Jorge del Villar
Los beneficios de la práctica de la meditación, cada vez son más probados por la ciencia occidental y propulsada por la política pública del mundo desarrollado. En la Gran Bretaña, el último gobierno sensato, encabezado por el Secretario de Educación, Damian Hinds, impulsó la más grande campaña para promover prácticas de meditación en las escuelas. El gobierno de EU ha gastado miles de millones de dólares en el National Center for Complementary and Integrative Health, cuyo pilar son las técnicas de meditación.
El Dr. Benjamin Shapero del Massachusetts General Hospital junto con Gaëlle Desbordes de la Harvard Medical School están ampliando los descubrimientos sobre los beneficios de la meditación desde una perspectiva científica. Ya está comprobado que la meditación sirve para combatir una diversidad de enfermedades tanto físicas como mentales, incluyendo la fibromialgia, psoriasis, Trastorno de Estrés Post Traumático, ansiedad, depresión, dolor crónico, síndrome de colon irritable. Desbordes, descubrió, al utilizar Resonancia Magnética que la amígdala cerebral se activa (a lo largo de todo el día) en aquellas personas que han estado meditando durante un lapso de dos meses. (Powell A. April 9, 2018. Harvard Gazette.) Pero los beneficios de meditar van mucho más allá. Sara Lazar, neurocientífica de Harvard y del Massachusetts General Hospital, ha descubierto, a través de imagenología cerebral, que meditar incrementa la materia gris del cerebro en la ínsula y regiones sensoriales; los córtex auditivo y sensorial. (Schulte B. Mayo 26, 2015. Washington Post)
Se podría afirmar que el estrés es la peor epidemia de nuestra época, pues es quizás la fuente que mayores muertes humanas genera, a través de la violencia, adicciones, enfermedades cardiovasculares, infartos, e incluso algunos tipos de cáncer. 8 de cada 10 estadounidenses padecen estrés en sus rutinas diarias. Es por ello que el aprendizaje a meditar es cada vez más generalizado en escuelas, hospitales, cárceles. El ejército estadounidense lo está utilizando para mejorar la resiliencia de sus elementos. (Mineo, L. Abril 17, 2018. The Harvard Gazette).
No de Balde, las principales universidades de Estados están poniendo en práctica programas de meditación para sus alumnos universitarios. La Dra. Shauna Shapiro ha expuesto la diversidad de estudios científicos que comprueban que la meditación incide de manera directa en el rendimiento académico y ambiente escolar.
En el budismo se ha utilizado el Karmamudra como una técnica meditativa de desarrollo de conciencia para alcanzar la iluminación. Se practican posiciones sexuales entre parejas, haciendo fluir la energía dentro del cuerpo sutil de ambos, destapando así toda una serie de nudos emocionales. Uno de los propósitos es subir la energía del chacra sexual, que es sumamente poderosa, a lo largo de la espina dorsal, y arrojarla por la coronilla hacia fuera del cráneo, como fuente energética, formando un campo electromagnético alrededor del cuerpo. El Karmamudra representa una diferencia paradigmática entre oriente y occidente. En el occidente, el sexo sólo tiene dos finalidades: o reproductiva o de placer sensorial. Esto conduce a generar daños enormes entre los individuos, pues es muy frecuente que alguno termine lastimado. Está el caso de la película Stockholm, en donde un chavo monta todo un teatro de amor, para acostarse con una mujer y recibir placer sensorial. Él no sabe que ella es depresiva. Al día siguiente ella descubre que todo fue un montaje y se suicida.
En el oriente, otra finalidad adicional del acto sexual es el desarrollo de la conciencia. En la tradición mántrica, el personaje le hubiese propuesto a ella un vínculo sexual para ayudarlo a iluminarse. Por su parte ella no se hubiese sentido utilizada sino útil en ayudar a otra alma a encontrar su camino. Pero vivimos en el occidente y no se vale utilizar la filosofía mántrica como choro para engañar a otra persona y perseguir sólo placer sensorial.
