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ECONOMÍA PARA PRINCIPIANTES / Urge quitarle chamba a AMLO

Existe algo de lo que sí parece carecer nuestro presidente: la capacidad de integrar un equipo de profesionales que se encarguen de traducir en acciones concretas todo ese cúmulo de ideas y de buenas voluntades presidenciales.

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Pablo Trejo

Todos los gobernantes y líderes exitosos en cualquier etapa de la historia de la humanidad, comparten ciertas características que son la base de ese éxito. Si duda una de ellas es la personalidad, la cual no podemos negar que es una de las características de nuestro presidente de la República. Otro de los factores, es la firmeza en la toma de decisiones, y ahí, una vez más, podemos estar seguros de que es otro de los distintivos de Andrés Manuel López Obrador. Un tercer elemento es la capacidad de comunicarse con los ciudadanos, y todos sabemos que en esa materia, probablemente estamos ante el mexicano que mejor ha sabido hacerlo en la historia de nuestro país.

Tenemos a un presidente con personalidad, firme y con una amplia capacidad de conectar con sus gobernados. Si a ello agregamos que cuenta con un bono democrático sin precedentes, con una cómoda mayoría en el Congreso, con una oposición fragmentada y carente de figuras, que cuenta además con un amplio reconocimiento internacional y además que tiene depositadas en él las esperanzas de un país al borde de la ruina, tenemos todos los ingredientes para pensar que nuestro presidente puede ser un gran líder y un gran gobernante para conducir los destinos del país.

Sin embargo, existe algo de lo que sí parece carecer nuestro presidente: la capacidad de integrar un equipo de profesionales que se encarguen de traducir en acciones concretas todo ese cúmulo de ideas y de buenas voluntades presidenciales.

Si hacemos un análisis mediático sobre los primeros meses de gobierno, podemos llegar a la conclusión de que el talón de Aquiles de la actual administración, es el equipo de colaboradores más cercanos al presidente, ya que en varias ocasiones han tenido despistes que en poco han ayudado a López Obrador. La mini crisis generada por la decisión de cancelar la construcción del nuevo aeropuerto; el periodo de intranquilidad social ocasionado por el desabasto de combustibles al poner en marcha la estrategia de combatir el tráfico ilícito de combustibles; y la dificultad evidente para sacar adelante la aprobación del paquete económico, son tres claros ejemplos de situaciones en las que el presidente tuvo que salir a dar la cara porque los responsables directos de las diferentes áreas involucradas no fueron capaces de ofrecer respuestas a una ciudadanía que exige cada vez más, respuestas rápidas y claras a sus cuestionamientos.

Esta misma semana, el Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, declaró que “la Guardia Nacional es la apuesta para que, en un máximo de cuatro años, el gobierno federal tenga la capacidad de ponerse al “tú por tú” con el crimen organizado”,lo que ha generado un buen número de críticas, ya que para muchos, el Estado no puede aspirar a “empatar” con el crimen organizado, ya que la aspiración debería ser la de ponerse muy por encima de éste para regresar la tranquilidad al país.

Comienza a dar la impresión de que el gabinete es mucho más un círculo de cercanos y leales, que uno de especialistas en sus campos de acción, lo cual podría terminar por ser un obstáculo para el país. Lo ideal sería que cada uno de los colaboradores le quitara problemas y atajara conflictos a nuestro mandatario, y no que éste deba salir de vez en vez a corregirles la plana y a dar la cara por ellos. Nos urge que alguien le quite chamba a nuestro presidente.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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