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CDMX

Incertidumbre comercial

El asunto va desde pequeños comercios, familiares muchos de ellos, hasta cadenas comerciales…

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Por La Mafia del Poder

La veda informativa que ha impuesto el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, después del sismo del 19 de septiembre, -hay quien asegura que se lo pidieron desde el gobierno federal-, está generado un vacío de información en distintos ámbitos, que más que darle control le podría ocasionar duros cuestionamientos.

Hasta el momento, se ha concentrado en el rescate de sobrevivientes y víctimas, y recientemente en la manera de apoyarlos, lo cual es la ruta correcta, pero ha olvidado varios frentes que no tardarán en demandar atención.

Uno de ellos son los cientos, quizá miles de negocios que no han podido reabrir desde hace más de una semana y nadie les ha dicho que pasará con ellos porque nadie puede informar al respecto.

El tema cae en la secretaría de Desarrollo Económico de Salomón Chertorivski, quién está impedido, al igual que todo el gabinete a precisar qué viene para quienes su negocio está siendo afectado.

Ya sea porque el inmueble donde se ubican está dañado o porque está cerca de alguna zona de desastre.

Y el asunto va desde pequeños comercios, familiares muchos de ellos, hasta cadenas comerciales, como los almacenes y locales ubicados en Galerías Coapa.

No se sabe si para ellos se están​ preparando ​acciones de apoyo, y la incertidumbre impera entre buena parte del sector comercial de la ciudad.

Ni siquiera se sabe si están haciendo un censo para dimensionar la magnitud del impacto en los comercios por el sismo del 19 de septiembre.

Los empleados en estos sitios también se encuentran en la angustia de no saber a ciencia cierta cuál será el destino de sus fuentes de trabajo, y no hay, o no se puede dar a conocer ni siquiera cuántos capitalinos están en esta situación.

Desechos de manejo especial

Por el lado ambiental tampoco se conoce ni la cantidad de desechos de la construcción que se han recolectado ni mucho menos qué se hará con ellos.

El asunto no es menor y probablemente no sea prioritario, pero lo será.

Un reporte interno del gobierno capitalino indicaba que 24 horas después del sismo la administración de Mancera ya había recibido casi 5 mil toneladas de escombros.

Sus opciones no son muchas para el correcto manejo de esos desechos, catalogados como de manejo especial, y se limitan a enviarlos a un sitio de disposición autorizado o los recicla para un segundo uso.

La primera opción resultaría en extremo costosa, pues implicará mover esas miles de toneladas hacia un relleno y pagar para su correcta disposición.

Actualmente, el costo por tonelada de residuos urbanos depositados​ en un relleno sanitario está entre los 350 y 400 pesos.

La opción de reciclarlos podría ser más económica, sin embargo, el asunto será encontrar dónde ocupar tal cantidad de material.

Por lo pronto, la mayor parte de los escombros se están llevando al Bordo Poniente, el tiradero clausurado por Marcelo Ebrard a finales de 2011, y en donde bajo condiciones normales se trituran y reutilizan para compactar caminos en ese mismo lugar.

Si la administración mancerista quiere resolver de manera adecuada este problema, es probable que requiera del apoyo de entidades vecinas o del propio gobierno federal.

*El Irreverente publica de lunes a viernes.

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