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CDMX

Evidente elección de Estado en la entidad mexiquense

El Sistema evitará, a toda costa, la alternancia en el poder

Por Luis Repper Jaramillo*

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En mis más de 47 años con derecho a votar y elegir a algún candidato a cargo público, nunca como ahora he visto, escuchado, leído, conocido proceso más sucio, corrupto, vergonzoso, insultante, parcial, ilegal, antidemocrático y más, para designar gobernador del Estado de México para el sexenio 2017-2023, en lo que están involucrados del PAN, Josefina Vázquez Mota, Juan Zepeda, del PRD, Delfina Gómez, de Morena, Alfredo del Mazo Maza, del PRI y Enrique Peña Nieto, del Gobierno Federal y su séquito de funcionarios del tricolor, que se ha convertido en una Elección de Estado, con la finalidad de que gane “ahuevo”, el PRImo indeseable, pese a que los mexiquenses están hartos de que ese partido ejerza una “dictadura perfecta” por más de 86 años.

Ninguno se salva… eeh… los 4 aspirantes están cortados con la misma tijera: tramposos, inmorales, mentirosos, obsesivos del poder por el poder mismo, importándoles un bledo la ciudadanía a la que pretenden “administrar” (no gobernar, porque hacerlo iniciaría con  honestidad, humildad, transparencia, democracia, cualidades que ninguno ha demostrado) que demuestra las “marranadas” de las campañas y no se ve en ninguno calidad y honor de servir.

Lamentablemente en este juego perverso algunos medios, “columnistas y conductores” a afines al Sistema están involucrados en denostar, vituperar, acusar a los oponentes del PRI con el afán de “evidenciar” –según ellos- la corrupción del contrincante, sabiendo todos que esos “periodistas” reciben su mochada del PRI y del Sistema para favorecer al PRImo, aunque éste no tenga la capacidad, honorabilidad, ni el perfil profesional para el cargo.

Unos a otros se avientan boñiga, videos, audios, que a estas alturas del partido a nadie convencen, porque todos saben que se trata de una guerra sucia proveniente del interior del gobierno federal y sus aliados, para no perder el Estado de México, aunque a todos sentimos que el partido en el poder local y federal, lo tiene perdido.

Quien gane la elección mexiquense, el 4 de junio. no llegará al Palacio de Gobierno, de Toluca, con la confianza y el respaldo popular que garantice el final de la corrupción, la impunidad, la ilegalidad y la suciedad reinante desde las administraciones de Arturo Montiel Rojas, Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila Villegas, pues si desde la campaña electoral, sólo improperios, estiércol, trampas e ilegalidades han prevalecido.

Estos comicios mexiquenses son tan sucios como los federales de 2012, en donde para llegar a Los Pinos, el PRI utilizó todo tipo de argucias, incluidas las encuestas “a modo” y las triquiñuelas de dos maestros de la estafa Humberto Moreira Valdez (Presidente del CEN del PRI) y Enrique Peña Nieto (candidato). La historia se repite, pero no con el mismo resultado, pues las redes sociales, los medios de comunicación honestos, la capacidad de los mexiquenses para no permitir el fraude, impedirá que el PRImo, por consigna, gane la  amañada elección.

Como decía, ninguno escapa al descrédito popular, por su pasado, por su presente, por la suciedad con que han diseñado su estrategia de campaña; la denostación, por encima de la propuesta razonada. Rollo, choros, mentiras, nada nuevo son las ofertas de Josefina, Juan, Delfina y Alfredo; los cuatro prometen terminar con la corrupción, pero están metidos en ella, basta con ver el “video del día” para vomitar su presencia y discurso.

No hay idea, no tienen interés de servir a los mexiquenses. Su objetivo es llegar a Palacio de Gobierno para sumarse a la oportunidad de servirse del cargo… Si no es así, así parece, esta es la percepción popular, pues en los últimos 18 años (tres sexenios, Montiel, Peña, Eruviel) el Estado de México está sumido en el abandono, la inseguridad, los feminicidios, la corrupción, la ausencia de planificación urbana, de movilidad, cultura, educación, de sanidad… ¿porque creer ahora en el cambio, cuando los aspirantes padecen la misma “cultura de la corrupción”.

Sería ocioso describir lo que a diario, no sólo los mexiquenses sino el país todo, ve, escucha, lee sobre las cualidades inmorales de Josefina, Juan, Delfina y Alfredo, quienes arrastran desde su pasado la incredulidad de honestidad, que acompañada de la lluvia de videos, notas, comentarios refuerzan el status inmoral como servidores públicos.

Ya no es lo mismo Los Beatles que 57 años después. Ahora en cualquier dispositivo electrónico, en las redes sociales se evidencia la corrupción, lo que antes, durante la “dictadura perfecta”, se callaba, se compraban silencios, y la gente volvía a votar por el PRI

Hoy las cosas mediáticas han cambiado… pero no la corrupción, las mañas, las triquiñuelas, pero la gente tiene otra mentalidad, ya no se deja sorprender por políticos y partidos inmorales. El ciudadano ha formado su propio criterio y rechaza los ardides y las realidades de candidatos “con piel de oveja”, que arrastrar la visión, misión y objetivos de su partido, pisando la indignidad de su adversario, creyendo que el mexicano aún cree las inmundicias de la política, ya superadas

¿Qué digno, real y creíble proponen Josefina, Juan. Delfina y Alfredo? NADA, es la misma gata –en el discurso- nada más que revolcada. Cómo la perorata ya no convence, entonces atacan por el lado corrupto del otro, sin reparar que ellos engendran lo mismo que acusan… como dice el refrán popular “escupen al cielo”. La modalidad, ahora, es aliarse con medios informativos afines, muuuy desacreditados, especialmente la televisión (ya saben de quien hablo) para tratar de convencer que el candidato oficial es la representación personalizada de la honestidad, la rectitud, la transparencia, aunque el conocimiento popular sabe la verdad.

Están tan desacreditados, raídos, malolientes los partidos políticos que nadie cree en ellos, porque quitan el pan de la mesa del ciudadano, cuando el INE y en este caso el IEEM asignan millonarios presupuestos, a través de las prerrogativas electorales, que impiden utilizar ese dinero digno en programas y obligaciones oficiales para solucionar o paliar las necesidades de la población.

Entonces ¿por qué creer en candidatos y partidos que indignamente roban dinero del pueblo para sus aspiraciones personales y de grupos?… Por eso el votante se aleja de las urnas. Primero, porque no cree en los candidatos –más de lo mismo- pues vienen de un sistema partidista prostituido.

Segundo, porque nunca como ahora el Gobierno Federal ha abonado al descrédito de la gobernanza. No lo digo yo, sino las evidencias. Este sexenio peñista ha sido el más corrupto en la historia política del país, superando incluso –y ya es decir mucho- a la administración de Carlos Salinas de Gortari (también priista), que ha cosechado el rechazo y la indignación popular en todo lo político… Y para confirmar la podredumbre de lo anterior, el priista número1 (como ellos le dicen) designa, dedea, ordena en el Estado de México, que su PRImo, Alfredo, sea el candidato a la gubernatura… Bueno, esto es aberrante.

Josefina, Juan, Delfina, no se quedan atrás, tras de sí tienen  negros historiales. Vienen de actitudes corruptas, propias y de sus partidos. Además no tiene el Don de la palabra, del convencimiento, arrastran el mismo choro del político desgastado, viejo, obsoleto. Sus discursos son extraídos de antiguas propuestas que nunca consumaron, que son evidencia de que una cosa es la perorata para llegar al poder y otra la realidad del Estado de México, sumido, como dije, en la inseguridad, corrupción, incultura, inmundicia e impunidad.

De los cuatro no se hace uno, esta es la realidad, mientras el crédulo y el incrédulo mexiquense esperan sentado que alguien revierta esta nefasta tendencia de herencia partidista, sobre todo del PRI que durante casi 9 décadas ha detentado el poder sin ver indicios de progreso social.

¿De llegar el PAN, PRD o Morena, gobernarían como lo hicieran Fox y Calderón, o como  en Nezahualcóyotl o Texcoco, lo hicieran con gestiones muy cuestionadas por  corrupción, la tranza y “compromisos” de grupo?

Pobre Estado de México, no merece los candidatos que tiene… Imagínese un gobernador así.

Por eso URGE una reingeniería política en el país, en donde desterremos el corrupto partidismo, que sólo saquea el erario nacional, por los millonarios presupuestos. Debemos entrar a la era de la candidatura independiente, en la cual un aspirante a cargo de elección popular no haya estado en algún partido o al menos retirado de estos, 10 años, tiempo suficiente para sacudirse la boñiga, corrupción, indignidad, inmoralidad, impunidad que es el ADN de partidos, militantes y candidatos de esta especie que debería estar en extinción.

En fin… En el Estado de México es lo que tenemos, Josefina, Juan, Delfina y Alfredo… ni modo. El 4 de junio hay que salir a votar, ejerza su derecho y obligación. Vote por el menos corrupto ¿hay alguno?… pero sufrague. No permita el abstencionismo, en todo caso anule la boleta, pero tenga presencia en la urna.

El voto de rechazo será el mensaje popular del hartazgo, la indignación a pésimos candidatos y a corruptos e impunes partidos políticos (PAN, PRD, PRI, Morena, PT, Verde Ecologista, Panal, MC).

 

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU)

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