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CDMX

La travesura de Nayarit

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MANCERA Y SERRANO CAYERON AL HOTEL DE AMLO Y MEC

La mañana del 12 de abril, de gira por Nayarit, Miguel Ángel Mancera y Héctor Serrano decidieron caer de sorpresa al hotel Fiesta Inn de Plaza Forum, donde se hospedaban Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador. Iban a acompañados por políticos locales y por Guadalupe Acosta Naranjo, candidato de Por México al Frente al Senado de la República, y lo hicieron con toda intención de agriarles el desayuno a los morenos.

En entrevista Serrano rechaza que el acto haya sido planeado, pero testigos narran que tanto él como Mancera sabían que Ebrard y El Peje estarían ahí y que las posibilidades de coincidir eran altas.

Incluso cuentan que Marcelo y Mancera estuvieron a punto de toparse a solas en el baño del restaurante, pues el aspirante del PAN al Senado estaba en los servicios cuando su ex jefe se disponía a entrar pero vio en la puerta a Puma, ayudante mancerista, y dio marcha atrás. Después hizo como que no vio a sus oponentes a pesar de que Mancera y Serrano se habían puesto con toda intención sus camisas de campaña con sus respectivos nombres, que cualquiera puede apreciar.

Andrés Manuel fue advertido y abandonó el lugar para no enfrentarlos; más tarde declararía que se fue porque ahí había “gente indeseable” y quería desayunar tranquilo.

Sobre el hecho, Serrano niega que fuera un acto planeado, sino que se trató de una invitación de políticos locales, aunque aceptó que cuando llegaron vieron las camionetas de Morena y se imaginaron quiénes estarían ahí.

P.- Estuvieron a punto de encontrarse en Nayarit porque tú y Mancera se fueron a desayunar al hotel donde estaban hospedados Marcelo y Andrés Manuel, ¿ustedes sabían que estaban ahí?

R.- Bueno, si observas cuando llegas al hotel que hay camionetas de Morena, pues tienes la alternativa de decir: salgamos corriendo porque están los de Morena, o de decir que es un país de libertadores y no debemos nada. Podemos entrar y tener contacto con quien sea porque la política no la concibo como que un día tuve una confrontación contigo y cuando llegue al poder la intención es eliminarte. Y dices, bueno, si el que gane tiene que desaparecer al otro, que lamentable sería; yo no lo concibo de esa manera. A mí no me causa ningún conflicto saludarlos porque nunca ha sido nada personal, ni han violentado un status personal por una separación con alguna hermana mía ni yo he conocido alguna de ellos. Hay cosas que dices: bueno, para mí fue una ofensa mayúscula y no lo voy a aceptar, pero hay otras cosas en política que a lo mejor dices bueno, fue una ofensa muy dura pero me conviene porque voy a ser diputado federal. Puedes ser cuestionado, hay ocasiones que nos esmeramos por decir que tienen la interpretación de que el canalla de la historia fui yo, ¿cómo le hago para que cambie esa visión? A veces es imposible porque hay generadores externos que quieren provocar en las sombras una condición así. Yo te lo diría, no existe un adversario al que yo vea como enemigo; espero no tener enemigos.

P.- ¿No le tienes miedo a nadie?

R.- No es que no le tengas miedo a nadie, me parece que tampoco soy un hombre que se envalentona. Soy charro pero eso no tiene que ver con una visión de macho ni mucho menos. Todos tenemos vulnerabilidad, todos, yo sí creo en la política, si me puedes ver yo siempre me he calificado como un político que se ha consolidado o acreditado como un pecador estándar. Habrá pecadores con mayores riesgos. ¿Qué quiero decirte?, que conocemos la historia de Goliat, nunca puedes minimizar jamás a un adversario. Y si te va a salir más caro el caldo que las albóndigas, en el pragmatismo político lo que debes es evitar una confrontación innecesaria, absurda, en donde no te pueda redituar en un proyecto, me parece que sería absurdo.

P.- Ustedes sabían que estaban ahí, porque vieron las camionetas, ¿cómo estuvo?

R.- A ver, que te encuentres con alguien que tiene un proyecto político distinto, te lo digo de manera clara, a mí no me causa ningún conflicto.

P.- A ti, ¿pero a ellos?

R.- Pues no lo sé, pareciera que sí. Yo no los ví, te lo digo con toda franqueza. Entrábamos a una puerta, entrábamos al baño, salíamos; yo no los vi. Si yo hubiera estado al alcance, lo único que me preocuparía es acercarme, tratar de saludarlos y que como respuesta hubiera sido una respuesta grosera; simple y llanamente que te incomoda.

P.- Dicen quienes estuvieron ahí que Marcelo y Andrés los vieron, y que ellos decidieron irse aunque eran los huéspedes en ese hotel.

R.- Estás en tu decisión, pero si tú quieres construir un país con la clase que ha participado en política durante muchos años. Soy un hombre que ha encontrado en muchos aspectos plenitud y no me causa ningún conflicto la clase política, por eso lo decía cuando tú hablas de poder, pues quien se debe preocupar es quien observa el poder como un instrumento venganza.

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