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Investigación

La verdad de Yo el Supremo en los medios

Las “encuestas” y las “campañas” de posicionamiento de José Antonio Meade nunca tuvieron la intención de colocarlo en primer lugar…

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La forma en que los medios de comunicación mexicanos difunden todo lo relativo a Andrés Manuel López Obrador, ganador de las elecciones presidenciales pasadas, se acomoda a la narrativa de que el Pacto que le permitió obtener la mayoría de los sufragios, tenía un antes y un después. Un antes en el que de manera coordinada -Javier Corral le llama nado sincronizado-, iniciaron una incesante campaña de difusión de encuestas cuyos resultados machacaron en millones de hogares, creando una historia irreversible. En contraparte desataron una despiadada campaña para destrozar la posibilidad de que Ricardo Anaya Cortés pudiera salir triunfador de los comicios.

Las “encuestas” y las “campañas” de posicionamiento de José Antonio Meade nunca tuvieron la intención de colocarlo en primer lugar, sino impedir el paso a quien se comprometió con la creación de una Fiscalía que Sirva y de una Comisión de la Verdad para investigar los casos de corrupción y la violación grave a los derechos humanos.

Los recientes anuncios de AMLO así lo confirman. A las OSC “fifí” les concedió organizar mesas de trabajo para convencerle de una Fiscalía que sirva. La narrativa del después la estamos viviendo. Todo pasado de corrupción queda olvidado. Nada de Casa Blanca, Malinalco, Socavón ni Odebrecht.

Nadie le cuestiona por qué Manuel Barttlet, el brazo ejecutor del fraude de 1988, hoy es su compañero y se perfila para dirigir la CFE. Manuel Mondragón y Kalb autor de una los mayores actos de represión en la historia reciente, diseñará la política de seguridad. “La Sirenita”, como se autodenomina Layda Sansores incurrió en evidentes actos de corrupción con dinero público y la arropa como víctima. Marcelo Ebrard hoy se puede pasear en la CDMX y hasta lanzar besos, pero nadie le recuerda su responsabilidad política en el linchamiento de policías federales en Tláhuac, en la muerte de 12 personas en el New´s Divine y en los actos del 1 de diciembre del 2012.

Dos estampas más lo pintan de cuerpo entero. Su vocera, la ex diputada Loretta Ortiz aseguró que el Papa Francisco “participaría” en los foros públicos sobre la ley de amnistía. Como megáfonos los medios lo publicaron. Nadie preguntó cómo es que el Sumo Pontífice se involucraba en un acto de política interior, así fuera México, si no es práctica de El Vaticano, o al menos confirmar con el Nuncio. No hubo necesidad. Si lo dijo Loretta lo dijo Andrés y si lo dijo Andrés, es palabra divina. Casi parafraseando al “Doctor Francia”, es la verdad, no hay otra verdad. Máxime si lo ha dicho “Yo el Supremo” (Agusto Roa Bastos).

Para pacificar al país, Loretta propuso que el Estado sirva como intermediario entre los cárteles del narcotráfico. Según su lógica, así el futuro gobierno mostrará que tiene “voluntad de arreglar las cosas”. Cómico es como Ortiz confirmó la “participación” del Papa en sus foros sobre seguridad, y fue desmentida.

De la noche a la mañana, los salarios de integrantes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, son un insulto y una afrenta ante la pobreza de los mexicanos. Las primeras planas se extasían con mostrar y enjuiciar a todas aquellas personas que disfrutan de esos salarios y prestaciones. Claro, siempre y cuando no sean ex perredistas y ahora morenistas.

¿Moreal, Bartlett, Layda, Encinas, Alavez, Craviotto, Batres, Bejarano, Sheinbaun, AMLO, Durazo, Sánchez Cordero, Clouthier, Candelaria, Chiguil, Ebrard, Mondragón, Ortega, etc., devolvieron un peso o renunciaron a sus prebendas y prestaciones? ¿Pagaron de su salario al chofer? Por eso “La Sirenita” regresó al Senado para cobrar sus últimas dos dietas con todos y prestaciones.

Como dice la periodista española Escarna Samitier: “Más información no es sinónimo de mejor información, ni garantiza la veracidad”. Pero, más aún, “la esencia de la profesión, la obligación de contar noticias contrastadas y veraces, no ha cambiado”. En México, parece que sí ha cambiado.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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