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CDMX

¿Hay responsable de las inundaciones en la Ciudad? Sí, se apellida Mancera

Mientras se “joden” los capitalinos, busca la candidatura presidencial
Por Luis Repper Jaramillo
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En sólo tres tardes/noches la naturaleza evidenció la vulnerabilidad de la ciudad más importante y grande del país. Con tres aguaceros “atípicos”, como le llaman los burócratas quedó de manifiesto que el GCDMX dejó solos a millones de habitantes y visitantes, sin ofrecer una respuesta cierta, inmediata, diligente; es decir, las “ayudas” que proporcionó la autoridad fue una reacción, que mostró  incapacidad de la prevención.

Bastaron 4 horas de intensas lluvias para que la olla, que es la capital de la república, se semillenara, lo sucedido demostró que no se trabaja con eficiencia, programación y prevención para la temporada de huracanes y lluvias que históricamente se da en los meses de junio, julio, agosto y septiembre.

Ni el gobierno central, ni los delegacionales hicieron su tarea antes del temporal, desazolvando, limpiando laderas de montaña, con campañas de orientación, disuasión e inhibición hacia los vecinos para no tirar basura en la vía pública.

Ambas instancias de gobierno son incapaces, indolentes, ineficientes e indiferentes, pues prevenir, para no remediar con la reacción, que es el ADN de la gestión mancerista y en consecuencia las delegacionales hubiese minimizado, tal vez no evitado, las tragedias de familias que perdieron todo su patrimonio por la inundación de aguas negras en sus hogares, y de automovilistas que sufrieron la pérdida de su vehículo que quedó sepultado bajo las pestilentes aguas de una calle, avenida, vialidad convertida en río, porque las atarjeas estaban bloqueadas con basura.

Las autoridades de la Ciudad, encabezada por Miguel Ángel Mancera, no pueden evadir su responsabilidad de este caos porque no previeron el impacto pluvial. Siempre es mejor extralimitar actividades para evitar situaciones “atípicas”, que reaccionar o tapar el pozo después del niño ahogado. Nunca hubo trabajo preventivo y las consecuencias millones de capitalinos y en tránsito lo padecieron… Y mire que aún faltan entre 100 y 120 días de aguaceros, huracanes, ventarrones y acciones de la naturaleza, que un gobierno incapaz, como el de Mancera, no sabrá enfrentar.

No debo dejar de lado que parte de la tragedia es provocada por gente irresponsable, necia,  torpe que su basura de mano (pet de jugos, refresco, agua, envolturas de golosinas, cajetillas y colillas de cigarros, etc.) arrojan a la vía pública; o aquella que dejan sus bolsa de basura en la esquina de la calle, porque el camión recolector, ya pasó o tiene días de no hacerlo. Mientras esta indisciplina popular no se corrija, en cada temporada pluvial padeceremos esas inundaciones que dañan la paciencia, bienes y patrimonio del capitalino.

Pero volvamos al responsable de esta situación, el GCDMX. En este espacio semanal he señalado la irresponsabilidad, la falta de planeación, la indolencia y la terquedad de Miguel Ángel Mancera Espinosa, de ordenar obras públicas, urbanas, viales en toda la ciudad al mismo tiempo, lo que provoca, además del caos vehicular, el taponamiento de los canales de drenaje y el ensanchamiento de las avenidas, que en tiempo de lluvias, se convierten en cuello de botella para autos particulares y de servicio público.

En un afán meramente político/electoral, el sin partido, campañea en busca de la nominación para la elección presidencial en 2018, descuidando la responsabilidad que el 72% de los capitalinos le dieron a través del voto, en el lejano 2012; y como todo político (irresponsable) ya tiene previsto dejar el cargo, sin haber realizado al menos  una razonable administración, lo que viola flagrantemente la protesta constitucional (de la CDMX) que hizo al asumir el cargo.

Se ocupó más a lo largo de 4 años y medio, de proyectar su imagen, que resolver los ancestrales problemas de la ciudad: inseguridad, vialidad, corrupción, inundaciones, transporte, etc. dejando a su suerte a la ciudadanía, que le dio su confianza para gobernar.

Las escenas de televisión, videos en redes sociales, fotografías en  periódicos, sobre las inundaciones confirmaron la indignación, la ira, el coraje y la falta de respeto a la imagen de un soberbio, irresponsable e incapaz Jefe de Gobierno, que está más ocupado en placearse políticamente por todo el país, ahora como Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que malévolamente buscó liderar, precisamente en época preelectoral, para proyectarse ante los mexicanos, que atender las necesidades de su Ciudad

Luego de los tres días de terribles inundaciones, la redes sociales (FB, Twitter, etc.) pusieron en su lugar a Miguel Ángel Mancera, a través de memes, videos, fotografías, comentarios, mails, correos ridiculizándolo por su incapacidad, desinterés, arrogancia e indolencia de la tragedia popular.

Para los políticos y sus testaferros, las redes sociales no la consideran como impacto negativo –excusa barata- pero son la imagen viva, real, contundente del sentir popular y la antipatía por el funcionario inútil, corrupto e irresponsable. Esas mismas fuentes, utilizadas por sus equipos de comunicación social e imagen, ponderan, viralizan, empujan notas, fotos y videos del funcionario y cuando éstas no les son favorables –como es el caso- desacreditan (ellos creen) las mismas que antes buscaron.

Llamada a tiempo a la VII Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), que preside el perredista Leonel Luna Estrada,  para rechazar, no autorizar la licencia para ausentarse del cargo de Jefe de Gobierno de la CDMX, que pronto enviará Miguel Ángel Mancera, porque su responsabilidad no ha terminado, porque tiene sumida en la suciedad a la capital del país y porque dejaría el cargo que legalmente es de 6 años, para buscar la candidatura presidencial, a la que tiene derecho, pero que moral, ética, social, profesional y dignamente no le correspondería, por su incapacidad de gobernar una Ciudad y dejarla caótica, como más de 10 millones de capitalinos y en tránsito lo padecen.

Por dignidad (si es que la conoce), Mancera no debería pretender ese sueño de opio, pues sus resultados al cargo de Jefe de Gobierno, son infames, nulos, nefastos, negativos. Las cifras son contundentes, 67 de cada 100 asesinatos en la CDMX se registran con arma de fuego (pistola, metralleta, cuerno de chivo) por mes se cometen 73 homicidios dolosos. De 2012 a junio de 2017 se han perpetrado 234 secuestros, es decir, 4.5 plagios por mes,.

En el rubro de robo, el sexenio mancerista da vergüenza, irrita y lastima, sólo unas cifras: de enero a marzo de 2017 (reporta el Inegi en su Encuesta Nacional sobre Inseguridad) se registró el mayor número de robos, sólo denunciados, en la CDMX de los últimos 5 años, con más de 23 mil 500, es decir, 260 al día.

La tasa de asaltos (Inegi) en la capital del país duplica la nacional. Además alerta, y el gobierno de Mancera no corrige, no evita, más bien se colude, de los focos rojos en la Ciudad: robo a usuarios  en el Metro, en el Metrobús (yo fui víctima, en la Línea 1), las esquinas viales en donde se da la señal roja del semáforo; la salida de los bancos y cajeros automáticos; restaurantes, casas habitación y más, pero ni Mancera, Hiram Almaeida (SSP), o el interino Procurador de Justicia, Edmundo Garrido Osorio, se ocupan en atender esta demanda de seguridad. No “pelan” las cifras del Inegi.

Ante tal escenario, Mancerita muestra su incompetencia, indolencia, ineficiencia, como consta en los tres días de inundaciones en la Ciudad. ¿Por qué?, porque su objetivo, meta, obstinación, es lograr la nominación presidencial –por cualquier partido o independiente-  olvidándose, de administrar la capital del país, y digo administrar, porque gobernar, no existe en su diccionario. No sabe, desconoce.

¿Culpable de las inundaciones en la Ciudad y las que siguen, existe?, Sí, se llama Miguel Ángel Mancera, no sabe prevenir, sólo reacciona ante los acontecimientos y cuando quiere “joder” al capitalino lo hace con la más cínica actitud: fotomultas, parquímetros, verificaciones (2 veces), Línea 7 del Metrobús, obras, obras y obras. Ahora quiere derrumbar el Velódromo Olímpico, en la Ciudad Deportiva, para regalar el terreno a la Cooperativa Cruz Azul, para que los Álvarez, construyan ahí, el estadio de futbol de la “máquina” del Cruz Azul.

Ya lo hizo, con otro particular, Alfredo Harp Helú, también en la Magdalena Mixhuca, en donde el equipo de Béisbol, Los Diablos Rojos de México, tienen su estadio. No olviden que los parquímetros y los inmovilizadores (arañas) están concesionados a un particular.

De este tamaño es Mancera, privatiza lo público para ganarse la confianza de los empresarios y le financien su sueño de opio.

Insisto, mientras él está “en lo suyo”, que se “jodan” los capitalinos

 

 

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).

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