Muy lamentable resultó la forma en que la presidencia de la nueva Comisión de Protección a Periodistas, creada en el Congreso capitalino, llegó a manos de los diputados del PRI, y no lo digo por algún prejuicio hacia los legisladores del tricolor o por una muestra de incapacidad o falta de voluntad por parte de ellos para atender la agenda de los comunicadores y fortalecer el derecho a la libertad de expresión. ¡No!
Lo comento porque muy para desgracia de los periodistas en la Ciudad, en el reparto de las comisiones dictaminadoras que se hizo la semana pasada en el Legislativo local, la de Periodistas fue el patito feo, vaya, la rebanada del pastel que nadie quiso. Dicen que la forma es fondo, y en este caso la señal de desdén no es ni poquito halagadora.
Justo la semana anterior platicábamos con un legislador que estuvo muy cerca del proceso de negociación para el reparto de presidencias de las 40 comisiones, y con cierta sorna nos comentaba cómo había salido la asignación de los grupos de trabajo legislativo.
Mientras le boleaban los zapatos, justo afuera del salón de sesiones, el legislador nos platicaba que el acuerdo entre los coordinadores parlamentarios para el reparto de comisiones fue empezar por el grupo mayoritario de Morena y al final la fuerza política con menos representación, es decir el PVEM, y esa sui generis asociación parlamentaria del PES. Así, pasaron los morenistas, que se sirvieron con la cuchara grande y se quedaron con las comisiones triple A, luego el PAN, y después el PT y el PRD.
Finalmente, fue el turno del PRI que, cuando llegó a la mesa, vio que ya quedaban las sobras del pastel. Incluso las bancadas más pequeñas ya se habían llevado al baile a los priistas, pues gracias a su alianza con Morena, aseguraron la de Medio Ambiente para el PVEM y la Desarrollo Urbano para el PES.
Entre las migajas que vieron los priistas estaba la Comisión de Protección a Periodistas. Incluso hubo sorpresa al ver que en la lista estaba esa comisión, sin siquiera encontrarse encorchetada, lo que significaba que ninguno de los otros partidos se interesó en ella.
Extraño resulta el desaire de los diputados a encabezar esa comisión, sobre todo de Morena, de donde salió la propuesta para crear ese grupo legislativo.
El pasado jueves, la coordinadora de los morenistas, Ernestina Godoy, decía que la de Periodistas era una de las más importantes, pero en los hechos se ve que ni los diputados de su partido o los de oposición se lo creyeron.
Ojalá que el presidente de la Comisión de Protección a Periodistas, el diputado del PRI Miguel Ángel Salazar, no actúe con esa indiferencia de quien recibe las sobras, y en verdad haga un trabajo no voluntarioso, para sacar temas como la Ley del Derecho de Réplica, la del Secreto Profesional, la de Cláusula de Conciencia y la del Mecanismo de Protección Integral a Periodistas, esta última de vital importancia para dar certeza a comunicadores que debido a la violencia han sido desplazados de sus entidades de origen. Tan sólo en la Ciudad hay 70 periodistas desplazados.
Se busca oficial mayor
Muy escasos de cuadros han de estar los diputados de Morena como para que entre ellos suenen nombres como el de Javier González Garza y Thalía Lagunes para ocupar el cargo de Oficial Mayor en el Congreso capitalino. Para querer entregar esa estratégica área encargada de manejos legales, financieros y administrativos a colaboradores del gobierno de Miguel Ángel Mancera es porque están dispuestos al perdón y olvido, o de plano no encuentran a quién de entre ellos mismos delegar esa responsabilidad.
