Por Cynthia López Castro
@cynthialopezc1
Amieva ha cumplido el primero de los ocho meses en los que encabezará el gobierno de la CdMX. Séptimo en la línea de sucesiones de gobernantes en la capital del país desde 1996 (entre electos y sustitutos), el doctor en Derecho enfrenta no pocos problemas y desafíos. El suyo será el lapso más breve de gobierno que haya ejercido hasta ahora un reemplazo y enfrenta como problemas principales el de la reconstrucción tras el sismo, la inseguridad y la corrupción.
Las sustituciones provocadas por quien deja un puesto de elección popular para ir en busca de un nuevo encargo son ciertamente prácticas polémicas (de acuerdo con Parametría, la mitad de los mexicanos está en desacuerdo con que un funcionario público renuncie a su cargo para aspirar a una candidatura a un puesto de elección popular). Es igualmente polémico e interesante revisar qué ha sido y dónde se encuentran los ex gobernantes de esta ciudad. Ninguno, por ejemplo, milita ya en el partido que los condujo al poder (Mancera nunca lo hizo). El primero, Cárdenas Solórzano, observa actualmente al toro de la política capitalina desde la barrera; otra, Rosario Robles, es secretaria en el gobierno federal de Enrique Peña Nieto; uno más se encuentra en la batalla electoral por la presidencia del país; mientras que Encinas se han integrado al equipo de campaña de Sheinbaum y Ebrard intenta recuperar algo de su prestigio que perdió en la capital.
Más allá de esas perspectivas (la del que deja el poder y a dónde migra), el tema que más debe preocuparnos es el de hacia dónde debe o puede dirigir Amieva el timón del gobierno. ¿Cuál tiene que ser el rumbo y cuáles los objetivos?
En la CdMx se han elegido 4 jefes de gobierno y únicamente Ebrard ha culminado su mandato. El historial de sustitutos incluye a Rosario Robles y Alejandro Encinas. Éstos hicieron frente a periodos más largos en el poder de lo que espera al recién nombrado (Robles estuvo cerca de un año y Encinas prácticamente uno y medio). La primera, sustituyó a un desgastado Cárdenas que, al salir del gobierno (según encuestas de Reforma) contaba con una aprobación del 41%; la sustituta culminó su gestión en 2000 con una aprobación del 66%.
Encinas, por su parte, sustituyó a un AMLO quien culminó su gestión con un 38%.
Amieva reemplazó a alguien que contaba con el nivel de aprobación más bajo en la historia de la Ciudad, un 34%, según encuestas de diciembre. De acuerdo con declaraciones de Mancera, el papel de su sustituto sería principalmente ordenar las cuentas y garantizar una entrega del gobierno tersa el próximo diciembre.
Queda claro, sin embargo, que los retos son bastante más exigentes y acometerlos es un deber inaplazable. De ello dependerá si, como lo hiciera alguna vez Robles en 2000, Amieva logra de algún modo enderezar la opinión de la ciudadanía en relación con lo hecho por su predecesor.
Tlalpan, Tláhuac, Xochimilco y Cuauhtémoc cuatro demarcaciones actualmente gobernadas por Morena claman por resultados a la Comisión de Reconstrucción. El apoyo a damnificados, transparentar el uso de los recursos y proceder a la mejora de vialidades secundarias deben ser objetivos centrales. Aunado a lo anterior, la ENCIG 2017 arroja que apenas el 19.4% de la población en la entidad estima que la policía contribuye a generar una sensación de seguridad (un retroceso de más del 12% en comparación con 2015). La misma encuesta señala que el 96.3% de los capitalinos consideran que los actos de corrupción son frecuentes o muy frecuentes en la Ciudad (el índice más alto en todo el país) y solo el 14.4% confía en el gobierno. Por su parte, la ENSUG 2017 señala que el 92.9% de la población residente en el norte de la CdMx se siente inseguro.
A Rosario Robles se le recuerda por la mejora que hiciera en los índices de aceptación de su predecesor y el avance de derechos de las mujeres; a Encinas, en su momento, se le evidenció por la caída en picada de esos mismos índices. ¿Qué será de Amieva para el próximo diciembre? Mucho dependerá de lo que éste sea capaz de hacer en materia de corrupción, inseguridad y atención a damnificados y reconstrucción tras el sismo. Más allá de preferencias políticas y encuestas, que el jefe de gobierno sustituto se haga cargo de estos temas y aporte en su solución va definitivamente más allá de simplemente “entregar ordenadamente” la gestión de Mancera.
*Diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
