Por La Mafia en el Poder
Donde parece que no entienden nada es en el PRD, pues con la publicación de una carta de apoyo a Alejandra Barrales, su dirigente nacional, envuelta en un escándalo por la compra de un lujoso departamento en Miami, lo único que hacen es jalar la culpa hacia el partido.
Habría que preguntar quién es el súper asesor no sólo de Alejandra, sino del sol azteca que ideó la publicación de una inserción por parte de la fracción perredista en la ALDF, ratificándole su respaldo.
En primer lugar, cuando alguien necesita ser respaldada por su compañeros es porque indudablemente está en una situación de debilidad, lo cual para nada es conveniente cuando se está en un cargo de dirección, como es el caso.
En segundo, con tantas respuestas a medias por parte de la propia Barrales, lo único que ella y su partido están logrando es que el tema siga vivito y coleando; es decir, que no se muera.
En tercero, cualquier asesor de kínder le hubiera recomendado guardarse al siguiente día de dar su versión, sobre todo porque hubieron acontecimientos mediáticos que opacaron la nota de la dirigente nacional del PRD, pero que ellos se empeñaron en mantenerla vigente.
Por ejemplo, de lo que se habló los dos últimos dos días en redes y medios fue de la recuperación de la playera con la que Tom Brady llevó a los Patriotas de Nueva Inglaterra ganar el campeonato de futbol americano en EU, que había sido robada por el director de un periódico de México.
Ah no, parecieron decir los perredistas y sus asesores. Por qué una nota tan simple le iba a quitar los reflectores al escándalo de su lideresa.
Con la cartita de ayer, lo único que lograron los diputados locales fue que los ciudadanos les vean como cómplices de Barrales, pues es tanto como aplaudirle por haberse comprado una casa de casi un millón de dólares, en circunstancias raras.
Cuando el ánimo anti-corrupción está en todo lo alto entre los mexicanos, la diputación perredista viene a justificar los oscuros negocios de quien los dirige a nivel nacional. Parece que le aplauden la acción.
Qué pensaban los diputados del PRD, que con una cartita iban a hacer más fuerte a su presidenta y el asunto iba a quedar olvidado.
Que con ese aval la crisis está superada y ya se pueden dedicar a buscar otro departamentito en la Sección Amarilla.
Vaya genios amarillos.
Desde ayer el tema en redes ha sido el ataque terrorista en Londres; a ver si la ex senadora no vuelve a abrir la boca y mantiene con vida el tema en su contra.
Y el calvario no acaba
Aún no acababa de enfrentar en escándalo por su depa en Miami y la líder nacional del PRD enfrentó otro asunto destapado por el periódico Reforma: un juicio mercantil en su contra por 12 millones de pesos, producto de pagarés no cancelados.
La dirigente fue tomada de nuevo por sorpresa y dijo que el tema era falso, aunque la acusaban de haber firmado pagarés junto con su madre y su hermana Laura, y que fueron demandadas por su acreedor y jamás atendieron el juicio, que y causó sentencia.
Ayer Alejandra aseguró que la demanda mercantil se llevó a sus espaldas y que evalúa con sus abogados qué acciones puede emprender en su defensa.
Según la parte acusadora, la deuda fue contraída en mayo de 2015.
Qué coincidencia, ese fue el año en que Barrales hizo inversiones inmobiliarias por todos lados y tuvo ingresos millonarios. Fue un gran año para sus finanzas, pero ahora le sale este adeudo.
Al parecer le espera una primavera difícil y le van a dosificar los ataques, pues todo indica que Alejandra descuidó varios frentes que se le pueden abrir.
Hay inquietud en los estados
Y si en la gran ciudad hay inquietud de varios perredistas por el impacto que pueda resentir el partido por ese escándalo, en el interior de la República el tema no es para nada menor.
Dirigentes estatales han estado llamando para preguntar cómo van las cosas con su presidenta, pues a ellos a su vez les preguntan.
La preocupación mayor bien de dos estados particularmente en Edomex y Nayarit, donde hay importantísimas elecciones y Barrales es la encargada de tirarles línea.
La base militante de esos lugares están confundida y sus enemigos están aprovechando el tropezón para bajarles la moral e incluso para invitarlos a cambiar de bando.
Y al interior del PRD la cosa no es muy diferente, pues las tribus que quieren hacerse ya del partido presionan para acelerar la salida de Alejandra y poner un nuevo presidente que dirija el barco hacia 2018.
Parce que el problema de la señora presidenta va más allá que un simple departamento en Miami, donde quizá soñó ser vecina de William Levy o Paulina Rubio.
*El Irreverente publica de lunes a viernes.
