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El informe que desdeñó AMLO

Cuando AMLO rechazó acudir a la presentación del V Informe de labores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)…

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Alejandro Zúñiga 
@TuFantasma

En medio de la abigarrada agenda política de la semana pasada, acaparada por la amenaza arancelaria de Trump, casi pasó desapercibido el desaire presidencial, inédito, al ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez.

El punto es que AMLO rechazó acudir a la presentación del V Informe de labores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Fue una desatención jamás registrada en tres décadas de existencia de la CNDH, porque el Informe anual del máximo organismo institucional del Estado Mexicano defensor de los derechos humanos, siempre fue recibido y respondido por el Jefe del Ejecutivo en turno.

Cuando le preguntaron a González Pérez ¿por qué no había acudido el presidente?, pareció reprochar el desaire: “En cuatro años y medio este es el Quinto Informe y el primero que no se da frente al Presidente de la República”, dijo.

Sin mencionarlo directamente, dejó entrever que le dieron largas, a pesar de que supeditó la fecha de su Informe a la agenda presidencial: “La respuesta final, ante reiteradas solicitudes, fue que se entregara en la Secretaría de Gobernación”, reveló.

El Informe del ombudsman nacional no es normalmente un acto protocolario, superfluo y anodino, sino un encuentro institucional para dar a conocer la situación general que guardan los derechos humanos en el país, a fin de que el Presidente fije postura ante los retos.

Cuando AMLO fue cuestionado por no acudir, pretexto que “la Secretaria de Gobernación lo atendió, porque ya tiene esa función principal”, y por eso fue Olga Sánchez Cordero, justificó.

Pero la lectura de su ausencia fue que al primer Presidente de izquierda de México, no le interesaba escuchar el reporte anual del máximo órgano defensor de los derechos humanos.

En cambio, lo que sí ha hecho AMLO -y no está mal- es asumir con vehemencia la defensa y protección de los derechos humanos de los miles de migrantes que ingresan por nuestra frontera sur.

Se trata, en los hechos, de una paradoja, pues mientras defiende los derechos humanos de extranjeros, el mandatario declina escuchar los agravios y violaciones que viven sus gobernados en esa materia.

En una de sus mañaneras, AMLO reconoció que hay pendientes en el cumplimiento de recomendaciones por violaciones a derechos humanos. Pero, ¿por qué convertirse entonces en el primer mandatario -y de izquierda- que se niega a escuchar la realidad terrible que vive el país en ese sensible tema?

Se trata de uno de los temas bandera de los gobiernos que, como la 4T, se dicen de izquierda, particularmente en el caso de México, donde hay violaciones gravísimas de urgente resolución.

¿Qué pensarán las casi 160 mil víctimas agraviadas en sus derechos fundamentales, quienes presentaron formal denuncia ante la CNDH en 2018, si se enteran de que a su Presidente no le pareció importante escuchar el Informe del ombudsman nacional?

¿Qué dirían los miles de derechohabientes que esperan una operación, una cama o un medicamento desde hace meses y son maltratados a diario en las instituciones de salud públicas? O ¿qué pensarían las miles de víctimas de la delincuencia, doblemente agraviadas, por la insensibilidad de la autoridad que ni investiga ni procura justicia?

Definitivamente, siendo el cerebro de la 4T, AMLO mandó un pésimo mensaje a los miles de mexicanos agraviados en sus derechos fundamentales todos los días por una burocracia rebasada, corrupta, insensible, incapaz y -mucha de la nueva- inexperta e ignorante.

Es probable que al Presidente no le guste oír que su gobierno ha cometido graves errores en la instrumentación de la llamada austeridad republicana, decisiones que han afectado la salud, agudizado la inseguridad o desprotegido a sectores vulnerables de la población. Todo es corregible y perfectible.

Pero no puede desestimar que 2018 fue un año crítico para los derechos humanos. Aumentó el reclamo y la necesidad de justicia, mientras sigue lejana la reparación del daño para las víctimas y crece la frustrante impunidad en México.

Esperemos que, aunque le haya hecho vacío al ombudsman, el Estado Mexicano tenga claro que urge instrumentar una estrategia integral para revertir esas tendencias que mantienen crispada a la sociedad. 

 

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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