Ahora que se empieza hablar un poco más del creciente activismo de Marcelo Ebrard Casaubon en la política mexicana, hay un personaje en especial que debe andar muy preocupado: su hermano Enrique Camilo.
Porque si bien es cierto que desde el amparo que interpuso en octubre de 2015 para que las autoridades le indicaran si había pendiente alguna orden para su aprehensión o localización Marcelo está seguro que nada hay en su contra, no así de su hermano.
Y es que Enrique Camilo Ebrard es socio de la constructora Enasler que edificó un impresionante inmueble en Plaza Río de Janeiro 46, Roma Norte, en una propiedad que fue del GDF cuando su hermano era jefe de Gobierno y que se la dio a precio de regalo.
Después de remodelarla “se la rentó” al propio Marcelo para vivir con su familia, lo que muchos calificaron con un presunto fraude de ambos hermanitos. Negociazo: valía 33 millones de pesos y su hermanito se la dejó en 1.6 millones.
Hace ya un par de años el exjefe de Gobierno salió huyendo de México a París ante las versiones de que sería detenido por las millonarias anomalías en la construcción de la Línea 12 del Metro, entre otras cosas.
Se fue a la Ciudad Luz aprovechando la protección que le da su descendencia francesa y, aunque siempre presume que no tiene pendientes con las autoridades en México jamás ha regresado, por la sencilla razón de que si vuelve no irán sobre él; irán contra Camilo.
A Marcelo lo señalan en las altas esferas del gobierno federal de ser el autor de la filtración de la Casa Blanca.
Ese dardo lo tenía guardado Ebrard para la campaña presidencial de 2012.
Si se lo hubiera dado y hubiera detonado en plena campaña, seguramente otra sería la historia del país en estos momentos.
Pero lo detonó hasta que fue amenazado con cárcel por lo de la Línea 12; al parecer no midió bien contra quién se ponía porque la respuesta fue brutal: el gobierno no sería tan burdo en ir por él como venganza: le pegaría en el corazón a través de su hermano.
Por eso es que Marcelo no regresa ni regresará el resto del sexenio.
Vive en Los Ángeles desde finales del año pasado asesorando no sólo a Antonio Villaraigosa, exalcalde de esa ciudad que quiere ser gobernador de California, sino a los aspirantes de origen hispano que buscan el cargo para que vayan en un solo frente.
CENTAVITOS… Con su pase a Morena Carlos Candelaria se quedará como el perro de las dos tortas, pues calculó muy mal su jugada. En el PES habría tenido chance de buscar una diputación federal, pero con los morenos está en chino, ya que en Iztapalapa hay varios tiburones pejistas que por supuesto no le cederán su lugar, sobre todo ahora que su valor disminuyó… Y hablando del PES, se confirma que el 1 de mayo llega a la presidencia de la CDMX Armando González Escoto en lugar de Andrés Millán, sólo que el futuro presidente no es presbítero ni viene de Guadalajara como se dijo; es oriundo de la GAM, con 30 años como activista y hombre muy cercano al líder Hugo Eric Flores, tanto que fue su secretario particular en el GDF con Ebrard. El presbítero González Escoto sí existe, pero es homónimo y, desde luego, de otra religión.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/04/24/1159385
