Por La Mafia en el Poder
Cuando creía que iba en caballo de hacienda, el senador petista Manuel Barttlet, acusado de manipular los resultados electorales en 1988 que declararon ganador al PRI y a su candidato Carlos Salinas de Gortari sobre la izquierda, vuelve a la palestra.
Hay que recordar que en 1988 se realizaron elecciones presidenciales y, cuando era evidente que el llamado Frente Democrático Nacional iba a sacar al PRI de Los Pinos, el sistema de cómputo se cayó y los resultados dieron una vuelta inexplicable.
El responsable de la Secretaría de Gobernación, que en ese tiempo organizaba los procesos electorales –no existía el IFE-, era precisamente Bartlett, a quienes todos acusan de haber robado el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas.
En diversas ocasiones Bartlett ha desmentido el asunto y, cuando todo parecía olvidado, viene el mismísimo Cárdenas y le da un empujoncito para que haga memoria y explique a los mexicanos cómo fue aquel atraco electoral.
Según el ingeniero, en 1988 el gobierno operó un “sistema doble” de cómputo de votos que se mantuvo en funcionamiento cuando “se cayó el sistema” la noche del 6 de julio de hace 30 años.
“Me parece que él no ha dado a conocer todo lo que sabe de cómo se dio el proceso electoral de 1988”, dijo Cárdenas sobre el tema.
Y no es por andar zopiloteando, pero parece que el tiempo de las revanchas ya llegó.
La Movilidad política
Un abierto y descarado activismo realiza el secretario de Movilidad de la CDMX, Héctor Serrano, quien se empeña en ser el chile de todos los moles y en difundir fotos de todos los actores políticos con los que se reúne.
La más reciente fue una gráfica donde aparece con el diputado Leonel Luna, la delegada panista Xóchitl Gálvez y el ex líder del PRI capitalino, Mauricio López, comiendo en un restaurante capitalino.
¿Qué tiene de importancia la foto; es más, la reunión entre estos personajes?
Pues en realidad nada, porque Xóchitl no tiene posibilidades de ser candidata del PAN al Gobierno de la CDMX, por las sencillas razones de que no es del agrado del cacique albiazul de la capital, Jorge Romero, además de que el PRD no le dará el lugar.
O que en realidad busca Serrano es fortalecerse con miras a las definiciones de 2018, creando la precepción de que puede hablar con todo mundo, sea de la fuerza que sea, por si se le ofrece candidato al Frente Amplio Democrático en la ciudad.
Pero en los sótanos amarillos dicen que si el secretario busca enviar el mensaje de que está muy fuerte, es que en realidad trae las defensas bajas.
Por lo pronto H pasará más tiempo en los merenderos políticos atendiendo la movilidad de os partidos, que en su oficina atendiendo la movilidad urbana.
Batres, el porrito
Desesperado porque ve cómo Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum lo dejan muy atrás ahora que la encuesta para definir al candidato de Morena a la CDMX, Martí Batres parece haber enloquecido y busca desesperadamente llamar la atención.
El miércoles pasado organizó, junto con su paje César Cravioto, un escandalazo durante la audiencia pública que la diputada panista Margarita Martínez Fisher para analizar el Plan de Desarrollo Urbano para la capital.
Martí y sus porros agredieron verbalmente a los participantes y reprobaron todo lo que sean construcciones en la capital, como si todos los desarrolladores fueran cortados con la misma tijera.
En pocas palabras, lo que los morenos están proponiendo es que pare la industria de la construcción en la ciudad, sin importar que se pierdan miles de empleos y que la economía se contraiga.
Lo que menos le interesa a Batres y sus malechores es el beneficio de la ciudadanía, sino tener reflectores para ganar la simpatía de los loquitos radicales para que lo apoyen en la consecución de la ansiada candidatura al gobierno capital en 2018.
*El Irreverente publica de lunes a viernes.
