POR: SAÚL RIVERA
De ser el principal partido político de izquierda en México, el PRD se convirtió en un satélite de la derecha y para concretar esa metamorfosis le bastaron menos de 30 años.
Un vistazo a la hemeroteca nos remite a 1999, el PRD celebra sus primeros 10 años de vida y en la primera plana de La Jornada aparece una fotografía del sobrio festejo.
Leyendo un discurso está Pablo Gómez flanqueado por Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas; en el extremo izquierdo aparece sonriente López Obrador.
El sábado 5 de mayo la celebración por su 29 aniversario la encabezó el panista Ricardo Anaya. A su derecha el exjefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, que no es militante del sol azteca y ha rechazado, una y otra vez, las invitaciones para integrarse a ese instituto político.
Foto tomada de El Andén En el templete ya no está uno solo de los fundadores del partido que en 1989 logró reunir por vez primera a la mayoría de las corrientes de izquierda en torno a una agenda común, en su lugar están Santiago Creel, Leonel Luna, Manuel Granados, Mauricio Toledo.
Si bien es cierto que la competencia en este proceso electoral es entre dos grandes coaliciones, la verdad es que son dos partidos los que disputan la Presidencia de la República y la mayoría en el Congreso. Esos partidos son Morena y Acción Nacional.
Y es que la retórica sobre el gobierno de coalición para justificar la alianza PANPRD sólo esconde la necesidad de supervivencia del partido amarillo, desfondado y sin brújula desde la salida de Andrés Manuel y sus últimos referentes morales: Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez.
La apuesta por el pragmatismo está cobrando factura a la cúpula perredista. Se estima que el PRD no ganará ninguna de las nueve gubernaturas que están en juego el próximo 1 de julio. El saldo podría ser en todo caso negativo y podrían perder, además de su principal bastión, que es la Ciudad de México, los estados de Tabasco y Morelos; sin contar que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, apoya abiertamente al candidato del PRI, José Antonio Meade.
