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EVIDENCIAS / La oportunidad perdida en el caso Coyoacán

La Sala Superior del Tribunal Electoral revocó el pasado domingo esa resolución y declaró válido el triunfo de Manuel Negrete, quien fue postuado por el Frente integrado por el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano.

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Patricia Sotelo

Duró poco la celebración de las mujeres y, sin duda, de muchos hombres, por el fallo que anulaba la elección en la hoy alcaldía de Coyoacán, dictaminado por la Sala Regional de la Ciudad de México del Tribunal Electoral, al considerar que se había acreditado violencia política de género en contra de la actriz María Rojo, quien fue candidata por la coalición Juntos Haremos Historia.

Se celebraba que por primera vez en la histórica del país se anulaban unos comicios por tal motivo, lo que nunca había pasado a pesar de las numerosas denuncias que año con año, durante los diversos procesos electorales, mujeres que aspiran a un cargo de poder, presentan ante las autoridades.

La Sala Superior del Tribunal Electoral revocó el pasado domingo esa resolución y declaró válido el triunfo de Manuel Negrete, quien fue postuado por el Frente integrado por el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano.

Y aunque la nulidad se había declarado, también, por la presunta compra de votos -lo cual también deshechó el máximo tribunal-, el reconocimiento de los magistrados del órgano local de que violentar los derechos políticos de las mujeres debía ser causa de nulidad, permitía sentar un precedente en nuestro país.

Pero no se pudo. No fue suficiente demostrar que la “guerra sucia” en contra de María Rojo trastocó su persona y su condición de mujer. No fue suficiente que se mostrara en pancartas y volantes que se distribuyeron en toda la demarcación, el cuerpo de la actriz desnudo, semidesnudo, en escenas eróticas distorsionadas para que se vieran como si se tratara de cine porno, en escenas sexuales explícitas sacadas de películas donde actuó y que sólo en ese contexto se entienden; que tapizaran la puerta de su casa con este material o que se abrieran cuentas en Facebook que daban información falsa de sus relaciones personales vinculándola con cuestionados políticos. No fue suficiente.

Aunque los magistrados sí reconocieron que existió violencia e intimidación en contra de la candidata que afectaron su imagen y su honra, concluyeron que no fue determinante en el resultado de la elección, ya que “no fue generalizada”, ni se probó que esos actos los hubiera cometido “alguno de los contendientes, es decir, militantes o simpatizantes de los partidos que postularon a Manuel Negrete Arias, ni a ese candidato”.

Se perdió, así, la oportunidad de poner freno, mediante un castigo ejemplar, a la violencia contra las mujeres que buscan ejercer, con libertad, sus derechos políticos. Y, por el contrario, se dio paso a que se les siga intimidando, amenazando, acosando, difamando, siempre y cuando nadie sepa quienes promueven y operan esos ataques.

No nos escandalicemos, entonces, si continuamos viendo casos como las “Juanitas” o “Manuelitas”, o tantos otros que se han documentado ante la Fiscalía Especializada de Atención a Delitos Electorales (FEPADE), donde se presentaron 200 quejas por violencia política contra mujeres del 2016 a abril del presente año.

Mientras no entendamos que cuando se acosa, amenaza o agrede a una mujer que busca un puesto de poder es porque se pretende intimidarla para que desista, y no hay sanción, entonces seguirán ocurriendo otros coyoacanazos. Y mientras no entendamos que permitirlo repercute en el ánimo de otras mujeres y las desalienta a involucrarse en la política, estaremos quebrantando la participación democrática.

Hoy más que nunca urge legislar para tipificar como delito la violencia política de género y castigarla, porque como bien dijo la Magistrada María Guadalupe Silva, durante la sesión de la Sala Regional de la CDMX, donde se discutió el caso de María Rojo, “la violencia política de género, a mi juicio, puede llegar a invalidar una elección, pues atenta contra la democracia, la cual parte del supuesto de que todos somos iguales”.

Lástima que se perdió esa oportunidad… por ahora.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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