercado, de Gobierno, y Edgar Tungüí de Obras, o los vecinos inconformes, y los abogados ambientalistas.
Con el desnivel de Mixcoac los colonos ganaron, pues detuvieron los trabajos durante meses hasta que no los convencieron con un nuevo proyecto para esa vialidad, aunque al final algunos no quedaron tan conformes.
A ver si ahora que puedan reanudar trabajos cuando se suspenda la Fase I, no tienen que pararlos de nuevo, pero ya no por el ozono alto, sino por el encono fuerte de los vecinos.
*El Irreverente publica de lunes a viernes.
