Fernando Díaz Naranjo
No sólo a nivel federal el contexto político de nuestro país está cambiando, también en la Ciudad de México. Así el pasado 5 de diciembre Claudia Sheinbaum, llegó a el sitio que ganara en las urnas el pasado primero de julio, y con ello convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo de Jefa de Gobierno de nuestra Ciudad.
El arribo de Sheinbaum se da tras un largo proceso de apertura democrática por el que ha pasado nuestra Ciudad Capital. Proceso que no ha sido fácil, por el que se ha tenido que remar contra corriente.
En 1993 a través de una reforma constitucional, se otorgó mayor autonomía al otrora Distrito Federal, eliminando la figura de Jefe del Departamento del Distrito Federal creando la figura de Jefe de Gobierno, además, se estableció que el mismo sería electo de forma directa por los ciudadanos, para lo cual, se le dotó al órgano legislativo local de mayores facultades.
En 1997 los capitalinos pudimos votar por Jefe de Gobierno por primera vez en una elección organizada por el otrora Instituto Federal Electoral, resultando electo Cuauhtémoc Cárdenas bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que, dicho sea de paso, se constituyó como un partido hegemónico hasta justamente la elección intermedia de 2015 en donde Morena apareció con importantes triunfos tanto en las entonces jefaturas delegacionales como en la Asamblea Legislativa, hoy Congreso de la Ciudad de México.
Desde aquella fecha se han llevado a cabo elecciones regulares en nuestra Ciudad Capital. Aparece el Instituto Electoral del Distrito Federal (hoy Ciudad de México) a finales de los 90´s y se generan diversos mecanismos de participación ciudadana que hasta nuestros días prevalecen, aunque el nombre y sus funciones han cambiado.
Este organismo electoral local ha organizado, consecuentemente, diversas elecciones registradas en los años 2000, 2003, 2006, 2009, 2012, 2015 y 2018.
En 2015 se crea, luego de un largo proceso denominado Reforma Política del Distrito Federal, una Constitución propia dando paso a una serie de aspectos muy importantes para la Ciudad de México. Así, los otrora Jefes Delegacionales se convirtieron en Alcaldes juntos con sus concejales, con mayores facultades; se conforma el Congreso local, desapareciendo la Asamblea Legislativa; sus 66 integrantes al igual que los Alcaldes son electos democráticamente.
El Partido Acción Nacional (PAN) ha ocupado posiciones importantes, sobre todo en el año 2,000 y el otrora partido gobernante en la Ciudad, el PRD vive sin duda una recomposición y pronto estarán esgrimiendo una batalla por la lucha de su dirigencia local.
En el Congreso de la Ciudad, la mayoría parlamentaria la ocupa Morena con 37 legisladores, seguido del PAN con 11 diputados; el PRD y el PRI con 6 legisladores cada uno. Sin duda alguna, la composición política de hoy es muy distinta de hace tan solo tres años.
Como podemos observar, el proceso democrático de nuestra Ciudad ha sido lento, pero finalmente hoy tenemos elecciones libres, con instituciones electorales sólidas que no sólo hacen elecciones sino se encargan de llevar a buen puerto todos los ejercicios de participación ciudadana que, al final, son expresiones ciudadanas y que gracias a estos ejercicios sus opiniones cuentan.
Aún faltan aspectos por trabajar, por lo que seguramente, entrando el año que entra veremos trabajos más firmes en la revisión y, eventualmente, integración de iniciativas que pudieran materializarse en modificaciones a la normatividad electoral que le dé a nuestra Ciudad mejores espacios democráticos, con procedimientos más sencillos y de vanguardia. Hasta la próxima!!!
