El expoderoso René Bejarano, mejor conocido como el profesor de las ligas, está metido en un brete al blofear que si se arma un Frente Amplio Democrático del PRD con el PAN y con otras fuerzas políticas, se irá del sol azteca.
El profesor amaga con dar el brinco a Morena, como si Andrés Manuel López Obrador estuviera ansioso esperando que su exsecretario particular, encarcelado por hacer negocios oscuros con el empresario Carlos Ahumada, oficializara su integración a Morena.
La realidad es que Bejarano está metido en un brete porque envió de avanzada a Morena a muchos de sus cuadros, con la intención de tener un pie en el sol azteca y otro con El Peje, pero el asunto se le ha salido de control.
Si dio la orden de que cuadros como Ariadna Montiel o Aleida Alavez, por ejemplo, se integrarán al equipo pejista para 2018, mal se vería llamándolos de vuelta al PRD si es que el de las ligas lograra un acuerdo.
No, el error de Bejarano fue enviar a sus cuadros a la boca del lobo, porque los puso en manos de los pejistas y ahora no los puede recuperar porque ya se volvieron orgánicos.
Es decir, si de repente el viejo profesor decidiera quedarse en el PRD, no tendría la fuerza para ordenar a sus huestes a regresar al sol azteca y realinearse con sus jefes.
La verdad es que sus antiguos seguidores ya están en la lista de distinguidos pejistas, y no habrá poder humano que los haga regresar, por mucho que el de las ligas se los pidiera.
Así que se vaya o no se vaya, Bejarano está en vías de extinción, pues en el PRD ya no lo aceptan y en Morena no lo quieren.
Por mucho que López Obrador presuma el poder de redimir a los pecadores, de ninguna manera podría lograr que sus seguidores aplicaran un “borrón y cuenta nueva” con Bejarano, por ser un símbolo de la corrupción y del tráfico de influencias.
Y en el PRD ya no se tragan el viejo cuento de que si no me quieren, me voy, pues conocen de sobra las artimañas de René para estirar las ligas y entrar de lleno a la negociación por futuros puestos políticos.
En síntesis, si Bejarano y Dolores Padierna se quieren ir, pues adelante, a ver si los morenos les pueden ofrecer algo digno de su alcurnia, sobre todo porque los principales puestos están comprometidos.
Que sigan amagando no importa; en el PRD saben perfectamente que no tienen a dónde irse y que lo único que buscan con sus amenazas es que el resto de las tribus no los desaparezcan.
O sea, el que Bejarano empiece a blofear no es nuevo, pero como los amarillos lo conocen bien no le darán algo que no sea migajas… si quiere.
CENTAVITOS… Vaya, pues ahora resulta que Ricardo Monreal es el sueño de todos los partidos para 2018 en la CDMX, pues en una semana ha coleccionado un par de invitaciones del Partido Encuentro Social y del Verde Ecologista, que aunado a acercamientos con el PAN e incluso con algunos actores del PRD, lo convierten en el antídoto para enfrentar a Morena el año entrante. El zacatecano le está robando el sueño a López Obrador, quien creyó que imponer a Claudia Sheinbaum como aspirante morena en la capital sería pan comido; ya vio que para doblegar a Monreal tendrá que trabajar horas extras. El problema es que mientras más tiempo pase en Morena el boquete será más grande y sus posibilidades de ganar disminuyen dramáticamente.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/08/31/1185196
