O el asunto se le salió de las manos, o de plano la perversidad de la diputada Aleida Alavez llegó al extremo de acarrear a un grupo de radicales de la CNTE para tomar por la fuerza el recinto de la ALDF y poner en riesgo a todo el mundo.
Formada de la mano del perverso profesor René Bejarano, especialista en aprovechar las tragedias para hacerse de clientelas políticas, Aleida demostró ser una de sus alumnas avanzadas en el arte de provocar.
En Iztapalapa, donde, por cierto, no es la favorita de Morena para pelear la delegación, hace grilla con afectados por los sismos para orillarlos a marchar en contra del Gobierno de la CDMX, a fin de que les otorguen vivienda digna.
A la diputada Aleida y a morenos en general no les importa fabricar damnificados ni que grupos de vivienderos —esos que cada año presionan por un jugoso presupuesto— se monten en la tragedia para seguir extorsionando.
Al parecer a la diputada no le hace ruido que desde unidades habitacionales como La Concordia, cuya construcción, por cierto, fue patrocinada por su compañera Clara Brugada, su enemiga y segura contendiente para la alcaldía, se planeen desmanes.
A la mayoría de las familias que habitan ahí y cuyos edificios han sido declarados como inhabitables, les promete conseguirles una vivienda totalmente gratis para ellos, porque el costo lo pagarán los ciudadanos con sus impuestos.
Eso, a pesar de que la mayoría de esas familias no eran dueñas, sino inquilinas, por lo que no tendrían derecho a recibir apoyos para la reconstrucción.
Además de esas grillas en Iztapalapa, Aleida llevó ayer a un grupo de acarreados —que no llegaba ni a 50—, a protestar ante la ALDF para exigir que la SEP les reparara las escuelas dañadas por los sismos.
Aunque es un tema federal, una comisión fue recibida, lo cual no impidió que sus seguidores aventaran por delante a mujeres y niños para que los vigilantes del recinto de Donceles tuvieran que abrirse y llegaran hasta el lobby del palacio.
Antes de ello, los simpatizantes de Aleida se habían agarrado a golpes con policías que cuidaban la comparecencia del titular de la SSP, Hiram Almeida, pues estaban decididos a entrar al pleno a como diera lugar.
La cosa se puso color de hormiga ante la agresividad de los seguidores de la diputada morena, a la que pareció que el tema se le había salido de control, por lo que tuvo que entrar al quite su colega José Manuel Suárez del Real, quien puso orden.
El diputado salió del pleno, tomó la palabra e informó que una comisión ya había sido atendida, por lo que no era necesaria la violencia. Todos lo escucharon y volvieron al orden, porque lo que sea de cada quién, Suárez del Real es muy respetado.
Esta vez, Aleida tuvo quién le ayudara a sacar las castañas del fuego, pero si sigue con sus vandalismos un día se va a quemar.
CENTAVITOS… Vaya jugada tan extraña la de Miguel Ángel Mancera al nombrar a Ricardo Becerra como encargado de la reconstrucción de la CDMX, pues el cuate no tiene experiencia, no es bien visto social ni políticamente, pero, eso sí, tiene el visto bueno de los grupos inmobiliarios de la CDMX. Becerra es identificado con el grupo de José Woldenberg, tío de Salomón Chertorivski, pero nada más. Quizá el propio Mancera lo vea tan chiquito, que tuvo que ponerle como subdirector al diputado Leonel Luna, que le sabe un poco más. Qué pena que Mancera no haya encontrado un perfil más alto para esta tarea, pues se esperaba que fuera alguien del gabinete —o él mismo— quién encabezara los trabajos.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/10/27/1197481
