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El Peje domina a Claudia

Faltaban tres semana aún para que asumiera la Jefatura de Gobierno, y AMLO ya había fijado su posición sobre la no entrada de marinos y militares a las calles de la capital.

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Adrián Rueda

Primero como jefa de Gobierno electa, y después ya como titular en el cargo, Claudia Sheinbaum Pardo juró y perjuró que la futura Guardia Nacional no pisaría las calles de la Ciudad de México, por no considerarlo necesario.

Al presentar su estrategia de seguridad, el 15 de noviembre de 2018, la funcionaria se refirió a la Guardia Nacional propuesta por Andrés Manuel López Obrador, y dijo que se coordinaría con el Gobierno Federal, pero la seguridad estaría a cargo de la Policía local.

“Hemos hablado con el próximo titular de la Secretaría de Seguridad Pública a nivel nacional (Alfonso Durazo), porque consideramos que la propia Policía de la Ciudad de México es la que puede tomar la coordinación”, respondió entonces a los reporteros.

Faltaban tres semana aún para que asumiera la Jefatura de Gobierno, y ya había fijado su posición sobre la no entrada de marinos y militares a las calles de la capital.

“Creemos que no hace falta la presencia de la Guardia Nacional en la Ciudad de México”, dijo textualmente en ese entonces Sheinbaum, en el evento celebrado en Casa Lamm.

Veinte días después, en su toma de protesta ante el Congreso de la Ciudad de México, ya como jefa de Gobierno no sólo ratificó que los militares y marinos no patrullarían las calles de la capital, sino que anunció la desaparición del Cuerpo de Granaderos.

Y como para que no hubiera dudas por parte de los escépticos, el 22 de diciembre insistió en que los habitantes de la capital no verían a la milicia patrullando las calles de la Gran Tenochtitlán.

Sin embargo apenas esta semana, al más puro estilo de “La Chimoltrufia”, Sheinbaum dijo que debido a la inseguridad que prevalece, pedirá al Gobierno Federal que patrulle las zonas limítrofes de algunas alcaldías capitalinas con municipios mexiquenses.

De pronto la gobernante olvidó sus promesas de que ni militares ni marinos pisarían territorio chilango para patrullar, y que con su propia Policía la capital podía controlar el crimen.

No es que esté mal que Claudia reconozca que sola no puede y que necesita a la Guardia Nacional para dar resultados, lo que está mal es que lo haga luego de las presiones de López Obrador para que el Congreso le apruebe su cuerpo de élite a su antojo.

Por mucho que haya sido una decisión personal de la funcionaria, queda en el aire la precepción de que alguien le dijo que no era opcional la aceptación de la nueva Guardia Nacional, sino que era obligación.

Lo mismo ocurrirá con la urbanización de los valiosos terrenos propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional en Cuajimalpa, donde El Peje quiere el Ejército construya condominios de lujo para vender a los fifís.

Además de la oposición vecinal al proyecto, diputados como Mario Delgado y la propia Sheinbaum se han opuesto históricamente a que esos predios sean utilizados para vivienda, debido al colapso en servicios que causarán y al evidente daño ambiental para la capital.

No se necesita ser adivino para apostar a que en esos costosísimos terrenos militares se van a construir viviendas para millonarios, sin nadie que se pueda oponer a los designios presidenciales; “me canso ganso” si no.

Estos son sólo dos ejemplos de cómo El Pejeha impuesto su agenda a la jefa de Gobierno, cosa por demás extraña, pues en todo el tiempo en que el gobierno de la capital estuvo en manos de la izquierda, siempre actuó como contrapeso ante los excesos de la Federación.

Hoy las cosas son muy diferentes, y una muestra clara de que López Obrador se ha impuesto a Sheinbaum es la realización de las llamadas mañaneras, donde el presidente se apropia de la agenda y opaca a todo mundo.

Cabe recordar que cuando Claudia estaba a punto de arrancar su gobierno, anunció que todos los días daría conferencia de prensa a las 7:00 horas, copiando la estrategia de Andrés Manuel, quien como jefe de Gobierno inauguró ese esquema en el año 2000.

Pero lo de menos fue el fusil de la estrategia pejista, sino que el tabasqueño se llevó las mañaneras a Palacio Nacional y se apropió de la audiencia, al grado que la propia Sheinbaum tuvo que cambiar sus conferencias a las 10:00 horas.

Sin embargo de poco le han servido a la funcionaria esos eventos, donde la mayoría de las veces tiene que opinar de los que dijo su jefe, además de que su gobierno en la capital carece de la más mínima estrategia de comunicación.

Casi nadie se entera de lo que la jefa de Gobierno intenta posicionar, y cuando por fin logra subirse a un tema, como fue el de las denuncias de secuestro de mujeres en el Metro, la fallida implementación de la estrategia de apoyo ciudadano falla.

Y es que ante la demanda ciudadana de que el gobierno capitalino hiciera algo para proteger a las mujeres en el Metro, Claudia anunció operativos conjuntos entre la Policía y la Procuraduría de Justicia, que incluían ministerios públicos móviles en estaciones.

Una denuncia en redes alertó que lo anunciado por la funcionaria era una farsa, pues por ningún lado se veían el apoyo prometido en la estrategia de seguridad para mujeres; el tema se le vino encima.

Incluso los diputados locales del PAN, con su coordinador Mauricio Tabe a la cabeza, hicieron varios recorridos con cámaras para comprobar el funcionamiento de los supuestos operativos policiales, y no los encontraron por ningún lado.

Los mismos policías auxiliares que cuidan el Metro dijeron desconocer de lo que se les hablaba y reportaron no haber visto agencias móviles del MP ni grupos de agentes haciendo guardia.

El quemón para Sheinbaum fue duro y su equipo no tuvo la capacidad para reaccionar y contrarrestar el golpe, cosa muy distinta con el de López Obrador, que siempre está atento para registrar los malos comentarios y darles la vuelta.

Muchos podrán decir que El Peje y Claudia no son lo mismo y tendrán razón, pero ante el poderío que muestra el tabasqueño para fijar su agenda, no hay capacidad de reacción en el Antiguo Ayuntamiento, por lo que el Presidente se come a su “regenta” todos los días.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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